La Obsesión De Jack © ✓ |

32 ● Ligeras sospechas y fuertes manipulaciones ●

Capítulo 32

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ADVERTENCIA

Contenido sexual explicito

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STACY

Era el... no recordaba cuantos tragos llevaba ya, pero lo tomé sin importarme nada mientras miraba la marca que tenía alrededor de la muñeca.

Está más que claro que logré escaparme de casa de Jackson. Fui sin pensármelo dos veces a la comisaria, tenía pruebas suficientes para denunciarlo, pero una foto de mi madre en su oficina me detuvo. Al parecer había subido a su cuarto en el momento exacto en el que yo estaba a pocos metros del lugar y su mensaje llegó.

No podía exponerla. No lo haría, aunque eso significara seguir en esta mierda.

Alcé la mirada y puse mis ojos en blanco al instante en el que volteé hacia atrás y miré que Isaac seguía con esa chica, Stella. Me volví de nuevo para servirme otro trago, lo tomé enseguida e hice una mueca cuando pasó ardiendo por mi garganta. Me sentía terrible.

No sabía nada de Guzmán. Jackson encontraba la maldita forma de acosarme. Ya ni siquiera me ayudaba desahogarme con Adriel o con Damián. Era frustrante. Sin embargo, decidí asistir a la fiesta que Romina había decidido hacer de pronto, la excusa era que estaba yéndole bien en el instituto, no me importaba lo ridículo que eso sonara, lo único que quería era pasarla bien y no sentir.

Me serví otro trago y antes de que pudiera llevarlo a mi boca, alguien lo impidió en el momento en que habló tras de mí.

—Creo que ya tomaste lo suficiente ¿no crees? —me tensé un poco al escuchar su voz, pero volteé para enfrentarlo—. Me tienes olvidado, Stacy.

—Creo que quien me tiene olvidada a mí es otro... —me acerqué al chico—, su atención está en otra..., persona.

Isaac enarcó una de sus cejas y miró hacia atrás.

—¿Qué? Por supuesto que no es así, solo soy amable con Stella, aun no se siente en confianza con nadie.

—Oh, ya veo..., se siente muy cómoda contigo, por lo que veo. —el chico me miró con ojos entornados. Ya estaba muy ebria y decía estupideces.

—¿Estás celosa?

—¿Yo? ¿celosa? —solté una risita ridícula y negué—. No, para nada..., entiendo cuando una de mis amigos quiere hacer su... obra de caridad.

—¿Uno de tus amigos? ¿ahora eso es lo que soy?

—Es lo que siempre has sido, Isaac..., no recuerdo que me hayas preguntado si quiero ser tu novia o algo.

—Oh, con que esas tenemos.

—Si me...

—Nena

Ese escalofrió recorrió de nuevo mi espina dorsal. No quise voltear. Había estado tan bien esa semana y ahora aparecía de nuevo. Miré a Isaac quien miró detrás de mí y asintió.

—Nos vemos al rato, Stacy.

—Espe...

Una mano que se enroscó en mi brazo de forma brusca y rápida me impidió detener al chico de cabello blanco. Jackson me pegó a su cuerpo y su aliento caliente los sentí muy cerca de mi cuello.