Una última vez

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Doyoung gimió por lo bajo, si bien casi la mitad de los miembros no estaban en esa espaciosa casa; eso no quería decir que podían hacer todo el ruido que les gustaría hacer o que en su mayoría (de veces) hacían en algún cuarto de hotel en su ciuda...

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Doyoung gimió por lo bajo, si bien casi la mitad de los miembros no estaban en esa espaciosa casa; eso no quería decir que podían hacer todo el ruido que les gustaría hacer o que en su mayoría (de veces) hacían en algún cuarto de hotel en su ciudad, Seúl.

Jaehyun se encargó de brindarle como muestra de cariño unos húmedos besos sobre la piel de su cuello. ¿Qué tenía el mayor que lo volvía adicto? Se preguntó y rápidamente actuando de una forma desesperada arrancó de un tirón el pantalón deportivo de Doyoung.

—Ah... tus manos están frías.

—Las calentaré un poco tocando aquí —indicó para moverlas de una forma poco delicada sobre los blanquecinos muslos del muchacho. Tocando y estimulando también, unas partes sensibles: su miembro viril y su entrada.

—Encárgate bien de eso por favor —rogó como si de un animal en celo se tratase.

Jaehyun sonrió mostrando sus hoyuelos; llevó su boca a esa parte prohibida. Recorrió con sus labios aquella zona provocando en el otro un cosquilleo incómodo. —No voy a meterlo en mi boca precioso —aclaró el "gran hombre". Doyoung lo escucha y revolotea los ojos como de costumbre. Pero antes de decir cualquier palabra es interrumpido por el peliceniza: —Ese es tu trabajo porque no tenemos lubricante.

Doyoung agradeció que las palabras del otro llegarán a tiempo; porque estaba a punto de soltarle una grosería. Igual después de todo tenía que acostumbrarse a esa estúpida forma de ser de Jaehyun; a veces muy caliente y muy de "Open mind" y otras veces un gilipollas escrito con letras mayúsculas.

El menor se recostó sobre la cama luego de sacarse por completo la ropa, abrió sus piernas indicando, no tan explícitamente, lo que el otro debía hacer y segundos después se perdió en el placer de aquella felación.

—Tu boca sí sabe como jugar Dodo—halagó para luego mirarlo devorar ese trozo de carne— chupa bien bebé, chupa bien...

La respuesta de su "Dodo" eran simples sonidos bruscos producto de aquello que estaba brindando; el chasquido de su lengua, unos simples jadeos mientras cerraba sus ojos y se dejaba llevar por el ritmo que marcaba Jaehyun con sus manos enredadas en su cabello haciendo presión para que entre completamente aquel miembro erecto en esa boca la cual trabajaba para ir humedeciendo esa parte cada vez más.

—Suficiente —dijo con voz ronca— montame de una vez.

Doyoung levantó su vista, sus ojos brillaban producto de la excitación y de algo más que no podía ponerle nombre.  Levantó su tronco y posicionándose arriba de su compañero de banda, estiró su cara hacia la de Jaehyun pero no lo besó porque probablemente el otro se quejaría.

—Ve despacio, no quiero que te lastimes.

Y ahí salía la parte de Jaehyun que no todos conocían, un enigma sin solución era su personalidad.

Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora