La Obsesión De Jack © ✓ |

3● No hay límites ●

Capítulo 3

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Maratón 2/2

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STACY

«Una nueva víctima del temido Murder red, ha sido encontrada en las afueras de la ciudad, con esta ya serian seis chicas, a las que este asesino les quita la vida...»

—Creo que esto se está saliendo de control —Sheryl habló, haciendo que apartara la vista del televisor, fue cuando note que estaba enterrando mis uñas en las palmas de mis manos.

Cerré los ojos para tratar de controlarme, tomé una bocanada de aire y volví a mirar a la pelinegra.

—Estoy muy asustada, incluso mamá ha impuesto el toque de queda en casa, no puedo llegar después de las siete —Betty opinó mientras miraba el precio de uno de los vestidos.

—Es terrible, pero no creo que estemos segura si no salimos en la noche, la chica que encontraron la otra vez, dijeron que no llegó a la universidad, eso en la mañana.

—Por favor, no hablemos de eso ¿sí? —pedí a ambas chicas—. Aún tengo pesadillas por eso y recuerden que estaré sola, al menos unas dos semanas.

—¿Siempre si se fue Hermione?

—Sí y la verdad es que me da algo de miedo.

Seguimos recorriendo el centro comercial en busca de nuestros atuendos para la noche del aniversario del instituto. Mamá tuvo que viajar fuera por asuntos de trabajo, no lo iba a hacer por miedo a dejarme sola por lo que estaba pasando con ese asesino en serie, pero al final logré convencerla. Claro, prometiendo que no tomaría ni llegaría tarde a casa y que si me sentía mal le avisaría en seguida.

Temía que entrara en una crisis, no estaba bien, sin embargo, eso era cosa que mis amigos, a excepción de Damián y Kevin, no sabían.

Mientras Betty se probaba un vestido, sentía el peso de una mirada sobre mí, seguido de un escalofrío que recorrió mi espina dorsal, miré de prisa sobre mi hombro barriendo el lugar, había pocas personas, sin embargo, no logre ver nada sospechoso, negué y regresé mi atención en Sheryl quien me hablaba del chico que la traía loca y fingí que la escuchaba, pero minutos más tarde volví a sentirme observada.

—Stacy ¿estás bien? —preguntó la pelinegra.

—Sí, es solo que me está empezando a doler la cabeza —mentí porque no quería asustarla.

—Apresuraré a Betty, lleva un buen rato dentro del probador. —Sheryl se puso de pie para dirigirse hacia los probadores, lo que aproveché para observar mejor mi alrededor fingiendo que buscaba un vestido.

Mi corazón latía de prisa, mis manos temblaban mientras pasaba varios vestidos y seguía sin mirar nada sospechoso, cerré mis ojos y me obligué a tranquilizarme.

«Estas paranoica, Stacy» me dije a mí misma y solté un suspiro. Me giré con la intención de regresar con las chicas, pero me llevé el susto de mi vida al encontrarme con un tipo enorme que me observaba de pie a cabeza.

—Humm... lo siento —me disculpé sin saber por qué e intenté pasar, solo que él lo evito.

—No, discúlpame a mí —dijo con un acento muy bien marcado, lo que me hizo saber que no era de por aquí—. Te asusté, no era mi intención.