Capítulo 21.

61.7K 3.3K 104
                                    

La historia esta siendo editada, si ven mala ortografía o cosas sin sentido, pronto serán ya corregidas.

DISPONIBLE COMPLETA SOLO POR MENOS DE 24 HORAS. DESPUES DE ESTE TIEMPO, SERA RETIRADA Y SOLO SE DEJARAN LOS 11 CAPITULOS. SI QUIEREN LEERLA COMPLETA, ESTARA DISPONIBLE EN LA APP BUENOVELA. MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO Y POR DARLE UNA OPORTUNIDAD A MI HISTORIA. DESPUES DE CASI 7 AÑOS, ME ANIME A SACARLA DE WATTPAD Y PUBLICARLA EN OTRA PLATAFORMA. LAS QUE QUIERAN LEERLA POR ALLA, LAS LEO. ESTARIA ENCANTADA DE VERLAS POR AHI.



Narra Christian:

Ese dia que Jess se había ido de aquella casa en la playa, me sentí como el peor hombre del mundo. Nunca quiso dejarme que le explicará y se había ido sin mas, dejándome con las palabras en la boca. Aquella mujer que ella llamaba como amiga, me había amenazado si no la dejaba, por eso había aceptado todo esto. Por eso la había cambiado y lo peor es que no podía decirle que era lo que pasaba.









Había dolido como los mil demonios ver la expresión de mi esposa en ese momento que Lucia me estaba besando a la fuerza, al momento que yo iba a separarme, fue cuando ya era demasiado tarde para actuar. Lo peor era que Jessica se había ido pensando lo peor de mi persona. Con esa mujer tenía que estar en todo momento, no me dejaba ni respirar un segundo a solas, eso me agobiaba demasiado.













Mi consciencia no estaría tranquila, no hasta saber que fue lo que ella sintió, saber si me odiaba o si me tenía rencor, si me había dejado de querer o no sé.











Hoy cuando había ido a la oficina de su padre, estaba tan cambiada. Distinta, más mujer, adulta demasiado atractiva. Me sentí mucho peor cuando vi como me trataba, con tanta indiferencia y como si no me conociera. Esto solo yo me lo había buscado, por apoyar y dejarme llevar por una mujer que no valía ni una cuarta parte de lo que valía mi esposa para mi.











Cuando salió huyendo de la sala de juntas, algo en mi interior sentí, tenía una ligera esperanza que tal vez estuviera embarazada y que ese hijo pudiera ser mío. Pero cuando había confirmado que ese hijo era de Daniel, la ira volvió a mi, los celos se apoderaron de mi y una desilusión embargo en mi interior. Saber que otro hombre mad la tenia y disfrutaba tanto que yo no podía ya. Dije cosas sin sentido, sin fijarme en el daño que podía provocar, en el daño que le hacia a mi mujer.











Ahora me terminaba de alistar para irla a buscar y hacerle frente a esta situación. Acomodé bien mi camisa y coloqué mi traje sobre mis brazos. Subí mi auto y lo encendí, me encantaba manejarlo y más el rugido que producía cada ves que lo encendía. Tome rumbo hacia la casa de mi esposa, pase por miles de calles hasta que por fin había dado con la dirección de ella. Lo estacioné unas cuantas casas atrás para que nadie me descubriera. Me bajé del auto y coloque la alarma, corrí un poco hasta llegar a la ventana de un cuarto que estaba abierto. No sé como, pero escale como pude, como un príncipe que va en busca de su amada doncella. Entré por aquella ventana y salí en silencio de aquella habitación, ubiqué inmediatamente la puerta de su habitación. Justo cuando iba a tocar, la puerta se abrió dejándome ver a una espléndida mujer, definitivamente el embarazo que tenia la estaba haciendo mucho mas atractiva y antojable de lo que ya era. Se veía increíblemente impresionante, hermosa y sexy.











-¿Qué diablos haces aquí?- pregunto sorprendida.











-Entré por la ventana del cuarto de huéspedes.-contesté seriamente. Mi bica se secó al verla vestida de aquella manera. Aunque no enseñaba mucho, podía notar como su vestido se ajustaba perfectamente a su figura.













Matrimonio a cambio de Dinero I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora