Gotas de amor, sexo y mentiras (Yaoi)

Capítulo 17. Mentes volátiles, Parte 1. La marioneta ┐ʕ● ᴥ ●Ɂ┌

AVISO. ESTE CAPÍTULO PUEDE CONTENER LENGUAJE FUERTE (groserías, palabras explícitas y demás) Y ESTA LIGADA DIRECTAMENTE CON UNA SITUACIÓN SEXUAL. APARENTEMENTE, ESTO ES UN PROBLEMA, ASÍ QUE SI ERES MENOR DE EDAD, LEELO BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD.

~Narra Red~

Desperté con un ligero dolor de cabeza y con el cuerpo más descansado que nunca. Abrí lentamentente los ojos y lo primero que noté fue que alguien me abrazaba, y ese alguien era Arthur. Inmediatamente recapacité y me puse a pensar. Oh no... entonces no fue un sueño.

―¿A-Arthur?...

Lo vi acostado a mi lado, desnudo, abrazándome y no podía creerlo. Por una parte, estaba feliz, y por la otra, me odié profundamente. ¿Cómo pude sucumbir así a sus encantos? ¿tan fácil soy? no le costaron mas que un par de besos para tenerme a sus pies... maldición. Me cegó, y me culpo por ello. Pero aún más importante que mis problemas existenciales, era la razón por la que Arthur había terminado aquí. El dijo que Drake intentó violarlo, pero se supone que Drake lo ama ¿o no? ¿por qué abusar de la persona que amas?

Me safé los brazos de Arthur con mucho cuidado para no despertarlo y me levanté en silencio. Saqué unos boxers y pantalones de mi clóset y me los puse con cuidado. Luego caminé hacia la cocina para hacer el desayuno; hacia calor y la mañana tenía mucho Sol. Mientras preparaba hot cakes, la pregunta no dejaba de atormentar mi mente. Ese Drake... habrá estado muy ebrio. ¿Pero por qué intentar abusar de él? no lo entiendo...

~Narra Drake~

Me dolía la garganta y la cabeza como mil rayos. Desperté en una cama comodapero que supe no era mia, e intenté recordar lo que había pasado la noche anterior y el por que Arthur no estaba conmigo. El debería estar aquí... entonces descubrí en mi boca un sabor amargo y cobrizo. Me miré en el espejo de al lado y descubrí que tenía sangre en los labios. ¿Me pelee con alguien? sin embargo me relamí y no descubrí ninguna herida, lo que significaba que la sangre no era mia. Mis uñas se sentian raras, y cuando miré mi mano vi que los nudillos estaban rojos y también tenía sangre. Aún me preguntaba donde estaba Arthur, pero en mi cabeza comenzaba a formarse un rompecabezas por si solo. Oh... no...

Busqué en la habitación como desesperado, esperando encontrar algo que confirmara mis sospechas. Y ahi estaba la prueba; la camiseta de Arthur estaba entre las sábanas, rasgada y junto a ella, unas gotas de sangre. De pronto lo recordé. Había golpeado a Arthur porque él se negó a tener sexo conmigo.

―Maldición...

Me había expuesto demasiado rápido. Tenía que solucionarlo antes de que ocurriera algo más. Inmediatamente me vestí, preocupado, con las manos temblorosas. Salí de la habitacion y busqué las llaves de mi auto hasta que recordé que nos había traido el capitán. Maldije en silencio y busqué dinero en mi billetera mientras bajaba las escaleras para salir a la calle. Tomé un taxi y me tomó veinte minutos llegar a la casa de Arthur.

Cuando estuve frente a su puerta, me acomodé el cabello con los dedos y aclaré mi garganta. La cruda me mataba, pero aquella situación era más importante. La bella madre de Arthur me abrió la puerta, con una sonrisa y un gesto sorprendido.

―Oh, hola. ¿tu eres el amigo especial de Arthur o no? ―dijo ella sonriendo con complicidad. Inmediatamente supe a lo que se refería, y asentí algo sonrojado. Ella asintió también. ―¿Qué se te ofrece?

―Hola señora... ¿está Arthur en casa?

―No volvió anoche, dijo que tenía una fiesta porque ganaron el campeonato de natación... pensé que estaría contigo.