Llevarse bien

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Despidieron a Johnny en el aeropuerto de LA, allí pidieron un taxi hasta el departamento ubicado en Santa Mónica, un barrio popular de lindos atractivos turísticos

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Despidieron a Johnny en el aeropuerto de LA, allí pidieron un taxi hasta el departamento ubicado en Santa Mónica, un barrio popular de lindos atractivos turísticos. Y aunque el otoño parecía aproximarse; no iban a perderse la oportunidad de visitar la playa y el famoso muelle que albergaba el Pacific Park.

Dos habitaciones, un baño, un living, cocina comedor y un hermoso balcón amplio para sentarse allí y disfrutar de un buen libro o simplemente jugar con el móvil y pasar el tiempo. Doyoung ya había hecho todos los planes cuando le mostraron las fotos del departamento en Corea. Era mucho más de lo que había esperado e imaginado, el tercer piso de aquel edificio moderno ubicado a casi seis cuadras del centro se convertiría de ahora en más en su nuevo hogar y aunque le costara horrores aceptarlo; también se convertiría en el hogar de Jaehyun.

Estando en su habitación llamó a Yuta y luego de compartir casi una hora de charla terminó excusándose que su estómago rugía de hambre y el japonés simplemente le dijo: "no hagas pasar hambre a mi bebito, por favor Doyoung ve a alimentarte" Oración suficientemente necesaria para hacerlo sonrojar por el tierno actuar del otro. No debía de extrañarse ante la expresividad del otro; pues Yuta se comportaba así mayoritariamente con Mark, Jungwoo y también con Winwin en las épocas donde promocionaba con NCT 127. Justamente el japonés era de esos que buscan aferrarse cariñosamente a alguien, y a pesar que Doyoung no era extremadamente cariñoso o de brindar estos tipos de servicios, ambos se sentían cómodos uno con el otro. 

—Ven Doyoung, es hora de hablar —Jaehyun aprovechó el momento en el que el mayor salió de su habitación para interceptarlo y llevarlo casi a rastras al sillón de la sala de estar. Lo sentó allí y apagó con el control remoto la televisión. Acomodándose al lado del embarazado soltó un breve suspiro y dijo:— podemos acostumbrarnos a esto hyung. Sé que al comienzo las cosas pueden resultar difíciles y verse todo muy, muy imposible, pero fui bastante claro con respecto al asunto: estaré contigo.

—Espera Jaehyun no es cuestión de acostumbramiento —levantó su mano mostrando su palma y deteniendo al otro—. No podemos darle a este bebé la imagen de una familia feliz, todo esto está muy lejos de ser una película romántica, o un cuento de hadas con alegre final y, que hasta ahora las cosas se vayan dando bastante bien no significa que el cielo se pintará de rosa para ambos. Has hecho muy mal en venir conmigo y ¿sabes por qué? Porque tampoco quiero acostumbrarme a ti para que después te borres del mapa y te vayas con... con... ¡Agh! ¡Olvídalo! No estoy pidiéndote que te vayas, pero sería lo mejor.

—Doyoung no me borraré del mapa como dices. ¿Qué más tengo que hacer para ganar tu confianza? No eres el único que pierde en este escenario, deja de actuar así porque si tú desde un principio hubieses...

 —¿Hubieses qué? ¿Hubieses qué, Jaehyun? Yo no estaba enterado de que podía embarazarme y tampoco estaba en mis planes. Además, bien que me follaste sin preguntar demasiado.

—¡Confié en ti Doyoung!

—No seas idiota, aunque no me sorprendería que también confías ciegamente en todas las faldas cortas con las que te relacionas —soltó con reproche— ¿Estás entendiendo que nosotros no podemos llevar ni una hora en paz? ¿Así crecerá el bebé en medio de nuestras discusiones?

Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora