Un Bebé En Los Angeles (JaeDo)

¿Tú lo quieres?

Haciendo un panorama de la catástrofe a su alrededor, pudo sentir el calor de la piel de su abdomen, aunque por ahí era demasiado pronto pero, tenía un pequeño ser creciendo dentro suyo. Era en cierto grado un poco emocionante.

¿Sería un él? ¿Sería un ella? lo que fuera formaría parte de toda su vida, y también lo uniría a Jaehyun de una forma inquebrantable. Las cosas se volvían más difíciles y pesadas con el tiempo, el crecimiento y el recorrer de la vida. Doyoung recordó aquellas palabras de su hermano quien siempre parecía tener esa dosis confortabilidad para regalarle en el momento justo e indicado, aunque seguro que cuando se entere lo del bebé estallaría en cólera e iría por Jaehyun y no precisamente para conversar en términos de tranquilidad.

¡La vida apesta!

Pues claro estaba su condición luego de las  palabras que había soltado el doctor alrededor del mediodía; embarazado estaba y para eso no hay vuelta atrás para alguien como él. Tendría, de ahora en más, investigar demasiado acerca del tema y qué tan peligroso podía ser llevar un embarazo no siendo mujer, porque los rumores, los mitos y  demás existían y eso lo dejaba con cierto temor.

—Vaya que rápido preparas un té... —dijo para apartar rápidamente sus manos y aparentar normalidad. Luego miró hacia la puerta esperando encontrarse con Taeyong— Oh, tú...

Después pasar todo un día casi esperando en la sala de una clínica, agotado hasta más no poder, había tomado una ducha para luego acostarse y tratar de acomodar algunas ideas en su cabezota. Su compañero de cuarto, Taeyong lo animó a tomarse algo por el supuesto "dolor estomacal" y si bien la idea no le hacía mucha gracia aceptó para tener solamente cinco minutos de intimidad y completo silencio. 

—¿Por qué a nadie parece agradarle mi presencia? —preguntó retórico revoloteando los ojos. Se acercó y sin pedir permiso se acomodó al lado del mayor, mirándolo como si esperara algo.

—Lo siento Jaehyun no me siento bien para... por favor Jaehyun, vete —dijo sin ánimos, era obvio que no quería pelear. El otro no obedeció: pero esto era normal, nunca lo hacía. 

Para no resultar molesto, o pesado quedó en silencio animándose a tocar la mejilla de Doyoung de una forma calmada y con cierto toque cariñoso. Pero el calor en el mayor parecía rápidamente manifestarse en su rostro, el odioso sonrojo que delataba.

—Tienes que mejorar pronto ¿lo sabes no?. Los conciertos comienzan pronto y los programas que aún...

—Sí, si claro, sé como cuidarme. Estaré bien para mañana, no tendrás la oportunidad de cantar mis partes en las canciones. Borra esos pensamientos de tu mente Jaehyun, a no ser que quieras que te los borre yo.

—¿Cómo los borrarías? —preguntó atreviéndose a provocarlo demasiado al otro para que reaccionara justo de la manera más pensada. Doyoung miró sus labios y se acercó bastante elevando su torso, pero un poco tímido fue para besarlo— tranquilo, yo solo vine a ver cómo estabas. Duerme bien—cortó, para luego abandonar la cama tan rápido como abandonó la habitación.