Capítulo 32.

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Habían pasado ya tres años. En este tiempo todo cambió, mi hijo está en perfectas condiciones y cada vez más grande, yo estoy más madura a mis veintiún años de edad, es obvio que tenía que hacerme independiente.
A mi hijo le había puesto de nombre Matt, era un niño hermoso, es idéntico a Christian y de mí sólo sacó mi color de ojos.

Trabajaba en la empresa de mi padre en lo que yo aprendía lo necesario para ser licenciada.

-Mi amor, apúrate, tenemos que dejarte con tu abuela y yo irme a trabajar -Matt metió unos juguetes en su mochila y yo le puse su gorro y una bufanda, aquí ya empezaba a hacer mucho frio.

Me coloqué mi abrigo y subí mis cosas al auto, puse a Matt en su silla con el cinturón. Abrí la puerta del piloto y encendí el auto, lo puse en marcha, camino hacia la casa de la señora Grace.

-Te portas bien mi cielo -le dije a Matt viéndolo por el espejo retrovisor.

-Sí mamá -dijo muy rápido, a mi hijo no se le entendía las palabras a veces, puesto que hablaba muy rápido.

Frené en un alto y contesté la llamada de mi celular.

-Hola -contesté sin quitar la vista de enfrente.

-Hija, ¿A qué hora llegarás? -preguntó mi padre, se le notaba estresado.

-Ya no tardo papá, sólo dejo a Matt con la señora Grace y ya voy -dije rodando los ojos.

-Está bien -mi padre suspiró y colgó.

Llegamos a la casa de la señora Melina y bajé a mi hijo, toqué el timbre y en segundos la empleada me abrió. Pasé al interior de la casa y dejé las cosas en un sofá.

-Querida, qué gusto verte -saludó Melina bajando las escaleras.

-Nos vimos el fin de semana, no mucho -reí-. Le agradezco por cuidar a Matt.

-Es mi nieto, cómo no lo voy a cuidar -sonreí al ver a Melina tomándolo en brazos.

-Se lo agradezco señora, al rato paso a recogerlo.

Me despedí y otra vez subí a mi auto, directo hacia la oficina.

-Buen día -saludé a mi prima Beatriz, mi padre la había contratado por el tiempo que yo no pude trabajar.

-Hola -saludó sonriente.

Fui a la oficina de mi padre y entré sin tocar.

-Perdona la demora papá pero dejé a-las palabras quedaron en el aire, tragué saliva con dificultad.

Enfrenté mío se encontraba

Matrimonio a cambio de Dinero I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora