33 ● Me apuñalaste en el corazón ●

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Capítulo 33

STACY

Nunca me había sentido tan avergonzada como en ese momento.

Lo que veía en los ojos del chico de cabello blanco había sembrado esa sensación espantosa en mi pecho. El nudo se formó en mi garganta mientras trataba de cubrirme. Pude ver una lágrima deslizarse sobre su mejilla.

Quería hablar. Quería explicarle, pero ¿qué se supone que le diría? Lo había visto todo. Me había visto tener sexo con Jackson. Con mi primo.

Isaac negaba. No pude sostenerle la mirada más tiempo.

De pronto escuché esa risita por parte de Jackson que me hizo empuñar mis manos. Me sentía molesta conmigo misma.

—¿Te das cuenta? —su tono era de superioridad y diversión—. Ella me pertenece solo a mí. —Jackson tomó mi mentón y me obligó a ver al chico—. Mírala bien, Stacy es solo mía, nunca tuviste oportunidad. Ahora lárgate que ya viste suficiente.

Me zafé del agarre de Jack y alejé de nuevo la mirada del moreno. Las lágrimas salían de mis ojos y la culpa ya me dominaba. La puerta se cerró de un portazo que hizo que pegara un respingo.

Cuando miré de nuevo hacia la puerta, noté el ramo de rosas que el chico traía consigo en el suelo. Cubrí mi rostro deseando regresar el tiempo, pero era algo imposible.

Jackson se levantó de la cama mientras reía. Descubrí mi rostro y lo miré con molestia. Seguía riendo mientras buscaba sus cosas para vestirse.

—Eso fue muy patético... ¿viste su cara? —preguntó con burla.

Era testigo de todos los sentimientos que se arremolinaban en mí, sentía que todo había empezado a derrumbarse sobre mí y como todo se estaba poniendo claro, Jack solo quería que Isaac nos descubriera, él sabía que vendría. Me había manipulado de una forma tan ruin. Ahora dudaba de todo lo que había dicho.

—Lo sabias —casi murmuré.

Lo observé y éste sacaba un cigarro de su pantalón, lo encendió con una tranquilidad molesta, como si no pasaba nada. Se giró hacia mí y dejó salir el humo, tensando su mandíbula.

—Cierra la boca y vístete que otra persona puede entrar. —ordenó. Su voz era fría, había furia en ella y por primera vez, me miró con un desprecio que nunca antes había visto en él y me dio la espalda de nuevo.

—Eres un maldito, lo sabias... —con un poco de dificultad me puse de pie.

Jackson me dio una mirada llena de rabia mientras fumaba su estúpido cigarro.

—Tú lo planteaste todo ¿cómo fuiste capaz? —suspiró ruidosamente, apretó el puente de su nariz y caminó hacia mí dándole una calada profunda a su cigarro el cual dejó sobre la mesa para enfrentarme, lo que me hizo querer retroceder, pero la cama me lo impidió por lo que empuñé el borde del edredón en mi pecho.

Me miró de pie a cabeza y dejó salir el humo sobre mi rostro, aparté mi cara y rápidamente enroscó su mano en mi cuello apretando fuerte.

—Sí —respondió sin remordimiento alguno y se inclinó para morder mi labio inferior—. Yo planeé todo esto, yo hice que ese imbécil nos descubriera. De nada.

Me soltó bruscamente que caí sentada sobre la cama, tomó su cigarro y se alejó de nuevo.

—¿Por qué lo hiciste?

La Obsesión De Jack  ©  ✓ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora