Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)

Canciones, Anillos y Fotografías.

—Bueno, los cuatro teléfonos están sonando. ¿Alguno se anima a responder? —dijo el mayor de todos.

—La empresa hará todo lo que esté a su alcance para contactarnos. No podremos ocultarnos o negarles el llamado por mucho tiempo —agregó Doyoung—. ¿Y si nos piden volver? ¿Y si esta vez nos dejan afuera por completo?

Jaehyun mordió sus labios con nerviosismo. Ten agachó su cabeza y la apoyó sobre su brazo que descansaba arriba de la mesa. Estaban los cuatro sentados alrededor de la mesa con los móviles sonando sobre ella. Ninguno se animaba a contestar. ¿De quién era la culpa esta vez?

Todo había comenzado el día previo a la navidad:

—"Santa tell me if you're really there. Don't make me fall in love again if he won't be here next year..."- Doyoung armonizaba mientras arreglaba un adorno que se había caído de su árbol de navidad. Movía su cabeza recordando el ritmo de aquella canción, pero sintió unas manos envolver su cadera y detuvo su entretenimiento.

—"All I want for Christmas is you"- La voz de Jaehyun irrumpiendo cerca de su oído derecho hizo estremecer cada parte de su piel y también provocó algo en Minyoung quien no tardó en moverse. ¿Qué tan inteligente podría ser una niña de siete meses para responder ante la voz de su otro padre?

—Esa no es la canción que estaba cantando -soltó con reproche.

—Lo sé, pero tómalo como una respuesta: eres todo lo que quiero para esta navidad -Doyoung no respondió y solo frunció su entrecejo- ¿Un halago quizás?- Jaehyun no se dió por vencido, con sus manos giró al otro y se inclinó noventa grados para besar sobre la ropa su abultado y redondo vientre del pelinegro —Minhyung es el mejor regalo que pude recibir este año.

—Opino lo mismo, nuestra bebé es maravillosa.

El reloj aún no marcaba la medianoche, estaban en plena víspera, hacía frío y no tenían otra opción de quedarse en casa encerrados, pero según el tailandés: era la época más bonita del año.

—Con Taeyong propusimos ir a Tailandia cuando salieron a luz nuestras fotos. Si nos hubiesen dicho que sí a esta hora ya estaría peleando con Tern frente al árbol mientras mi madre sirve el postre.

—Menos mal que se negaron, los murciélagos que tienen tu familia me dan miedo. Por cierto ¿tu madre también me regalaría ropa interior como Jaehyun? ¿O es de las que les gusta tejer?

—¡Hey! ¿Cómo lo supiste? ¿Estuviste espiando mis regalos para mañana? -preguntó el nombrado a Taeyong.

—Tae no espió nada tú siempre regalas lo mismo -se quejó Doyoung y el resto rió.

¿Cómo podía expresar el pelinegro el terrible día que tenía? Estaba, estaba verdaderamente intentándolo, pero no podía ocultar más. La culpa no era de Jaehyun ni mucho menos de Ten o Taeyong ellos quizás ni se merecían tener que soportar su repentino cambio de humor. El vaso rebalsó cuando nombraron la palabra "familia". Había estado toda la semana intentando mentalizarse y superar el tema pasado con respecto a la suya: sus padres y su hermano. El embarazado seguía preguntándose si verdaderamente era merecedor de todas las cosas malas y buenas que le habían acontecido hasta la fecha. ¿Por qué él? ¿Por qué así?