La Causa de Todo

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*Dos meses antes*

*Apresúrate papá o vamos a llegar tarde, el guía nos dijo que iniciaremos la escalada a las 8 de la mañana y ya faltan 5 minutos. Ashhh! ¿Por qué te demoras tanto? - Le reclamaba a mi padre.

Habíamos venido a una excursión extrema por la densa selva Amazónica y hoy debíamos escalar una de las montañas más grandes de todo Sudamérica, El pico Da Neblina, con una elevación de 2994 metros de altura, nada más asombroso para alguien que ama los deportes de alto riesgo como yo.

El grupo de escala debía iniciar a las 8 y era más que seguro que ya íbamos tarde. Había planeado esta excursión por dos años y hoy al fin estábamos en Brasil.

Llevamos dos semanas haciendo trekking por la selva Amazónica, practicado cánopi, canotaje en Kayaks por el río mas caudaloso en el que he estado. Lo que mas me interesaba de esta excursión era escalar la montaña, estaba a pocos minutos de iniciar era como una niña pequeña entrando por primera vez a un parque de diversiones sólo queriendo ir al lugar más extremo.

Cuando nos encontramos con el resto del grupo todos ya tenían su equipo de escala, listos para seguir las indicaciones del instructor, sus rostros los delataban, se les notaba él miedo que tenían, aunque intentaban ocultarlo con una sonrisa mal dibujada.

Papá me ayudo a poner mi equipo, él sabía como se debía enganchar cada uno de los mosquetones y como ponerme mi arnés, era un experto, desde muy chico practicaba escalada extrema, a él le debo mi afición por este tipo de deportes.

Comenzamos a escalar, mi padre iba delante de mi asegurando los puntos de anclaje para pasar la cuerda, seguía cada uno de sus pasos, me encantaba pasar tiempo con él, con mi héroe.

Me detuve a observar el paisaje y ohhh mi Dios! era increíble. Tener todo el paisaje bajo mis píes, los árboles gigantes que me hacían ver como una hormiguita ahora era yo quien los veía de tal manera. El aire tan puro, se sentía como una caricia en mi rostro, tan limpio, tan fresco llenando mis pulmones del oxígeno necesario para llegar victoriosa a la sima.

~ No te quedes muy atrás Abril - escuche decir a mi padre.

*Lo siento papá ya voy - le respondí

Después de casi 12 horas escalando me dolía mucho la cintura, la posición ya me resultaba muy incómoda, pero la adrenalina que provocan las alturas lo valían. El plan consistía en que llegaríamos a la cima aproximadamente a los 10 días. Debíamos pasar por varios puntos de encuentro donde nos hidrataríamos , habíamos pasado por dos puntos de hidratación, llevábamos dos días escalando la montaña, en este día la tarde llego muy pronto, faltaba poco para llegar al lugar donde pasaríamos la noche, al llegar mi padre me ayudo a desamarrar mi cuerda y desenganchar mis mosquetones. Observe él espectacular atardecer, amaba todo lo que estaba viviendo y siempre ansiosa esperando él nuevo día.

 Al día siguiente sentía algo en mi pecho algo me preocupaba, estaba intranquila, - Te ocurre algo? Me pregunto mi padre. *No, solo es que no recuerdo donde deje mis guantes, le mentí. - Apresúrate que ya debemos partir me dijo, * Si ya estoy lista,  seguimos la ruta marcada. -Hoy serán ustedes quien lleven él ritmo de la escalada, nos dijo él guía, papá y yo nos miramos sorprendidos, estaba un poco asustada pero sus ojos lograron calmar mis miedos. 

Era ya medio día, estábamos cerca a al próximo punto de hidratación, no veía a mis compañeros que venían tras de mi, era extraño. Le dije a mi padre que no veía a los demás, - puede ser hicieran un descanso, la pareja Mexicana estaba algo agotada, los esperaremos en él puesto de hidratación, me respondió.

De repente sentí como las piedras comenzaron a caer y escuché el grito de papá.

~ ¡Cuidado!

Virginidad, ¿A La venta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora