En el Hospital

533 19 0
                                    

Las piedras caían muy fuerte, eran muchas y difícil de esquivar, miraba como mi padre trataba de agarrarse de las rocas pero era imposible.

El punto de equilibrio no había quedado bien asegurado y no soportaba el peso de papá, sus ojos trataban de darme seguridad, pero sabía que algo estaba mal.

Sentí el impacto en mi cabeza, una roca me había caído encima, empecé a ver todo borroso y a perder el control de mi cuerpo, ya no podía moverme.

El peso de mi cuerpo jaló a mi padre, el punto de equilibrio se zafó por completo, la cuerda empezó a correr sin detenerse y el mosquetón de seguridad no se bloqueaba, no había un punto vital entre mi padre y yo; el ultimo punto se encontraba a cinco metros. Estábamos cayendo.

Todos los recuerdos de mi vida pasaban como imágenes en mi mente,

mi vida estaba por terminar, no era eso posible, me quedaba mucho por vivir, aún no encontraba al amor de mi vida, tenía muchos sueños, muchas metas.

De repente sentí como me detenía en seco, el grito tan fuerte y lleno de dolor que mi padre había dado fue lo ultimo que escuche; nos detuvimos, habíamos llegado al punto mas cercano, mi cuerda se había enredado en el cuerpo de papá o eso creo, mi peso fracturó su columna, el impacto hizo que parara en seco golpeando mi cabeza contra la montaña quedando inconsciente.

Desperté en un lugar lleno de luz, una luz que quemaba mis ojos.

~ ¡Está despertando! - eran las palabras que se escuchaban a lejos junto a unos sollozos que me llenaban de miedo.

~ ¡Mi amor! Mi pequeña. Ohh bebé. - era mi madre, estaba ahogada en llanto, sus lágrimas ocultaban el azul cielo de sus ojos. Ese azul que desde mi primer día en este mundo me dieron la seguridad y la paz que necesito para ser feliz. Hoy estaban oscuros, lo que me hizo dar cuenta de que algo malo había pasado.

- Mamá ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? ¿por qué estas llorando?. Le pregunte, - sentí un fuerte dolor en mi cabeza que me hizo marear, recordé todo el accidente y el fuerte grito de papá.

- ¡Ohh mi Dios! ¿y mi padre?. Mamá dime dónde está mi padre, por favor, dime que está bien, le preguntaba a mi madre, quien solo lloraba, mis lágrimas no paraban, me dolía el corazón y sentía un nudo en mi garganta, no podía respirar, solo quería saber que había pasado con él.

~ Amor respira, ¿si?. Tu papá esta bien, tienes que tranquilizarte. - me respondió, trataba de hacerse la fuerte.

- Quiero verlo mamá, por favor dile que venga. - le pedía a mi madre lo trajera

Mi madre solo lloraba, sabia que algo malo había pasado. Me puse como loca, mi cabeza no dejaba de doler, intenté levantarme de la cama. Comencé a quitar las agujas que tenia en todo mi cuerpo, causándome mucho daño, daño que en ese momento no sentía.

Estaba en una crisis nerviosa, mamá llamó a las enfermeras, una de ellas inyectó algo en mi, un sedante. Las fuerzas se fueron debilitando, mi cuerpo dejo de responder y mis ojos se cerraron otra vez.

*Luego de unas horas*

Nuevamente estaba despierta, observé todo el lugar, era una habitación muy grande, sus paredes eran blancas, no habían ventanas, tenía muchos aparatos y unos cuantos muebles. Mamá estaba recostada en uno de ellos. Estaba profundamente dormida.

- Mamá, mamá. - empecé a llamarla, pero ella no me escuchaba así que le llame más fuerte. - ¡Mamá! - grité, haciendo que mi madre despertara muy asustada.

~ ¿Qué sucede amor? - me dijo, con su voz adormilada y su mirada perdida.

- Tengo sed.

Ella me llevó un vaso de agua y me ayudo a beberlo, no podía mover mi cuerpo y lo sentía algo pesado.

~ ¿Estás más tranquila?. - me pregunto.

- Si mamá, ya estoy mejor. Ahora me puedes decir qué pasó con papá, ¿él esta bien verdad? ¿Dónde está?. Quiero verlo.

~ Tienes que ser fuerte amor - respondió ella.

Virginidad, ¿A La venta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora