The Circus Of Darkness

15

Sentía el calor del sol de verano sobre su rostro, abrió los ojos, confundido, como siempre pasaba cuando despertaba, bostezo estirando sus brazos, miró alrededor, se hallaba en la comodidad de su hogar, le gustaba tomar baños de sol cerca de la piscina, en las tardes calurosas, escuchó la risa de un pequeño niño quien corría hacía él, sonrió al tiempo que lo veía, se sentó derecho y alargó los brazos para recibirlo, besó su mejilla, sonriendo por tenerlo en sus brazos, su omega estaba feliz de tenerlo cerca, el pequeño acarició su mejilla, era tan dulce.

—¿Me extrañaste bebé?

Asintió, siguió besando su mejilla riendo por las carcajadas que le sacaba, paró cuando sintió algo que le llenó de felicidad, tocó su vientre y sonrió al sentir aquellos ligeros movimientos...

Sus ojos revoloteaban, tratando de abrirse, sentía una pesadez inhumana sobre su cuerpo, su boca estaba seca, tenía unas ganas enormes de tomar un poco de agua, suspiró, no sentía sus extremidades, no recordaba lo que había pasado hasta que las imágenes volvieron a su mente, abrió los ojos de golpe, ¿Estaba muerto? ¿Qué había pasado con él? la luz lo cegó por unos segundos, antes de parpadear para acostumbrar su vista, el techo era blanco, iluminado, parecía muy conocido, se volvió a los lados, entonces se dio cuenta de donde estaba realmente, había estado ahí antes, en días donde se llenó de placer, ahora, no estaba seguro de la razón por la cual seguía con vida, intentó levantarse, pero unas manos en su hombro se lo impidieron.

—No te muevas.

Miró hacía Jungkook, fijó la mirada en sus ojos que no lo observaban con frialdad u odio, parecían preocupados, retrocedió de su toque, sintiendo miedo. Jungkook pareció comprenderlo, porque lo soltó.

—No te voy a hacer daño—dijo con una mueca surcando sus labios.

—Agua—casi suplicó.

Jungkook se alejó de él, yendo por un vaso de agua, se acercó nuevamente, posicionando el vaso en sus labios, Taehyung tragó el líquido sintiendo un alivio casi inmediato, gimió sin poder dejar de beber, así hasta que terminó por completo. Relamió sus labios, quiso sentarse, pero el dolor agudo en sus costados se lo impidió, cayó derrotado en la almohada.

—¿Cuál fue el daño? —preguntó sin regresar la mirada a su rostro.

Sabía que su cuerpo estaba muy lastimado, Jungkook guardó su compostura, siguiendo con el panorama de frialdad.

—Tres costillas rotas, el tobillo derecho y hombro izquierdo dislocados, la nariz fracturada y tu oído izquierdo reventado.

—¿Por qué estoy con vida? —susurró sintiendo un dolor inmenso en la cabeza.

—Necesitas descansar—dijo volviendo a cubrirlo con una manta—. Estás en la cabaña, especialistas han venido a verte, te van a atender hasta que te recuperes.

—¿Por qué? —repitió con seriedad.

—¿Hubieras preferido que te dejara morir?

—Sí—dijo cerrando los ojos.

Jungkook espero, pero aparentemente Taehyung estaba demasiado sedado por los medicamentos contra el dolor, para mantenerse despierto, lo miró fijamente por demasiado tiempo, a esas alturas y por el resto de su vida, cada que cerrara los ojos podría ver su rostro sin problema alguno. Suspiró pesadamente, acomodando su cabello, estaba a punto de perder la cabeza, todo lo que hacía resultaba ser un problema aún mayor. Ni siquiera era capaz de responder a la pregunta de Taehyung, porque la respuesta le seguía aterrando hasta los huesos. 

Se levantó para servirse una copa de vino, estaba estresado, preocupado por el estado de Taehyung, se sentía culpable, claro que lo era, por no haberse detenido, pero ¿Desde cuándo mostraba compasión por los traidores? Negó una y otra vez, no estaba bien sentirse de esa forma, fumó un cigarrillo, estaba anocheciendo nuevamente, no había contestado ningún mensaje o llamada, aún debía descubrir la razón por la cual Taehyung había comenzado un negocio ilícito compitiendo con el suyo.