24 ● Que comience el juego ●

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Capítulo 24


Antes de este hay un pequeño extra y un capítulo, por si acaso wattpad los trajo a este primero

STACY

—Así que solo decidiste que sí asistirás a la fiesta ¿eh?

El vaso de jugo que llevaba en la mano, cayó al suelo después de que, gracias al imbécil de Jackson y su maldita obsesión por aparecerse de pronto, lo soltara.

Se había sentado sobre el alfeizar de la ventana y gracias a que yo tenía las luces apagada, solo podía ver su silueta. Se puso de pie y dio un par de pasos hacia adelante, la iluminación de la televisión solo le alumbraba la mitad de su cara, dejándolo ver así mucho más aterrador e intimidante.

—¿Qué haces aquí? —pregunté a lo que él solo hizo un ruido extraño con la boca y negó.

—No, nena, soy yo quien hace las preguntas aquí.

Tragué con dificultad cuando volvió a avanzar hacia adelante, esta vez lo hizo para encender la luz de la sala. Y no supe que me parecía mejor, si ver solo su silueta en la oscuridad, o verlo con luces encendidas, enfurecido.

Me limité a no decir nada e inclinarme para recoger los cristales rotos del vaso y enseguida, la mano de Jackson se enroscó en mi brazo para levantarme con brusquedad.

—No se te ocurra ir a esa fiesta.

—¿Y quién me lo va a impedir? ¿tú? —lo reté. Jackson sonrió, pero su rosa no era inocente, no, era furia contenida.

—Ay, nena, a veces no sé qué pasa por tu cabeza para creer que puedes retarme. —apartó un mechón de mi cabello e intentó besarme, sin embargo, alcé un trozo de cristal y lo amenacé.

—No te atrevas a hacerlo, Jackson, porque no respondo.

El pelinegro dejó de sonreír y miró el trozo de cristal que sostenía en la mano.

—No te atreverías.

—Ponme a prueba, Jack, estoy harta de esta mierda. Y créeme, ya me da igual lo que digas, así que aléjate sino, no respondo.

Alternó la mirada entre el objeto y yo, me soltó con cuidado y alzó sus manos a la altura de sus hombros mientras retrocedió un paso.

—Bien.

—Sí —me sentía con valor en ese momento, así que empuñé mejor el objeto sin dejar de amenazarlo—, ahora vete de mi casa y por favor, no regreses de nuevo. No eres bienvenido.

Jackson apretó su mandíbula, pero de pronto, empezó a sonreír mientras negaba varias veces. No iba a negar que eso me ponía el triple de nerviosa, pero no me dejé amedrentar, seguí amenazándolo con el objeto y avancé un paso hacia él.

—Vete, Jackson.

—¿En serio, nena? ¿en serio vas a obligarme a hacer esto?

Empezó a bajar sus manos con una lentitud desesperante y el corazón empezó a irme más rápido.

—Vete, solo lárgate de aquí.

—Nena...

—¡Que te vayas! ¡vete o llamaré a la policía!

—Hazlo —me retó y avanzó un paso hacia mí.

—Note acerques.

—Vamos, llama a esos idiotas, nena.

La Obsesión De Jack  ©  ✓ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora