Gotas de amor, sexo y mentiras (Yaoi)

Capítulo 31. ¿Visitas?

El pelinegro despertó con un ligerísimo dolor de cabeza que le transmitía una horrenda molestia solo por levantarse. Sus párpados se abrieron con lentitud dando paso a que la luz del día entrara por sus ojos, se levantó y comenzó a caminar hacia el tocador para orinar y luego darse una ducha caliente. Su cuello se sentía incómodo, como si hubiera dormido chueco o algo así. Se sobó la piel aplastando con suavidad sus dedos por intenciones de no lastimarse, mientras que con la otra mano abría las llaves de la ducha dejando que el agua golpeara su espalda y su cuello haciéndolo relajarse luego de varios segundos.

Pasó minutos interminables con la frente pegada a la pared, perdiéndose en la calidez del agua que recorría cada parte de su cuerpo, pensando en miles de cosas sonriendo por el hecho de simplemente haber despertado pensando en Drake, no era lo mas complicado del mundo, pero le alegraba que el mayor fuera su motivo de sonrisa en una mañana tan aburrida, y que fuera lo unico que podía pensar en esos momentos. Salió de la ducha con una toalla enredada en la cintura, agitándose suavemente el cabello y mirando hacia su clóset dirigiéndose hasta el para poder vestirse lo mas casual que se le ocurría, debido a que ese dia no tenía planes y no tenía demasiada gana de asistir al club de natación por el dolor de cuello que tenía. Su madre irrumpió en la habitación sin siquiera haber tocado la puerta, con esa tonta sonrisa tan animada de siempre.

-Arty, llamó tu novio. Le dije que llamara mas tarde porque te estabas duchando.

El pelinegro asiente cubriéndose con los brazos mientras que un ligero rubor tintaba sus mejillas, su madre se rió a lo alto con un sonido chillon disculpándose y saliendo del mismo modo que entró, el pelinegro volvió a suspirar y buscó la ropa que quería ponerse, nada complicado, por lo que acabó eligiendo unos pantalones negros de algodón y una camiseta blanca con estapado azul de un dragón. Se tubó en la cama cerrando los ojos y poniendose la toalla sobre la cabeza para secarse el cabello por completo mientras aun pensaba en lo que le había dicho su madre. Si Drake llamó significa que quiere hacer planes para la cita de hoy.

Se quedó un rato revolviéndose entre las sábanas como si aún tuviera sueño, sonriendo de manera estúpida por solo pensar en el nombre de Drake, imaginaba que en ese momento el ojirojo debía estar pensando en el del mismo modo en que Arthur lo hacía, lo cual lo hacía sonreír todavía mas y sentirse aun mas idiota, puesto que llevaban tiempo saliendo y recordaba cada ocasión en la que había salido con Drake a algún lado, las ocasiones en las que cambiaba de tierno a pervertido y viceversa, y todo aquello lo hacía sonrojarse sin querer una y otra vez.

Después de varios minutos, por alguna razón logró quedarse dormido. Se despertó un par de horas despues con el timbre de su celular sonando a un lado suyo, era un mensaje de Drake. "Hola Arty, se que habíamos quedado para la tarde pero surgió un imprevisto y no puedes venir. Te amo". Aquello lo hizo ponerse un poco alerta, ¿a qué se refería con que le había surgido un imprevisto? Drake no era de las personas que tomaban muy en serio la escuela o el trabajo, cualquier persona que le hubiera ofrecido negocios o algun trámite en el colegio hubiera sido rechazada por el ojirojo en el primer segundo. Nunca habían cancelado alguna de sus citas, ¿que era tan importante como para dejarlo plantado de ese modo? no pudo evitar sentirse mal pues realmente tenía muchas ganas de ir a casa de Drake, y era Sábado por la mañana por lo que cualquier intento que hiciera de salir con un amigo no resultaría, se tiró nuevamente sobre la cama pero esta vez con un agujero terrible en el estómago, la pregunta en su cabeza no dejaba de dar vueltas como una mosca molesta, ¿qué sería lo que hizo que Drake cancelara su cita?

Sin poder evitar la sensación, varios minutos después se levantó con una mueca, buscando sus tennis debajo de la cama para salir de su casa e ir a ver a Drake, ya había pasado casi una semana de que no se veían y tenía demasiadas ganas de por lo menos darle un beso, no le importaba si se encontraba con algun compañero de la escuela o alguna cosa parecida, vería a Drake porque tenía el derecho. Se amarró los cordones y salió apresurado de su casa, olvidando incluso su teléfono, que mientras el pelinegro encendía su auto, comenzó a sonar indicando un nuevo mensaje. "No se por qué no me respondiste... pero prometo que quedaremos mañana todo el día, ¿si? solo necesito resolver el asunto imprevisto. Espero hacerlo pronto, nos vemos mañana".