Capítulo 35.

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Por dentro estaba que moría de enojo, mira que no reconocerme.

-Señora, es mejor que me vaya -fui hacia Matt que ya se había quedado dormido-. Despierta -susurré en su oído.

-Quédate, es el aniversario de mis padres -dijo Christian, sin darse cuenta de Matt.

-Sí querida, quédate -dijo Mel yendo hacia mí.

Rodé los ojos, algo que se me da muy bien-. Está bien -accedí y aún Christian no se acercaba hacia donde nos encontrábamos.

-Vamos a arreglarte, quedarás preciosa -dijo sonriéndome.

Matt se despertó y tomó mi mano.

-Mami, ya nos vamos ir a nuestra casa -dijo Matt un poco somnoliento, tallándose los ojos con sus manitas.

No me dio tiempo a contestar ya que Christian se acercó.

¿De quién es el niño y quién eres tú? -preguntó confundido.

De verdad que éste es idiota, a pesar de que haya cambiado y que ahora esté más guapo, que tenga barba y use trajes, lo idiota no se le quitó.

-Es tu hijo respondió Mel.

Christian palideció, se acercó a mí, sólo unos cuantos centímetros nos separan.

-Yo me voy, te espero en la habitación de invitados -dijo la madre de Christian saliendo, ninguno de los dos le prestamos atención y solo nos dedicamos a mirarnos.

-¿Eres tú? -preguntó aún sin creerlo.

-Sí, ¿O qué? ¿Ya no reconoces a la que antes fue tu esposa? -pregunté mirándolo con seriedad.

-Es que se me hace imposible, estás muy cambiada -dijo otra vez mirando mi cuerpo.

-Es lógico, toda mujer cambia después del embarazo -me zafé de su agarre, fui con Matt-. Nos vamos a casa, cariño -besé su cabeza y Christian se sentó en el otro extremo.

-¿Quién es él mamá? -preguntó mi hijo mirándolo.

Antes de poder contestar el estúpido de Christian se adelantó-. Soy tu papá -respondió agarrando las manos de Matt.

Matt me miró y frunció su ceño-. Tú dijiste que mi papá era un angelito que nos veía desde el cielo -dijo mi hijo con una mirada confundido, Christian me miró con el ceño fruncido y la mandíbula apretada.

-Ya hablaremos de eso cariño, te dejaré con la señora de la limpieza para que te cambie y comas algo, ¿Sí? -el niño asintió y salí de esa habitación donde ya me sentía bastante asfixiada, fui con la señora , le dejé las cosas de Matt y subí los escalones adentrándome en la habitación de invitados donde me esperaba Mel.

-Qué bueno que llegas cariño -dijo y me empezó a peinar y a maquillar, siendo que debería ser al revés ya que es su aniversario. Me terminó de arreglar y después yo hice lo mismo con ella. Al final nos encantó el resultado y Melina salió un rato de la habitación.

Al regresar traía dos vestidos en su mano, uno era rojo y el otro, color violeta.

-Esté, es tu vestido, lo usé cuando estaba joven -dijo con cariño, señalando el vestido violeta.

-No era necesario señora, la aprecio muchísimo y le agradezco todo -fui hacia ella y le di un abrazo, para mí ella es cómo mi segunda madre.

Nos terminamos de poner el vestido y los accesorios, y, cuando nos estábamos poniendo perfume, tocaron la puerta.

-Un segundo -pidió Mel, me puse el pintalabios mientras ella abría la puerta.

-Están guapísimos -murmuró con la voz atascada, me asomé por la puerta.

Quedé con la boca abierta, ¡Son idénticos!

Matrimonio a cambio de Dinero I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora