Matrimonio a cambio de Dinero I ©

Capítulo 49.

Estaba totalmente sorprendida, jamás hubiera imaginado esto de Christian. Mis padres me miraban fijamente esperando alguna reacción.
--¿Qué se supone que debo decir?--Dije con los ojos llorosos.
--Lo que tu corazón te diga.--Dijo Christian acercándose.
--No lo sé.--Esa respuesta dejó a todos descolocados, no pensaban o se imaginaban que yo iba a decir eso.
El jardín estaba lleno de rosas blancas que formaban la palabra "Te casas conmigo" No imaginaba esto y más como Christian me ha tratado estos días.-- Quiero hablar a solas con Christian.--Dije mirando a mi alrededor, mis padres y los de Christian se retiraron, dejándome sola con él.
--¿Qué quieres decirme?--Christian se pasaba las manos por el pelo.
--¿Crees que yo merecía el trato que me habías dado estos días? No merecía humillarme y menos que me trataras como lo hiciste cuando tu llegaste a la conclusión de que podía estar embarazada. Tu indiferencia, tus groserías, tu desprecio y el que te hayas pasado con el alcohol.--Cerré los ojos y trate de calmarme, esto me afectaba.-- Y ahora llegas como si nada, a pedirme matrimonio, como si todo lo que me hiciste fuera un juego.
--Lo hice para darte esta sorpresa.
Reí.--¿Y para esto tenías que tratarme tan mal? ¿Pensabas que con eso que hiciste iba a darte el sí? Pues te equivocas Christian, no sé la respuesta.--Retire mis lágrimas y entré a la casa, dejando a un Christian dolorido.
--Querida, ¿puedo hablar contigo?--Dijo la señora Mwl con cariño.
--Por supuesto.
Fuimos hacia el living y tomamos asiento.-- Dígame.--Sonreí
--Yo sé que mi hijo y tú han pasado por situaciones muy difíciles, que a veces él es un cabeza hueca, pero, ¿no crees que tanto el uno como el otro se han hecho bastante daño? Se merecen ser felices.--Sonrió con cariño y tomó mis manos.-- Si de verdad lo quieres, vas a perdonar cualquier estupidez que haga, recuerda muy bien esta frase: "En el amor, debe existir el perdón".--Beso mi frente y salió de ahí dejándome pensando en esa frase y en sus ciertas palabras.
¿De verdad yo puedo ser feliz con Christian? Hemos pasado por muchas cosas, nos hemos lastimado el uno con el otro, pero no sé si Christian sea la persona que pueda hacerme feliz. Siempre que estamos bien, tiene que haber algo para terminar enojados o separados. ¿Cuándo habrá comprado ese anillo? ¿Desde qué día había estado planeando todo esto?
¿Será que al final podremos ser felices?
Me levanté frustrada y salí de aquella habitación, fui hacia el comedor donde ya estaban todos comiendo el postres-- Matt, vamos a casa.--Lo saque de su sillita y lo mantuve en mis brazos.
--¿Ya te vas hija?--Preguntó mi padre con el ceño fruncido.
--Sí, estoy muy cansada.--Sonreí forzada, me despedí de mis padres y de los de Christian, le di las gracias a Melina por sus sabias palabras y me dirigí hacia casa con Matt. Christian había decidido quedarse un rato más y yo no se lo negué.
Llegando a casa cambie de ropa a Matt y lo llevé a su habitación, le puse en la televisión unas caricaturas y fui a la mía. Tenía muchas cosas que recoger y lavar, ya saben labores de madre. Beatriz había llamado diciéndome que venía hacerme compañía, no me pude negar me hacía falta platicar con ella.
Llevaba tres cargas de ropa, Beatriz y yo tomábamos una rica limonada mientras recogíamos y dejábamos todo limpió.
--Me alegra que vayas a tener otro hijo.--Dijo Beatriz mientras tomaba un poco de su bebida.
--Gracias, pero al parecer a Christian no mucho.--Dije esto y al segundo se abrió la puerta de entrada dejándome ver a Christian.
--Creo que mejor me voy.--Beatriz se levantó del sofá y se despidió de mi con un beso en la mejilla.
--Beatriz espera.--Se detuvo antes de salir y me miró.--Podrías acompañarme mañana al ginecólogo.--Dije sonriente puesto que Christian solo nos prestaba atención a nosotras.
--Por supuesto.--Me guiño un ojo y salió por la puerta.
Me levanté y recogí los vasos para llevarlos a la cocina con la atenta mirada de Christian. Al ponerlos en el lavavajillas me dio un mareo que no pude mantenerme en pie y caí al piso haciendo que se rompiera un vaso. Al segundo Christian vino a mi lado y me tomó en brazos.
--Vamos arriba, te has cortado la mano con los cristales.--Christian me miró con ternura y subió las escaleras hasta adentrarse en la habitación.--Déjame curarte.--Asentí y Christian fue por alcohol y una venda.
Me desinfectó la herida con cuidado y después me colocó la venda.--Gracias.--Dije mirando hacia el piso.
--¿Qué pasa?--Christian se acercó y se sentó a un lado mío en la cama.
--Me pasa que tus acciones y actitudes me descolocan, un día estas feliz y al segundo cambias tu humor.--Me digné a mirarlo.
--Todo lo planee Jessica, sé que mis acciones y actitudes no fueron las correctas, pero quería que no sospecharas nada y comportando me así contigo sé que no sospecharas nada.
--¿Y nunca pensaste en cómo me harías sentir? Me hiciste sentir la peor de todas, tus rechazos me dolieron el que no te alegrarás porque voy a tener un hijo tuyo me dolió.--Lágrimas iban a comenzar a caer, pero tenía que ser fuerte ya me había visto demasiado débil enfrenté de él.
--Lo sé y lamento mucho mi comportamiento de un idiota, quiero tener mi propia familia, quiero pasar el resto de mis días a tu lado. Ver tu sonrisa al despertar, tu aroma y tu esencia. Ver a nuestros hijos crecer y a toda la familia unida.--Sonrió y tomó mis manos con las suyas.
--Yo no sé si lo que dices sea cierto Christian.
--Lo es, dame la oportunidad de pasar mi vida a tu lado, de hacernos viejos juntos y ver crecer a nuestros hijos. Cásate conmigo Jessica, ahora no es por dinero, ahora es por amor. Quiero casarme contigo como debe ser, porque a pesar de todo lo que hemos pasado este amor es tan fuerte que seguimos adelante. Dime que si, por favor.
Me miraba suplicante, beso mis manos y saco de su bolsillo un anillo, se arrodillo enfrente de mí.
--¿Quieres pasar el resto de tu vida con este idiota?--Pregunto con una sonrisa y yo reí.
--Sí, sí quiero.--Sonreí y el me colocó el anillo y después de esto agarró y me besó.
Espero jamás equivocarme de la decisión que he tomado, porque al final el amor es tan fuerte que puede perdonar cualquier cosa y "En el amor debe existir el perdón"