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- ¿Qué necesitas?.- preguntó sin darle una mirada, ni siquiera de reojo, algo nada novedoso en alguien que se apedillaba Silva, mucho menos él.

- Tú sabes donde está ¿Cierto?.- cuestionó de brazos cruzados mirándole de forma intimidante.

- ¿Por qué debería de saberlo?.- ya sabiendo de qué se trataba, respondió con otra pregunta aún de brazos cruzados y los ojos cerrados, frente a éstos, aquel ordenado flequillo caía.

- Porque siempre pareces saberlo todo, Nozel.- nombró con un poco de desprecio, Christine nunca le perdonaría lo que le hizo en su infancia.

- Bueno, resulta que ahora no lo sé.- negó aún sin abrir los ojos.

La menor comenzó a irritarse y fastidiarse ante su expresión impasible.

- Está bien, ya lo encontraré yo por mi cuenta.- declaró y salió de la mansión Silva echando humos por las orejas y roja de la furia.

No lo soporto. Que rece porque algún día no lo encuentre durmiendo, le cortaré ese estúpido flequillo.- aseguró enojada mientras pateaba una piedra en su camino.

No encontraba a Will por ninguna parte, ni en la mansión Vermillion -donde se encontró a Mereoleona y por poco muere de un infarto-, ni en su propia mansión -donde gracias a Dios, su hermano no estaba-, ni en los Silva - donde tuvo la desafortunada suerte de ser recibida por el mayor de los hermanos-.

- ¿Dónde te habrás metido, Will?.- murmuró aquella pregunta que se la llevó el viento mientras suspiraba angustiada.


- ¡Christine-san!

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- ¡Christine-san!.

Una voz bastante familiar la llamaba a unos metros de distancia, extrañada volteó.

El chico se encontraba corriendo hacia ella, mientras un tranquilo Yuno venía caminando hacia la misma dirección.

- ¿Asta?.- cuestionó extrañada una vez lo tuvo enfrente y pudo observar sus vendadas extremidades.- ¿Qué demonios te sucedió en los brazos?.- preguntó preocupada mientras se acercaba más a él para revisar si se encontraba bien.- ¿Estás bien?.

El menor solo asintió eufórico, como habitualmente era.

- Esto no es nada, Christine-san. No permitiré que Yuno se haga más fuerte y me deje atrás ¡Seré el Rey Mago y luego me casaré con la Hermana Lily!.- aseguró exclamando mientras un inexpresivo Yuno se detenía a un lado de ellos.

La chica abrió los ojos como platos.

¿Espera casarse con una monja?.- se preguntó a sí misma en la mente con incredulidad

Opuestos por Naturaleza || Yami SukehiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora