Reglas

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Como en las mil y una noches donde Scherezade mantenía el interés del malvado Sultán con historias maravillosas y así sobrevivir las noches y salvar la vida de las mujeres del imperio.
Esa noche me sentí como Scherezade, no había un malvado Sultán y no salvaba vidas, mi oyente era un hermosa mujer a quien quería cuidar de si misma.
Abril estaba tan interesada en mi pasado era como una niñita a quien le cuentas un cuento de fantasía, parecía no tener sueños y a mi la fiebre me había bajado, gracias a los remedios de Nana que si son benditos.

Pasado

Regrese a casa, necesitaba recargarme de fuerza que solo mi madre me puede dar, al verme llegar corrió abrazarme y a cubrirme de besos, mis hermanas solo reían y corrieron a nuestro lado, éramos unidas y siempre fuimos positivas que la vida mejoraría para nosotras, pero yo había perdido la fe y sin fe estas perdida.

Era la última semana de clases ya había presentado los exámenes finales y sólo estaba a la espera de los resultados.

Me levante muy temprano, tome una ducha, mi outfit para ese día un vestido con florecitas y unas sandalias color azul marino, no utilizaba maquillaje era más que suficiente con el rojo de mi cabello que siempre resaltaba en mi. A donde vas me pregunto Mi madre? , iré a la U le respondí, se sorprendió cuando le dije que tenia que ir, porque desde que inicie la carrera no me presentaba la última semana y los resultados solo los revisaba por la página de la U.

Tengo que presentar unos exámenes, la profesora que se ausentó una semana por su apendicitis tomará sus exámenes esta semana son los últimos que me faltan, le dije y así fue como empecé con las mentiras y justo con mi madre mintiéndole por primera vez.

Había quedado con Natalia de reunirnos en la U para crear mi perfil en la pagina donde ella conseguía sus clientes. Era una red muy segura creada para cuidar la identidad de quien de su servicio y quien lo adquiera, una red creada solo para clientes con dinero de todo el mundo. Las mujeres y hombres que daban su servicio de dama u hombre de compañía tenían su cuenta con un perfil y una contraseña, Natalia no podía ver la información de absolutamente nadie más que no fuera la de ella, solo podía ver la información de los clientes y los clientes no podían ver quien más adquirían los servicios solo la información de quien lo daba.

Pará las personas que querían ofrecer su servicio era muy difícil ingresar a dicha red, eran evaluados por los creadores que tardaban entre dos meses para dar respuesta y luego de ser aceptados debían cumplir con un lineamiento que si se violaba serían demandados y pagar una fuerte suma de dinero. Cuando eres recomendado es más fácil ingresar, Natalia pertenecía a esta red hace dos años y en esos dos años hizo contactos con influencia que me ayudaron a ingresar en un solo día.

Ya estaba todo listo, mi cuenta mi perfil y contraseña.

Y debíamos seguir con la publicación de mi virginidad.

La descripción de lo que ofrecía decía lo siguiente.

**Me llamo Amelia Oliveida tengo 18 años, soy Brasileña y vendo mi virginidad.

Responderé los chat de las personas que ofrezcan el monto que me he propuesto. **

Natalia: Quieres agregar algo, cambiar alguna palabra?

No, está bien así le dije.

Natalia me miró me regalo una sonrisa, suspiro ondo, adjunto el video y lo publicamos, estaba listo, me estaba vendiendo como un trozo de carne.

Desde el día que le dije a Natalia vendería mi virginidad quedamos en esperar toda la semana para leer las propuestas que recibiría, desde la hora de haberse publicado ya habían propuestas.
Llegó sábado, el día donde escogería a la persona a quien me vendería.
Estaba muy nerviosa creí que las propuestas no llegarían al monto que escogí.
Entramos a mi perfil y nos encontramos con 60 chats de hombres del todo el mundo, todos ofrecían grandes sumas de dinero que sobrepasaba los 100 mil dólares, cinco hombres llegaron a los 500 mil dólares que me propuse, dos hombres propusieron 1 millón de dólares, todos excepto uno me pidieron fotos posando completamente desnuda, el hombre que no pidió fotos me propuso una cita antes de la noche que le vendería mi virginidad, era un hombre Asiático de Korea del Sur, fue a él a quien escogí y el monto que propuso fueron 600 mil dólares.

Virginidad, ¿A La venta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora