~Narrador omnisciente~
El teléfono de Red comenzó a sonar insistente sobre el buró, con un tono realmente incómodo y audible, pero que no era precisamente para sonar a las 8 de la mañana. Luego de varios minutos, Shiro se quejó y le dio un codazo al pelimarrón para que cogiera la llamada. Incómodo, Red se estiró y tomó el móvil, arrastrando el ícono en la pantalla para contestar.
-¿Hola?
-Parece que te he despertado -aquella voz lo despertó por completo. Se incorporó en la cama, tomando el teléfono con fuerza como si se le fuera a caer de un momento a otro.
-¿Por qué me llamas?
-Simplemente quería saber qué tal te va. Tiene mucho tiempo que ya ni siquiera hablas conmigo.
-Será porque no tengo nada de que hablar, ¿no crees?
-Escucha, me gustaría que volvieras, sabes bien que eso del baloncesto no te va a durar toda la vida.
El pelimarrón tembló pensando en lo de su pierna, que bien aunque no fue culpa de nadie más que Drake, todos se lo pasaban recordándole que no podría volver a jugar baloncesto.
-Eso a ti no te importa. Si me dura o no es mi problema.
-Solo quiero que regreses a trabajar...
-Dije que no -interrumpió Red. -No volveré a trabajar ahí y punto. -se separó el móvil de la oreja y colgó, enfadado. Por suerte, notó que Shiro aún estaba acostado así que asumió que no había oído nada. Cuando estaba por levantarse para darse una ducha, Shiro se giró mirándolo directamente a los ojos.
-¿Quién era?
Red no titubeó.
-No era nadie cariño, vuelve a dormir.
Shiro hizo un mohín pero obedeció solo porque no quería discutir. Sin embargo había algo en su interior que borboteaba molesto. Era el hecho de que odiaba las mentiras. Red, aún algo alterado fue hacia la ducha, abrió la llave del agua caliente y se desnudó para darse una ducha. Apoyó las manos en las frías baldosas blancas de la ducha y dejó que el agua golpease su espalda mientras cerraba los ojos.
-Maldición... ¿quién rayos se cree para hablarme e insinuarme que regrese a ese endemoniado trabajo?
Dio suaves golpes a las baldosas y luego suspiró, duchándose rápidamente. Una vez que salió del baño, se colocó una toalla alrededor de la cintura y se sentó sobre la cama para secarse el cabello. Sin darse cuenta, Shiro lo estaba mirando desde la cama con desaprobación. Sabía que Red era una buena persona, pero estaba ocultándole demasiadas cosas. Además, hacía ya meses que eran pareja y no sabían prácticamente nada el uno del otro, a pesar de que estaban casi todo el tiempo juntos. Hizo una mueca y se enterró la cara entre las sábanas. El pelimarrón una vez que se secó el cabello comenzó a vestirse para ir al club, pero antes al colegio ya que tenía que asegurarse de que la beca de Shiro continuaba en pie.
Le dio un beso en la frente para despedirse del peliplata y tomó las llaves de su auto para salir de la casa. Abrió la puerta del coche y lo encendió, conduciendo directamente al colegio. Luego de varios minutos, estacionó el coche y casi corrió hasta la dirección de becas, donde había una señorita que no tenía cara de muchos amigos. Estaba seria, mirando el computador con una expresión horrible de "Odio mi trabajo".
-Uhm... disculpe...
-¿Si? -espetó la señorita secamente sin siquiera voltear a verlo.
-Esto... quisiera que me dijera si la beca de Shiro Hotaru sigue en pie.
-Déjame ver -comenzó a teclear cosas en el computador y luego de varios minutos, se acomodó los lentes y se inclinó hacia adelante.
-La beca esta suspendida por falta de pago de dos parcialidades.
Red se quedó perplejo. -¿Falta de pago? pero si tienen enlazada mi tarjeta de crédito y...
-Si, lamento decirte que tu tarjeta no tiene fondos, por lo tanto los últimos dos pagos no se han efectuado.
El pelimarrón la miró sin entender. ¿Como era posible que su tarjeta ya no tuviera fondos? recordó entonces la llamada de la mañana y emitió una mueca. Dio las gracias a la señorita, quien ni siquiera dijo de nada y se limitó a verlo correr. Red se dirigió a su auto y lo encendió, bien puesto para ir al deportivo y olvidarse de todo eso por un pequeño rato. En cuanto llegó casi deseó correr a la entrada, pero supo que se vería muy desesperado por lo que bajó la silla de ruedas y se sentó en ella, conduciéndola hasta la entrada y recibiendo los saludos amistosos de sus compañeros de equipo.
-Vaya vaya, ¿por qué ya no me sorprende que vengas? -Amber como siempre fue de las últimas que lo saludó. Venía con una sonrisa pero al ver la expresión amarga de Red, ladeó la cabeza. -¿Pasa algo?
-Recibí una llamada en la mañana de una persona que no me agrada para nada, y encima por su culpa mi tarjeta de crédito está vacía y no tengo con que pagar la beca de Shiro.
-Woh woh, ¿tienes un hijo? -Amber parecía haber ignorado momentáneamente lo demás.
-No, no, no es mi hijo. Simplemente... estoy a cargo de él. No se lo digas a nadie, ¿vale? -Amber asintió. -Shiro es mi pareja.
La cara de Amber se sonrojó y le tomó la mano al pelimarrón para llevarlo a un muro apartado. -¿Estás diciéndome que sales con un niño de instituto?
-Oye, que no es para tanto, ya casi termina la preparatoria.
-Bueno, bueno, dejando del lado al chico... supongo que esa persona debe ser de tu familia o no? no creo que alguien mas pueda sacarte el dinero de la tarjeta.
-Pues si... es mi padre. Ese bastardo siempre está jugándome trucos desde que era un adolescente. Aún recuerdo como mi madre lo reprendía. "Eustace, deja de hacer que el niño falte a la escuela por ayudarte en el trabajo" -Red imitó la voz de su madre haciendo movimientos falsos y graciosos con las manos. Ella se rió un momento, hasta que algo pareció hacer clic en su cabeza.
-¿Dijiste Eustace?
-Si, así se llama mi padre. ¿Lo conoces?
Amber esperó un par de segundos y luego negó con la cabeza como si nada hubiera pasado. Comenzó a hablar y hablar como si quisiera olvidar lo que el pelimarrón acababa de decirle. Éste sin embargo, no se resisitó a la conversación. Se sentaron a platicar como lo hacían cada dos veces que Red iba al deportivo, durante unas dos o tres horas. Sin embargo, a lo largo de la conversación, Red pudo notar un brillo distinto en los ojos de Amber, un brillo que no supo interpretar.
NOTA: TURN DOWN FOR WHAT (?) Ocno. Creo que ya todos sabíamos que Amber esconde algo zhukulemto e importante (?) se viene el drama maldición Dx y yo casi entro en examenes así que voy a andar ocupadín por ahí :'v ojalá les pueda seguir actualizando dentro de tres días. Creo que me voy a fijar días exactos para publicar (aunqueigualnolosvoyarespetarjajajaja) pero BUAH. Red le oculta cosas a Shiro... ¿cómo creen que va a resultar eso? ¿van a terminar? ¿Shiro obligará a Red a que le diga esas cosas y si no lo castigará un año sin sexo? ¿Cuando volverá a aparecer la Drakeposha? ¿Arthur se la está jalando en nombre de Drake? ¿DÓNDE ESTAN LAS SENSUALES MASCOTAS DE RED QUE JAMÁS NADIE HA VISTO? Todo esto y más en el próximo capítulo de "Señorita Laura, se le vació la tarjeta y no me quiere dar el divorcio por ser pobre!"
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Gotas de amor, sexo y mentiras (Yaoi)
RomanceArthur se mudó hace cinco años de su país natal, Japón, para estudiar en Estados Unidos y entrar al equipo de natación de Michigan. Debido a que una chica le rompió el corazón, se ha vuelto gay desde hace dos años. Él piensa que jamás tendrá novio...