Gotas de amor, sexo y mentiras (Yaoi)

Capítulo 9. Besos de labios suaves

Drake no paraba de llorar en mi hombro. Tampoco dejaba de repetir que lo sentía, y yo sabía que era verdad, pero él no tenía la culpa de haber faltado en ese mismo momento. Lo abracé lo más fuerte que pude compadeciéndome de él. Nunca lo había visto tan triste. Le alcé la cara y sequé sus lágrimas.

―Escucha, no fue culpa tuya. Además, no me pasó nada, ¿si? mírame, estoy bien.

―Arthur, no lo entiendes. No estuve ahí para protegerte, ya se que no te hicieron nada. Pero pudo haberte pasado algo y no estuve para defenderte.

―Drake ―me acerqué a su rostro y puse mi mejilla contra la suya. Sentí como sus hipidos del llanto se iban y la cara se le ponía caliente y roja. ―Siempre has estado para mi. Te quiero.

Drake volvió a abrazarme pero con mayor fuerza. Le correspondí el abrazo y recordé que aún estaba en traje de baño. Aparté ligeramente a Drake como si no importara y le sonreí. Red nos miraba desde el pasillo, inexpresivo. Pensé que ahí acabaría la cosa. Pero me equivoqué.

Drake me miró con seriedad. Vi una fogosidad muy peligrosa en sus ojos, y de inmediato traté de detenerlo porque sabía lo que iba a hacer. Caminó enojado hacia Red y lo empujó. Red lo miró algo contrariado, con una mueca en la cara. Oh no, esto no va a terminar bien.

―Oye, musculitos, más te vale que no te aproveches de Arthur, ¿oíste?

Pensé que Red le respondería con un golpe. Sin embargo, me tomó del brazo y me acercó a él. ―O si no, ¿qué, Didi? ¿me vas a pegar?

Vi como la cara se le enrojecía a Drake del enojo y supe que tenía que frenarlo. Sin embargo Red se veía muy fresco, como si no le afectara. Drake parecía intentar controlarse, intentaba descifrar el movimiento de Red, pero creo que ninguno de los dos se esperó lo que hizo. Red prácticamente me jaló hacia él del brazo y puso sus labios sobre los míos. Mis ojos se abrieron de la impresión y no supe qué hacer. De reojo vi como Drake abría la boca, tan impresionado como yo. Dios mío porfavor que no se maten, porfavor. Sin embargo, mis súplicas no sirvieron de nada porque en cuanto Red me soltó, Drake se balanzó sobre él con un puñetazo directo en el rostro. Sin embargo, Red ni siquiera se movió. Se le notaba una pequeña silueta rosada en la mejilla donde le había golpeado Drake.

―¿Eso es lo mejor que tienes, reina rosa? ―se burló Red con una enorme sonrisa malévola. Ciertamente, Red era más alto que Drake. Considerando que Drake no medía 1.95 como yo pensé, Red si debía medir eso. 1,90 de menos, sino hasta 2 metros. Además, se notaba a leguas que estaba mucho mas ejercitado que Drake. ―Nadie, y repito, NADIE le toca el rostro a Red Fullbuster, reina rosa. ―Red alzó el puño y le dio un golpe en la cara a Drake que lo mandó al suelo. Su fuerza era mucho mayor que la de Drake. Rápidamente corrí hacia Drake y descubrí que estaba sangrando. Inmediatamente me preocupé, porque sabía que Drake tenía hemofilia. Rápidamente comenzó a toser sangre y yo no sabía que hacer. Comencé a gritar de desesperación.

―¡Por favor ayuda, un doctor! ¡mi amigo está herido!

Luego de segundos apareció un policía que llamó a Emergencias. Tras dos minutos de delirio, una ambulancia llegó y se llevó a Drake. Le pusieron una máscara de oxígeno y lo subieron a una camilla. Solo vi como se lo llevaban; no pude ir con el, y además no hubiera tenido las agallas. Luego de que se fueron me quedé ahí en el suelo. No reaccioné hasta poco después. Enfadadísimo, me di la vuelta hacia Red y comencé a golpearle el pecho con los puños.

―¡¡CÓMO RAYOS SE TE OCURRE!! ¿Por qué demonios lo golpeaste? ¡¿cuál es tu problema?!

Red solo me miraba con un poco de pena. Sus ojos grises brillaban con la luz del centro comercial. No se resistió a mis golpes, porque supuse que no le dolían. Me cansé minutos después, y entonces recargué mis brazos en él y comencé a llorar. ―Drake... puede morirse... de... demonios...