6 ● Pesadillas palpables ●

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Capítulo 6


JACKSON

Notaba la vena de su frente palpitar, sabía que todo esto no le gustaba, pero no tenía otra opción. Ya había retrasado todo esto, era momento de que estuviéramos juntos. Stacy y yo estábamos destinados a estarlo, sin embargo, la pelirroja se negaba a todo conmigo. Y lo odiaba.

Moví mi mano al estéreo de mi camioneta para darle play a una de las músicas que me hacían pensar en ella. La miré por unos segundos y ella insistía en no darme la cara, sonreí y negué.

Here we go again

We're sick like animals

We play pretend

You're just a cannibal

And I'm afraid I won't get out alive

Tarareaba la canción y le daba miradas fugaces.

I want some more

Oh, oh

What are you waiting for?

Take a bite of my heart tonight

Tenía sus manos sobre su regazo y estrujaba sus dedos. Evitaba verme, la mayoría del camino pasó viendo hacia el frente o por la ventana, sabía perfectamente por qué hacia todo eso.

—Deja de darle vueltas, Nena. —hablé de repente por encima de la música. Noté que se removió con incomodidad.

—¿Por qué eres así conmigo, Jack? Tu siempre... has sido tan...

—Lo sé, pero me harté de ver como un puñado de imbéciles se tiran a la chica que amo. Estoy mamado, Stacy, mamado de esa mierda y para que quede claro, si me contuve fue por ti, porque sabía que esto te iba a afectar...

—¡Pero claro que me iba a afectar! —se atrevió a interrumpirme, apreté el volante con fuerza y tensé la mandíbula—. Eres mi estúpido primo ¿en qué cabeza cabe que...?

—Deja de decir que somos primos ¿puedes? —hablé entre dientes.

—No, porque si no sabías, lo somos... ¿si te das cuenta que...? Lo que querías hacer... yo no quería. —su voz se quebró un poco y sinceramente en ese momento quise darme un puñetazo, fui un idiota.

—Nena, lo sé y me disculpo por eso... no quería lastimarte, lo último que quiero es hacerte daño, perdón... ya sabes que a veces soy muy... perdón, Nena... —me atreví a observarla, no quería que por eso ella se alejara de mí, pero a pesar de eso no levantaba la mirada de sus piernas—. Nena, por favor...

—Solo llévame a casa y ya.

Suspiré ruidosamente y me centré en seguir conduciendo. Tal vez darle un poco de espacio serviría para que pudiera pensar con claridad, no podía soportar que se alejara. Ella no podía hacerlo.

Quedamos en silencio con la música entre nosotros. Debía pensar en cómo acercarme a ella sin ser un bruto, forzarla no creo que sea la mejor idea. Con Stacy debía pensar bien mis movimientos porque a pesar que no estuviera tan bien como ella quisiera y se esforzaba en hacerlo creer, no era fácil de manipular.

—Jack ¿sabes que pasó ayer? —preguntó de pronto, interrumpiendo mis pensamientos—. Yo... no puedo recordar nada ¿Cómo pude haberme embriagado con nada?

Esa pregunta fue más para ella que para mí, sin embargo, lo escuché a la perfección.

Noté que mis músculos se tensaron, apreté el volante de nuevo, tanto que mis nudillos se pusieron blancos, fruncí mi entrecejo y me quedé en silencio, negando.

La Obsesión De Jack  ©  ✓ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora