Capítulo 24.

66.4K 3.1K 61
                                    

Me levanté de inmediato.--¿ Que haces aquí?.--Pregunté sacudiendome el vestido.

Rio.-- Esa pregunta la debería de hacer yo.--Dijo sonriendo.

-- Bueno de todas maneras yo ya me iba. --Dije pasando por su lado.

--Espera.--Gritó y me sujetó del brazo.

-- ¿Que quieres Christian? -- Dije mirándole a los ojos.

-- Necesitamos hablar, quiero explicarte lo que paso con Lucía...-- Lo detuve.

-- Ya se lo que paso, no es necesario que me expliques.-- Bajo la mirada a mi panza y abrió los ojos sorprendido.

-- Cuantos meses tienes.--Dijo nervioso.

-- Los que tenga que tener, sueltame Christian.--Dije queriéndome zafar de su agarre.

-- Puedo?.-- Pregunto queriendo tocar mi barriga.

Yo tragué saliva despacio y asentí. Colocó su mano y empezó a dar suaves masajes, se agachó y beso mi panza. Empezó hablarle a mi hijo.

-- Hola bebé, soy tu papá y muero de ganas por que nazcas.--Dijo con mucha alegría en su tono de voz.-- Sabes ya que es?.--Dijo levantando la vista.

-- Si, es niño.--Susurre.

A Christian le brillaron los ojos y sonrió ampliamente. Se levantó y me tomo por la cintura, acercándome un poco ya que con mi barriga enorme no se podía tanto.

-- Te he extrañado, cuantos meses tienes Jessica.

-- Tengo siete meses.--Dije evitando lo otro que me había dicho.

-- Solo faltan dos meses para tenerlo aquí, con nosotros. --Dijo recorriendo mi mandíbula con su dedo..

-- Si, falta muy poco.--Dije con voz baja.

Christian empezó acercar sus labios a los míos. Estaba por besarme.

-- Auch!.-- Me quejé tocando mi barriga.

-- Que, que pasa.-- Pregunto Christian preocupado.

Sonreí y tomé la mano de el para ponerla en mi barriga y que sintiera como mi hijo daba pataditas.

-- Es lo mas grandioso que eh sentido.-- Dijo con los ojos cristalinos.

-- Hija, es hora de irnos.--Dijeron mis padres detrás de mi.

-- Hasta luego, Christian. -- Me despedí con un beso en la mejilla y mis padres lo saludaron con un apretón de manos.

Me despedí de los padres de Christian y nos montamos en el auto.

--Te dio una explicación?.--Pregunto mi padre.

-- No y no creo que me la de.--Dije encogiendome de hombros

El camino a casa fue tranquilo, en cuanto llegue a mi habitación, me cambié y caí en brazos de morfeo.

-- Es hora de levantarse, hija.-- Dijo mi padre, entrando a mi habitación y abriendo las cortinas dejando que el sol iluminará mi cara.

-- Déjame dormir.-- Dije cubriendome con la almohada.

-- Tienes treinta minutos para arreglarte.-- Dijo saliendo de mi habitación.

Bufé y con tanta pesadez me levante y fui a darme una ducha. Estando embarazada mi sueño era mas profundo y me costaba mucho trabajo levantarme en las mañanas. Mi padre me había dicho muchas veces que ya no era necesario que trabajará, pero me aburría demasiado en casa y para perder el tiempo iba a trabajar.

Me maquille lo normal y me puse un vestido y unas botas, me hice una coleta alta y agarré mi bolso.

Baje las escaleras y entré a la cocina, mis padres ya estaban ahí desayunando y mi plato estaba servido con deliciosa fruta y jugo.

--Buenos días, cariño.--Dijo mi madre.

--Hola, mamá. --La bese en la mejilla y fui a devorar mi plato de frutas. Terminando nos fuimos directamente a la oficina, ya que mi padre tenía asuntos pendientes ¿y yo? Mas trabajo.

Cuando llegamos mi padre se encerró en la oficina y yo me puse a trabajar. Estaba acomodndo unos archivos cuando escucho un carraspeo.

-- Hola Jessica. --Dijo Christian, casi enfrenté de mi

-- Hola.--Dije volviendo a mis asuntos.

--Podemos hablar?

-¿De qué quieres hablar ahora? -pregunté mirándolo con el ceño fruncido.

-Del porque me fui por cinco meses -respondió, con las manos en los bolsillos con su semblante despreocupado.

Asentí y fuimos a la sala de juntas, me senté y espere a que hablara, pacientemente.
Suspiró y finalmente, después de cinco minutos pensando las palabras exactas, habló.

-Me fui porque me hacía mucho daño tu rechazo, el saber que ya no me querías, que ya no seríamos una pareja, como si nunca hubiéramos existido; eso y mucho más me dolió. El saber que veré a mi hijo cada vez que tú quieras, que en unos meses estaremos divorciados, todo eso me duele -dijo con expresión melancólica.

-Christian, ¿Cómo crees que me siento yo? ¿Piensas que a mí tampoco me duele? El hecho que te viera besándote con Lucía que ella haya sido falsa o que tú lo hubieras permitido, mi hijo es tu hijo y cuando lo quieras ver lo verás pero ya no quiero que me hagas daño.

-Jessica...-

Entraron por la puerta, haciendo que Christian y yo saltáramos, una chica de recepción con una revista en sus manos entraba.

-¿Qué pasa Claudia? -pregunté al reconocerla.

-Perdone por interrumpir, pero tiene que ver esto dijo, dando un paso al frente para entregarme la revista.

La abrí y ¡Por dios!

Matrimonio a cambio de Dinero I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora