Virginidad, ¿A La venta?

Fiesta De Antifaces

En el transcurso de la historia pediré reproduzcan la canción.

Pov Abril...

Me había tomado un breack en mi decisión, me estaba despidiendo de esa vida que soñé tener, viajar por el mundo tercermundista, conocer los rincones más pobres del planeta llegar a donde nadie ve por qué no les interesa el sufrimiento de los demás.

Conocer las miles de historias que se escuchan en esos recónditos pueblos y plasmarlos en letras para que el mundo entero lo pueda leer.

Estudiar periodismo no era con el fin de salir en la televisión, mi sueño era mezclarme con el calor humano, compartir mi cultura con sus culturas.

Pero debo decir adiós a todo eso, se que luego de venderme, mi alma se perderá, que ya nada tendrá significado.

Hoy es un día importante para Lucas y por él me pondré el mejor antifaz, ese que me hace ver feliz cuando no lo estoy, me volví experta ocultando mi dolor.

Los que de verdad me conocen saben la cruz que cargo y el resto del mundo me cataloga como un ser insensible que va por la vida sonriendo luego de haber perdido a su madre y tener a su padre casi muerto.

Y duele, duele en el alma, soy una persona que siente a mil por hora.

Que una fecha especial nada la puede hacer pasar por alto, que un encuentro no se da por casualidad que me hiere en el alma la indiferencia de quien amo.

Que no digo con frecuencia te quiero y mucho menos te Amo pero cuando lo digo es por que me nace de lo más profundo.

Que mi forma de demostrarle a alguien que me importa es con mi impaciencia, con mis celos sin sentido, con mi exageración ante las cosas.

Digo lo que siento en el momento, sin pensar en las consecuencias que traerá el mañana y pretendo que con una disculpa lo solucionare todo.

Soy hiperactiva y una manera de vaciar el dolor que se acumula en mi ser, que me hace arder la sangre, que me quema la piel, y que genera un nudo en mi pecho impidiéndome respirar es montar en mi moto, acelerar a fondo en quinta velocidad sin conocer el camino, que sea el destino que me lleve a un lugar.

No me permito llorar, la vida es un desafío lleno de golpes que te van matando por dentro, vivir es ponerse cada día una máscara para ocultarle al mundo que ya te entregaste a la muerte.

Y yo ya estaba muerta desde ese 24 de marzo...

Un viento helado entró por el balcón, - seguramente Larissa dejó las ventanas abiertas-, me levanto de mi cómoda mecedora para cerrarlas y así dar fin con mi diálogo interno.

- Puedo pasar?... me pregunta Larissa un poco tímida.

- Claro que puedes, no es necesario preguntes- le digo con una leve sonrisa.

Parece estar en una disputa mental, sus pasos son lentos e inseguros, juega nerviosa con sus manos y de repente la veo frente a mí y en un movimiento rápido me envuelve en un fuerte abrazo.

Era como si hubiera leído mi mente, no faltaron palabras, necesitaba sentir una muestra de afecto y que haya sido ella, me daba paz.