The Circus Of Darkness

14

Había sido golpeado antes, no era algo nuevo, no era algo a lo que le tuviera miedo, aunque la adrenalina corría por sus venas mientras era llevado a quien sabe dónde, el camino había sido más largo de lo que pensó, a pesar de saber todo acerca de Valcov, este siempre sacaba algún as bajo la manga, eso le preocupo un poco, tal vez se estaba confiando demasiado. Su boca estaba cubierta por una cinta, sus ojos con una venda, sus manos fuertemente amarradas detrás de su espalda y los tobillos también, casi le cortaba la circulación.

Se detuvieron, escuchó el revuelo de personas bajando del auto, y la puerta a su lado abriéndose, gimió de dolor cuando lo sacaron de los cabellos, estirando y apretando, lo lanzaron al suelo, había tierra y grava suelta que se pegó a su cuerpo, maldijo en voz baja, lo tomaron de ambos brazos y lo arrastraron por el lugar, no podía escuchar mucho, sus sentidos estaban bloqueados porque empezó lo que temía, estaba teniendo miedo, y eso no era bueno.

Llegaron a un lugar que olía horriblemente a humedad y a suciedad, como si fuera un depósito de basura o algún desecho químico, sintió arcadas, lo aventaron al suelo, su cuerpo se llenó de una humedad extraña, entonces empezó, patadas en todo su cuerpo, la del estómago hizo que se retorciera sin poder moverse por el agarre tan fuerte en sus pies y manos.

—Davayte prepodayem yemu urok (vamos a darle una lección) —dijo uno de ellos, que soltó una carcajada, lo tomaron del cabello nuevamente y lo sentaron.

—Veselit'sya (diviértanse) —dijo una voz que le hizo erizar su cuerpo por completo, sintió sus extremidades frías, era JungKook y este obviamente por la forma en la que su rostro y cuerpo estaban cubiertos, no se dio cuenta de quién era.

El primer puñetazo en su rostro rompió su nariz, lo supo en cuento escuchó el crujido y el dolor punzante, para dar paso a un calor extremo, no pudo hacer otro sonido más que un gemido de dolor, después de ese primer golpe, inicio todo lo demás, la tortura era algo que caracterizaba a la mafia rusa, así que podía estar preparado para todo, y sabía bien que no aguantaría, los golpes en su rostro no se detuvieron, al contrario, aumentaron hasta que uno de sus oídos ya no escuchaba nada, más que un zumbido, cuando sentía su rostro mojado debido a su propia sangre, ya ni siquiera lo sentía.

Lo dejaron, pero eso no significaba que iban a parar, el golpe con el tubo que sintió en sus costillas lo hizo querer vomitar, las lágrimas recorrían sus mejillas, estaba jodido, no sabía cuántas personas lo estaban golpeando y no era lo que importaba, sea quienes sean, le estaban destrozando las costillas y el estómago con fuerza descomunal, le quitaron de un sólo movimiento la cinta de la boca, gimió, podía sentía la sangre en su boca, sus labios temblaban debido al dolor. Un golpe más, inminente en su tobillo, gritó, asegurando que estaba roto.

—En la silla.

Lo tomaron de los brazos mallugados y lo sentaron en una silla, amarrando su pecho muy fuerte, gritó nuevamente, vomitando sobre sus piernas abiertas, estaba por desmayarse.

—Quítale la venda.

Sus ojos estaban por cerrarse, cuando le quitaron la venda, tardo en abrir los ojos, apenas podía ver, todo estaba muy oscuro, parpadeo, en un último intento por mantenerse consciente, al mirar al frente, se encontró con su cuerpo, imponente, el rostro de JungKook parecía un poema, no podía leerlo, sus ojos se fijaron en su rostro y se oscurecieron.

Sabía bien lo que estaba pensando, pudo verlo en ese brillo maníaco en sus ojos, el reconocimiento estaba ahí y también la furia, Taehyung jadeo, lo que había pensado que pasaría no sería así, Valcov posiblemente pensaba que se había acercado a él para traicionarlo, no era un estúpido, estaba jodido, iba a morir.

—Tú—susurró acercándose, apretó la mandíbula, lo tomó del cabello haciendo su cabeza hacía atrás con fuerza, miró sus ojos a punto de cerrarse debido al dolor—. Maldita sea, lo sabía, eres mi jodido enemigo. ¿Con quién estás? ¡Dime!