Una historia romantica donde un amor del pasado vuelve de un planeta lejano para ver si ese amor aun puede floreser. Pero para lograrlo necesia enfrentarse con muchos oponentes y un obscuro pasado.
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En una mañana tranquila y agradablemente fría, dos saiyajines se encontraban en la sala disfrutando de un beso apasionado, como todos dirían, " Después de una discusión, hay una reconciliación" y esa regla implica a esos dos saiyajines.
La forma en que se demostraban amor era incomparable, las caricias eran suaves pero a la vez tan penetrantes y sensuales al igual que los besos y las miradas, ambos se miraron profundamente para lograr escanear y saber que es lo que desea el otro.
- Con que eso deseas? - Hablo lo que pensó Kakaroto al descubrir lo que quería su amor.
- Haber... según tu, que es lo que quiero? - Preguntó Vegeta con esa mirada que tanto le encanta a Goku, este al verlo tenía esas ganas que siempre tuvo de llenarlo de besos sin parar, y eso fue lo que izo, tanto fue el cariño que le daba que Vegeta no se dio cuenta que Goku los había transportado a su habitación, gracias a la luz del sol que pasaba por su ventana logro pensar eso. - ¿Qué hacemos en nuestra habitación? - pregunto pensativo.
- Es que... espera, acabas de decir ¿nuestra habitación? - pregunto sorprendido Kakaroto, en el tiempo que estaban viviendo juntos, Vegeta tenia la costumbre de decir "la habitación de Kakaroto" y es la primera vez que lo pone a la habitación como "nuestro".
Nuestro pequeño y adorable uke, al escuchar esas palabras, reflexiono lo que dijo y se sonrojo al tal punto de parecerse a un tomate, un tierno y adorable tomatito - Y-yo no dije eso ya?Tan solamente dime ¿Qué hacemos aquí? -
- ¿Qué no querías hacerlo mas cómodo y romántico nuestra mañana? -
- ¿Que? ¿Cómo es que... - Sin terminar la frase, nuestro romántico peli-palma le dio un delicado beso, no lo dejo terminar solo para consumir de una vez el acto.
Entre besos y caricias se iban desasiendo de la ropa, mutuamente, caricias suaves, besos salvajes, los sonidos de los chupetones y de las mordidas eran muy escuchadas, sonaba como un eco en la cual se escuchaba en todo el cuarto, apegados desnudos, entregándose uno al otro sin ninguna pena...
- Vegeta... eres muy hermoso... tu piel es muy delicada, y sua... - dejo de hablar cuando sintió algo que se sobresalía de su piel, específicamente en su espalda, rápidamente Vegeta aparto la mano de su espalda para que dejara de tocar - ¿Qué paso Vegeta? ¿Por que apartaste mi mano? - No dijo nada, solamente vi que su rostro cambio a una aterradora, vi mi mano y divise como un liquido de color piel como maquillaje - ¿Vegeta que es esto? - se quedo callado mirando a otro lado - Vegeta, dímelo ahora - no contestó, solo quería respuestas y me las tendra que dar - ¡Vegeta dime quien carajos te iso esto!
A modo de defensa respondió con grito - ¡Fue mi padre! ¡Después de que se enterara de que quería escapar para buscarte, me tenia encerrado en una celda sin comida y sin agua durante dias, semana, meses... Años! ¡Es en donde el desgraciado de Nappa le decía mentiras a mi padre para solo empeorarlo mas, y sabes? Solo lo hacia por que el quería aprovecharse de mi al estar en la celda solo, haci que empezó a azotarme cuando mi padre le ordenaba, hasta cuando no! -
Las lagrimas en silencio comenzaron a salir del perfecto rostro de Vegeta, lo hacía llorar la ira y la vergüenza de ser mirado con tristeza y pena, lo odiaba...
El día ya no era perfecto, el aire ahora era espeso y con aura bastante mala, Goku lo único que izo era consolar a su amado de la forma que tanto le gustaba.
Con delicadeza, tomó sus mejillas y los limpio tan suavemente con temor a que se rompan, izo que lo mirara a los ojos y lo abrazo.
- Escuchame... Ahora tu eres muy importante para mi, y si algo te llegara pasar no sabría como reaccionar, (traficando rimas :v) no me importa si te isieron algo esos bastardos hace tiempo por que tu eres mi presente ahora y me importa mas tu que ellos, y en este instante te haré sentir bien -
El pequeño solo se sonrronjo por tal bellas palabras de su amado, con lentitud lo volvió a recostar en la cama y...
