Silenció ensordecedor

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*De regreso a casa*

Había llegado hace unas horas luego que Nana me dejara a solas en el Cementerio como se lo habia pedido, no me hallaba capaz de entrar a casa, observaba el jardín que hace meses era lleno de vida y belleza, cada una de las flores tenian su historia, como mamá les cuidaba para que no murieran, muchas de ellas traidas de otros paises otros continentes. En su primavera nuestro hogar era visitado por muchos solo para ver la variedad de colores y disfrutar las miles de aromas. Era como si las flores sentian mi tristeza, ellas estaban igual de tristes, sus  pétalos estaban marchitos sin color la tristeza invadia mi hogar.

El recorrido hasta la entrada de la casa se hizo eterno, sentía que cada paso que daba en vez de acercarme, me alejaba, ya frente a la puerta mis sentimientos me hacían dudar de si era el momento de entrar aquel lugar donde guarda tantos recuerdos de mi familia desde mi primer día en este mundo, todas las fechas especiales, reuniones familiares se guardaban allí dentro.

Deje mis miedos a un lado y entré, un silencio ensordecedor me daba la bienvenida dejando a un lado las sonrisas que me recibían cada vez que llegaba, se habían apagado para siempre y el azul de mi cielo que veía en los ojos de mis padres ya no se veía, me sentía tan sola en un lugar tan grande.

Estando ya en casa no podía creer aceptar que una mujer tan religiosa y temerosa a Dios llegara a quitarse la vida y es que no entendía como pudo pasar si hace unos días me pidió ayuda para dirigir la industria, tenía muchas ideas para seguirla llevando en el nivel en que mi padre la tenía.

Le veía muy fuerte aun cuando en las noches le escuchaba llorar sabía que ella se estaba manteniendo de pie por mi padre y por Mi.
Algo paso para que ella se rindiera, y saber que recibió una visita me hizo dudar mas que se haya quitado la vida.

Estando en casa  y sentirme tan sola tome una decisión que me daría oxigeno por un buen tiempo, me dirigí a la habitación de mi padre, debía contarle lo que había decidido.

Al entrar el llanto me invadió, verlo allí sin saber qué estaba ocurriendo a su alrededor, para él, el tiempo se había detenido, para nosotros los segundos venían con  duros golpes, ¿Cómo decirle que su mujer ya no estaba con nosotros? Que al despertar no la encontrará, que a su llamado no atenderá.

Me estaba volviendo loca; no soy de pensar en el mañana, siempre me caractericé por vivir el día a día, pero hoy era distinto y el mañana me aterraba.

Necesitaba de mi héroe, de sus súper abrazos, quería correr a su lado pero sentía que si lo hacía le transmitiría todos mis sentimientos, debía estar fuerte para él,  soy lo único que le queda y él es lo único que tengo en este mundo además de mi nana.

Me recosté a su lado tomando una de sus manos, se sentía tan bien sentir el calor de su cuerpo, aunque estaba un poco frio, pero se sentía muy bien, no me importaba él frío todo a su lado me daba paz, se puede estar acabando el mundo y me daba igual porque él estaba junto a mí.

-Tomé una decisión, sé que esto no te va a gustar pero no sé que más hacer, todos mis ahorros están por terminar y los gastos siguen aumentando.

Esta casa es muy grande y me siento muy sola en ella, están las enfermeras y la nana, pero aún así sigue siendo muy grande, los gastos que requiere su cuidado y el mantenimiento son muchos y no podemos darnos el gusto de gastar lo que no tenemos, la pondré en venta, con el dinero que obtenga compraremos una casa más pequeña pero que sea muy cómoda y amplia, tendrá su jardín y nana cuidará de ella, así que cuando despiertes verás la casa tan hermosa como te gusta a ti, cada mañana te llevaré las más bellas flores para que sientas su aroma, con el dinero que sobre podremos pagar el mantenimientos de las maquinas, le pagaremos a las enfermeras, compraremos tus medicamentos y hasta nos alcanzará para los gastos del hogar.

Quería creer, él me escuchaba, que me apoyaba en todo, necesitaba que me dijera que todo saldría bien y que no me estaba equivocando.

Me acerqué más a él cruzando mi brazo por su pecho, comencé a sentir mis ojos pesados, hace mucho que ya no dormía.

**Punto de vista de nana**

Era una familia tan feliz, tan unida, llena de valores, siempre cuidé de Alejandro, desde el  momento en que llego a este mundo, perdió a su madre cuando tan solo tenía dos años, cuidé de él y su hermano, el cual solo tenía un día de vida cuando su madre murió, fue un embarazo de alto riesgo y los médicos no pudieron hacer nada para salvarla ya que ella había decidido por la vida de su hijo.

Alejando siempre fue muy responsable y se esmeraba por demostrarle a su padre lo mejor de él, Para su padre él era su más grande orgullo y eso Daniel jamás le perdonó.

Al morir el Sr. Francisco dejó a sus hijos de herederos por igual, Daniel era joven y no se veía en una oficina malgastando su vida como solía decirlo, para él la vida estaba en viajar y conocer nuevas culturas, disfrutar su juventud era vivir de los juegos de azar, las mujeres y el alcohol, así que vendió su parte de la herencia desapareciendo por años, luego de mucho volvió, se aprovechó del buen corazón de mi Alejandro quien no dudó en ayudarlo.

No entiendo cómo se atrevió a dejar sola a su sobrina, quitarle todo su dinero, dejar morir a su hermano el que tanto lo defendía de las críticas de su padre y lo consolaba después de  cada rechazo recibido por el Sr. Francisco.

Entre a ver a mi niño Alejandro, todos los días desde su accidente lo acompaño por horas y le leo las ultimas noticias, hoy no sería diferente, al entrar encuentro a mi niña Abril dormida abrazada a su padre, está más delgada, se que no está durmiendo bien y que además casi no come, me da pena despertarla pero hace unas horas debíamos cambiar las canalizaciones y alimentarlo, así que con el dolor de mi alma la desperté.

-Despierta mi niña - le dije

*Nana? - respondió un poco asustada.

-Te has quedado dormida y debemos alimentar a tu padre.

*Ohh si, lo siento, estaba muy cansada y me quede dormida - me respondió

-Esta bien que hayas descansado un poco cariño, ve a ducharte yo me encargo de Tu padre, luego bajas para que cenemos, si?.

Esta bien Nana, muchas gracias... respondió, besó a su padre  para luego besarme a mí *Nos vemos luego - me dijo saliendo de la habitación.

**En la cena*

Estábamos todos en la mesa, listos para cenar. Las enfermeras servían la cena que yo había preparado, me decidí por arroz mixto, el preferido de Abril, con una ensalada de atún, quería que la niña Abril por fin probara bocado, buscaba su mirada pero ella no se atrevía a mirarme, sabía muy bien que si me miraba se derrumbaría por completo, solo la he escuchado sollozar, no puede sacar todo lo que lleva dentro, ese siempre ha sido su problema, no mostrarse débil, siempre se quiere hacer ver fuerte y no entiende que los valientes también lloran.

Abril comió muy poco y por más que la animé a que lo hiciera, ella se negó, pidió permiso para retirarse, al cual accedí, antes de levantarse de su silla me miró, como su padre solía hacerlo cuando me quería decir algo, con esa mirada intensa y profunda, llena de miedo pero a la vez muy segura.

*Debemos hablar - me dijo.

Virginidad, ¿A La venta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora