Capitulo 5.

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*Aviso*
Solo estarán disponibles los primeros diez capítulos de la historia. Para leerla completa, estará en una plataforma llamada Buenovela, tendrá un pequeño costo para leerla. Espero me den su apoyo en este proceso. Muchas gracias por la oportunidad y el apoyo que siempre me han dado desde que comencé. Espero verlas por ahi. La quierooooo.


Me miraba con esos ojos, como al gato de la película de Shreck. Aun no lo podía creer. ¿Él hacer eso? Es muy raro viniendo del imbecil que conocí hace unos dias.


Su susurro me distrajo, alejándome de mis queridos pensamientos y preste atención a lo que diría.


-Sígueme la corriente.- murmuró apenas moviendo los labios, sabia que podía dejarlo en ridículo.


Sonreí con la mas falsa sonrisa que pude haber tenido en mi vida. Asentí disimuladamente y mis labios seguían con aquella sonrisa que ya me empezaba a dar dolor de cabeza.


-No, no quiero.- dije con la risa queriendo salir de mi. El me miraba con la mandíbula apretada y todos los presentes ahí lo lamentaban.


Algunos me gritaban que no tenía corazón al haberlo rechazado, pero si esas personas supieran la verdad del porque el estaba haciendo esto. Me entenderían.


Se levanto con la poca dignidad que tenía por los suelos y aun asi me coloco el anillo en mi dedo anular izquierdo.


Me abrazo de la cintura y yo ya estaba por aventarlo fuera de mi alcancé y de mi cuerpo.- Te tendré que abrazar, porque hay dos personas esperando mi reacción.- me miro a ver lo que haría yo a continuación.- En especial dos.- advirtió acercándose mucho mas de lo que yo esperaba.


-Cual reacción si te he dicho que no.- lo mire con el ceño fruncido.- atrévete de nuevo a poner tus labios encima de los míos y no sabes ahora si de lo que soy capaz.- cada palabra que yo le decía, el solo sonreía mas.


-Lo siento.- y dicho esto atrapó mis labios, era un beso cálido, lento y suave. Lleno de falsa pasión y amor. Escuchándose en esa pequeña tienda aplausos de personas confundidas ya por el espectáculo.


-Creo que ya fue suficiente.- me aparte como si su cuerpo quemará con el mío y trate de estar los mas normal posible.


-Bien, vamos.- tomo mi mano entre las suyas.- Gracias señora.- murmuró mientras pasábamos por donde ella se encontraba.


-De nada joven.- le devolvió lo que le había sobrado de dinero.- Que tengan un feliz matrimonio.- grito mientras yo la miraba, tenía una sonrisa gigante. Más grande que la de bienvenida a su local.


Nosotros le agradecimos y salimos huyendo de ahí. Christian con su dignidad por los suelos y yo feliz por haberlo dejado en ridículo. ¿Qué se creía? Solo por ordenarme que le siguiera la corriente, pensó que lo haría. Aún le falta por saber de lo que podía ser capaz.


Nos subimos al auto y unos minutos después ya estaba harta del silencio que cada vez se hacía mas grande en ese pequeño espacio.-¿Quién estaba ahí que tuviste que fingir?- pregunte mientras disimuladamente lo miraba de reojo.


Me miro durante un segundo.- Estaba una pareja amigos de mis padres. Ellos querían que yo me casará con su hija, pero yo rechacé.- explico no tan convencido mirando atentamente hacia el frente.


Que mas podía decirle, aun no se como las mujeres podían estar muertas por el. No podía negarlo, si estaba guapo, pero tampoco era como si te derritieras por el.-Ah.- fue lo único que conteste, mientras que para mi mirar por la ventana era lo mejor que podía existir.




Como no teníamos tema de conversación el camino fue en un silencio sepulcral que ninguno de los dos pensaba romper. Llegamos a mi casa e inmediatamente baje de ahí, no quería sentirme mas incomoda de lo que ya estaba. Él tambien bajo sin decir palabra alguna y espero a que yo abriera la puerta de mi cada.


Entre y me encontré con la casa vacía, ni una alma andaba por ahí. Me gire a verlo.


-Será mejor que te vayas, no hay nadie.-explique por como me estaba frunciendo el ceño, no tenía porque dejarlo pasar. Entre el y yo no había nada mas que hablar.


-Quiero hablar.- comento entrando y tomando asiento en un sofá.


Si, claro, pasa. Dijo una voz en mi pequeña cabeza.


Suspire cerrando la puerta y sin remedio tome asiento en un lugar lejos de el.


-¿De que quieres hablar?- de repente la alfombra que estaba en el piso, era mas interesante que mirarlo.


Escuche que tomo una bocanada de aire y lo dejo salir rápidamente.- No le veas nada malo a este matrimonio. Tal ves en un futuro podamos querernos y enamorarnos.




¿Qué? A este hombre que le había pasado, ven cuando lea digo que es una especie rara.- ¿Que has dicho?- volví a preguntar para ver si había escuchado bien.- Voy a creer que quieras casarte a temprana edad y desperdiciar lo que puedes hacer ahora. Soy muy joven Christian, ¿Que no te das cuenta?- pregunte mientras me ponía de pie, nerviosa.- Jamás planeé casarme a esta edad, apenas cumpliré mis dieciocho años. Tenía muchos sueños por delante, los cuales se verán arruinados por este matrimonio.- me toque la cabeza con ambas manos y el solo se limitaba a mirarme.- Ese paso lo quería dar con alguien que verdaderamente amará y el también a mi. No por un matrimonio a cambio de dinero, seré un jodido negocio. Me estas comprando tú.- lo señale y el cada ves estaba mas sorprendido por mis palabras.- Mis padres me están vendiendo, ni siquiera me gustas, no me atraes.- aclaré exasperada y frustrada.




Christian me miro con los ojos muy abiertos.-Eres la primer chica que me dice que no le atraigo.- fingió dolor.


-¿En serio? Fue lo único que pudiste escuchar.- me recargue en el sofá y lo seguí mirando.- Siento haber lastimado el ego de animal que tienes.- fui sarcástica ante estas últimas palabras.


Iba a contestar, pero la puerta principal fue abierta y por ella aparecieron mis padres. Sonreían de oreja a oreja. Fruncí el ceño extrañada.


-¡Se casarán mas pronto de lo que imaginan!- mi padre grito eufórico y mi madre también lo acompañaba en su felicidad.


Christian y yo nos miramos, tratando de asimilar semejante noticia.- ¿Qué?- gritamos al unísono.




Matrimonio a cambio de Dinero I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora