30 ● Vía de escape ●

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Capítulo 30

STACY

Después de hablar y ponerme de acuerdo con Abner, busqué a Damián por toda la casa y cuando lo encontré a metros de Stella, le pedí que me llevara a casa. Fue un alivio que Abner me prestara su suéter, pues no se notaban las marcas que Jackson me había dejado en mis brazos.

No volví a verlo en toda la noche y lo agradecí. A pesar de sus estúpidas amenazas, no pensaba seguir dejándome de él, ya me había hartado. Yo nunca me había dejado de nadie y era hora de que hiciera algo al respecto para que ese idiota dejara de humillarme.

Al día siguiente, estaba frente al espejo tratando de ocultar muy bien las marcas de mi cuello, ya había hablado con mamá de que iría a visitar a un amigo, escuché que mi celular vibró, puse mis ojos en blanco al ver que era un mensaje de Jackson, sin embargo, no pensaba responderle.

Mi celular volvió a sonar, eran más mensajes del pelinegro así que no tuve más opción que silenciarlo y bloquearlo de mis otras redes, un mensaje nuevo llegó, éste era de Abner, estaba fuera de mi casa.

Salí sin perder tiempo y cerré la puerta tras de mí, y ahí estaba él, de pie a lado de su auto. Llevaba puestas unas gafas de sol, una franela y pantalones negros, encima una chaqueta naranja, sus manos estaban dentro de los bolsillos de ésta, sus tenis eran del mismo color de la chaqueta y su cabello estaba desordenado, era como si pasara sus manos por el constantemente. Se veía tan fresco y tan relajado.

Abner avanzó hacia mí y me dio un beso en la mejilla en modo de saludo.

-¿Lista? ¿Cómo amaneciste? -preguntó amablemente.

-Bien. Aunque te confieso que no pude pegar el ojo en toda la noche pensando en él. -dediqué una sonrisa triste.

-Me imagino que sí. -caminamos hacia el auto. Él sacó su celular y miró algo en él-. Le pedí a mi hermana que distrajera a Jackson, así que no nos preocuparemos porque se aparezca en el hospital. Puedes estar tranquila.

-Gracias.

Sin más entramos al auto para rápidamente ponerse en marcha. Miré mis manos, no sabía por qué me sentía un tanto nerviosa. El castaño pareció notarlo porque rompió el silencio que había entre los dos.

-Tranquila, mi hermana me avisará cualquier cosa. Puedes dejar de estar nerviosa.

-No estoy nerviosa por Jackson, Abner -respondí y me atreví a verlo.

-¿Entonces? -sentí que las mejillas se enrojecieron y aparte mi cara-, oh, creo que entiendo..., me contó que salieron un par de veces -dijo refiriéndose al pelirrojo-, y déjame decirte que jamás lo he visto así de entusiasmado, ni siquiera con Wanda que según lo amaba... -se cortó enseguida y carraspeó nervioso-, la emoción y el brillo que tenía cuando me habló de ti fue..., me hizo sentir celoso.

-¿Por qué? -lo miré de nuevo.

-Nunca he sentido eso, Stacy..., jamás.

-Bueno, de seguro algún día llegará esa personita que haga que ese corazoncito se sienta así ¿no crees?

-Ya no sé -me miró significativamente-, mis dos mejores amigos están interesada en la que yo quería.

Mis nervios aumentaron enseguida. Me quedé en shock y sin saber qué hacer, aparté mi cara hacia la ventana. Abner era muy atractivo, sin embargo, solo era el chico con el que pasaría una sola noche y ya. Que dijera eso me puso nerviosa y me hizo que sintiera una presión en un lugar que no debía sentirla.

La Obsesión De Jack  ©  ✓ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora