Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)

La boda del JaeDo

Doyoung aflojó un poco su corbata y suspiró tratando de contener todo aquello que pasaba por su mente. Jaehyun se acercó y se posicionó frente a él revirtiendo con sus manos lo que había hecho.

—No tanto, no tanto Jaehyun. Me ahogaré si la ajustas más. 

—No estoy tratando de asesinarte —rió. 

—Cállate y bésame. 

La puerta se abrió de un solo tirón asustándolos, por el umbral de la puerta, Haechan aparecía llevando en el rostro una expresión que el mayor de los tres conocía muy bien.

Algo había resultado mal.

—Lucas y Mark perdieron a Minyoung un buen rato, pero ya está con tus padres Jaehyun hyung. ¿Cuándo va a empezar la boda? Tengo hambre. 

—¡¿Qué hicieron qué?! —Doyoung gritó cambiando su semblante— De verdad que no puedo confiarles nada a estos niños. Jaehyun, ¡hay que casarnos! —dijo tomando del brazo del nombrado y arrastrándolo junto con Haechan hasta el ascensor: en el salón los esperaban los invitados.
El ambiente fue tenebroso dentro de aquellas cuatro paredes de metal, una música simpática comenzó a sonar en medio del silencio y Jaehyun no tuvo mejor idea que seguir aumentando el nerviosismo de su mayor preguntando:

—¿Dónde están nuestros anillos, Doyoung? 

"Mary you" sonaba preparando la atmósfera perfecta para cuando los protagonistas del evento dieran su aparición. 
La decoración era típica de las bodas tradicionales coreanas, Jaehyun y Doyoung lo querían así. Los arreglos florales salieron de la mente del mayor: las había elegido por internet unos diez días antes de la boda. Violetas y blancas, ese era el color que quería, incluso peleó con la vendedora para que le haga un descuento por haber comprado en gran cantidad. Jaehyun se rió por eso, se rió porque cada vez que el otro se proponía algo lo lograba; gran don que lo caracterizaba.

Desde un comienzo, se fijó que el evento sería algo sencillo e íntimo, respetando todo protocolo de privacidad. Nadie quería tener un grupo de fans afuera del hotel queriendo entrar a saludar a los recién casados. La empresa presionó un poco para que todo se de antes del próximo comeback de NCT, pero esa era otra historia sin mucha importancia. 
Los preparativos para una boda llevan meses de planeación y discusión, en cambio, Doyoung y Jaehyun tardaron unas pocas semanas y aún así pudieron darse el gusto de escoger el sabor del pastel, jugar con la vestimenta que irían a utilizar e incluso decidir a quién iban a invitar y a quién no, pero fuera de todo eso, a Doyoung sí le importaba algo con respecto a la fiesta en general: el canto. Quizás él no podía darse el lujo de traer a Ariana Grande a su boda, ni tampoco podía pedirle a su noona Taeyeon... bueno, en realidad, sí podía y lo hizo. Por supuesto que la cantante coreana aceptó gustosa. Jaehyun, por su lado, no le daba mucha importancia a ese detalle, pero si Doyoung estaba enamorado de la idea diría que sí y brindaría por ello. En lo que sí participó, el poseedor de hoyuelos en sus mejillas, fue en la selección del catering: la comida tenía que ser buena para todos. "¡No nos hagas pasar hambre!" le había gritado el maknae en medio de una reunión del grupo.