Virginidad, ¿A La venta?

Te Encontraré

Tenía que tomar una decisión, siempre me digo lo mismo, pero en verdad ya no había marcha atrás, había pensado tanto en ello o en otras soluciones pero nada me favorecía, lo único que me quedaba era vender mi virginidad y no estaba preparada para dar ese paso, creo que nadie esta preparada a perder su virginidad con una persona desconocida, no sabía con quien hablar de ello, nadie me apoyaría nadie me entendería lo único que recibiría serían críticas y que todos me juzguen , debía buscar a alguien que me entendiera que haya pasado por lo mismo, así que para ello debía dar con la chica del periódico, había mucho de ella que me intrigaba y quería saber si todo lo que se dijo en el periódico era verdad, necesitaba escuchar su versión y saber que paso después de haber vendido lo más preciado para una mujer.

El problema era dar con ella luego de lo ocurrido por culpa del periódico ya que pusieron su vida en peligro, lo único que sé es que se fue de su país y que ahora está viviendo en España, tenía que sacar mis dotes de detective y dar con su paradero.

Busque información del periódico en Google, entre a muchas paginas buscando un numero telefónico alguna dirección pero lo único que encontraba era sus noticias mas relevantes que para mi no tenían nada de interés, había pasado casi toda la noche pegada a mi computadora sin ninguna información de valor, cuando ya había decidido irme a dormir ya con mis ojos casi cerrados leí un pequeño párrafo en el cual se encontraba el tan anhelado numero telefónico, sin pensarlo dos veces me dispuse a llamar pero inmediatamente capte que ya era muy tarde y que de seguro nadie respondería mi llamada, así que guarde el numero telefónico en mis contactos y me fui a dormir, tranquila esperando llegue el nuevo día para poder seguir con la búsqueda por el reportero.

Al otro día ya en horas laborales realice la llamada por mas de una vez, llamaba y llamaba y nadie respondía, cuando al fin se dieron al trabajo de tomar el teléfono de una manera no muy atenta me respondieron.

- recepcionista: Halo muy buenos días que necesita?

* Hola, Muy buenos días, Usted no me pregunto pero le informo que se esta comunicando con Abril Santorini, el motivo de mi llamada es para solicitar información del reportero que hace unos meses publico una noticia sobre la brutal agresión que recibió una chica brasileña por vender su virginidad, inmediatamente la recepcionista me respondió diciendo que no estaba autorizada a dar ese tipo de información y mucho menos por llamada sin dejar le de las gracias por lo nada que hizo termino la llamada dejándome con la palabra en la boca, en mi enojo y con el teléfono en mi mano y apegado a mi oreja grite que me quejaría por su mala atención.

frustrada por mi intento fallido con la llamada decidí ir personalmente al periódico para hablar con el director sobre el reportero y de paso acusar a su recepcioncita , esperaba que no sea tan difícil hablar con el director, en la misma pagina donde encontré el número telefónico encontré la dirección, la anote en mi agenda tome mi bomber color negro las llaves de mi moto y Salí de casa rumbo al periódico, no fue muy difícil dar con él lugar, parqueé mi moto, me quite mi casco, arregle un poco mi cabello desordenado, y me dirigí a portería, el chico que estaba de turno no podía disimular sus miradas hacia mí, y como no hacerlo? si soy una chica muy hermosa, para poder sacar alguna información debía utilizar mis dotes de chica seductora, muy dulcemente le sonreí y le salude, saludo que respondió inmediatamente.

*Disculpa estoy buscando al director del periódico, soy periodista y vengo a dejar mi currículo, me podrías ayudar?,

"Le quiño el ojo"

El chico estaba sonrojado. Y entre tartamudeos me llevo hablar con el director.
Pasamos por frente de la recepcionista estoy segura era la chica que tomo mi llamada y al igual que el chico no podía dejar de mirarme, ese efecto es muy común en mí, siempre despierto el interés entre chicos y chicas y con un guiño de ojo y una sonrisa le salude pasando por frente de ella, rumbo a las oficinas del director, en mi mente me reía en su cara pues le acusaría por ser una incompetente, mentira, no lo haría.