Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)

Bienvenido Tokki

Hundió su cabeza en el cuello del mayor, encontrando ahí un cómodo lugar para seguir durmiendo y perderse en aquella fragancia masculina y natural. La piel de Doyoung era extremadamente suave y sensible ante el tacto, una cualidad que a Jaehyun le agradaba.

Media hora más tarde su sueño fue interrumpido por el ruido de su teléfono; deslizando para desbloquear respondió el mensaje de Taeyong, quien había compartido con él un link informativo de embarazos masculinos y cuidados de bebés. Jaehyun quería ponerse al día con cosas que desconocía, y así también poder ayudar al mayor en circunstancias de crisis como el día anterior. Había llegado el momento de asumir todas las responsabilidades posibles y a su alcance.

Aprovechando que tenía aun el móvil en la mano, buscó su aplicación favorita para capturar fotos y tomó en total 3: una tocando el vientre abultado del pelinegro con su mano, otra solo de Doyoung durmiendo y la tercera, una selfie de ambos donde él hundía su rostro entre el cuello y el hombro del mayor.

Otra cosa que no pudo evitar Jaehyun fue darle un beso en la mejilla, uno de esos que suenan y aparentan ser muy empalagosos. Doyoung no se dio el lujo de reaccionar o quejarse porque su sueño era profundo y pesado, sin más el otro repitió la acción una y otra vez.

—Doyoung, ¿puedes levantarte ya?

—Déjame dormir... —habló somnoliento mientras abría sus ojos y sonreía como un cachorrito.

Veinte minutos tardó Jaehyun en salir de la habitación para preparar el desayuno y luego volver con una bandeja cargada.

—¿Te sientes mejor?

—Diablos, sí. Pero tengo mucha hambre, ¿qué has traído ahí?

—Galletas, frutas, té y café para mí. ¿Sabías que hay cosas que no puedes consumir con tanta frecuencia? La cafeína es una de ellas.

Doyoung lo miró levantando su ceja sorprendido. ¿Acaso eso era parte de un sueño? Jaehyun apoyó la bandeja y se sentó al lado del mayor, luego estirando su torso logró captar sus labios. El embarazado retrocedió su cuerpo y miró extrañado pensando: ¿cuánto más faltaba para que alguna alarma sonara y despertara?

—Lo siento —aclaró Jaehyun volviendo a su lugar—, ¿quieres mermelada de naranja o de fresa?

—Naranja y no le pongas demasiado, por favor.

Doyoung miró a Jaehyun prepararle la tostada, tomó la taza de té y bebiendo el contenido sospechó el actuar repentino y atípico de quien tenía en frente. No recordaba exactamente qué había pasado el día anterior para que ahora el peli ceniza radie tantas vibes de boyfriend material. Comió la tostada que fue depositada en su mano y las terribles ganas de lanzarse arriba del menor aumentaron. Arrugó su ceño y el otro preguntó:

—¿Qué sucede?

—Yo pregunto lo mismo, ¿por qué actúas así?

—Ayer me dijiste lo que pasó con tus padres. Bueno, en realidad no me diste muchos detalles, pero pensé que no sería mala idea mimarte un poco. ¿Qué podemos perder Doyoung? Digo, si apostamos a esto, ya estamos condenados de igual manera.