Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)

Nada de reclamos

El líder estaba enojado, bastante enojado. Primero: por haber dormido solo cuatro horas en el incómodo y duro sofá del living luego de que Jaehyun cerrara la puerta con llave en la madrugada imposibilitándolo al otro el poder entrar; y segundo, el tener que escuchar desde tan temprano las quejas por parte del resto del grupo con respecto al tema de su amigo. 

Johnny fue bastante habilidoso para hacer entrar a Taeyong a su cuarto luego de prácticamente desarmar el picaporte de aquella puerta costosa. Agradeciendo el gesto, el americano desapareció al instante porque no quería presenciar cómo el líder desataba su furia con Jaehyun y además tenía cosas más importantes que hacer; como por ejemplo, hablar con Haechan y Taeil. 

Soltando un bufido tiró de aquella gris sábana que cubría el cuerpo del peli ceniza y de la chica; arrepintiéndose tarde por haber sido tan impulsivo e irrespetuoso con ella que era una completa desconocida. Taeyong solo esperaba no verla nunca más en su vida, porque de esa manera ni se molestaría en disculparse por lo que presenciaría en cuestión de segundos cuando Jaehyun abra los ojos por completo y reaccione ante lo sucedido.

—¡¿Qué haces?! 

—¡Levántate Jaehyun! tenemos que hablar y también almorzaremos pronto. Dile a la chica que se vaya de inmediato y en serio... esto es un asco —soltó sincero para luego fruncir su entrecejo. 

—¿Asco? Déjame en paz Taeyong, estoy a punto de convertirme en padre por el descuidado de Doyoung. Solo quiero disfrutar mis últimos días de libertad antes de aferrarme a él para siempre. 

—También es tu responsabilidad, ¡no seas idiota Jung! Pero calma, ya hablaremos de eso más tarde —dijo levantando su mano y moviéndola, tendría una profunda charla con su amigo. Y esperaba; esperaba realmente, que lo escuchara. Taeyong miró a la muchacha quien traía una cara de desentendida por el idioma y aquella conversación estrambótica, y entonces dirigiéndose a ella le habló en inglés;—  You girl... ¡go away! ¡Now!

Los gritos del peli rosa se escucharon desde la planta baja haciendo que Haechan y Mark, quienes estaban jugando videojuegos, pausaran éste rápidamente para escuchar atentamente lo que pasaba en la habitación de arriba. 

—¿Qué hacen? —Doyoung apareció con Jungwoo. Ambos habían ido a la farmacia por unas pastillas para el dolor de cabeza, y como vieron que iban a tardar mucho menos de lo que habían planeado; dieron unas cuantas vueltas por la ciudad para hacer tiempo y evitar el contacto directo con cierto peli ceniza. Sin embargo, cayeron en la peor parte del día.

Aún Jaehyun no se había levantado y la mujer esa seguía dentro de la casa. Y claro, Doyoung no había enfrentado aún al japonés después del beso que compartieron cuando llegaron en el amanecer. 

—Hey, ¿qué pasa? ¿Por qué esa cara? —preguntó el japonés, para luego voltear su cabeza en dirección a lo que tanto prestaba atención el pelinegro.