Virtual.

M.5 Porque te quiero Des.

Drew's POV:
Llamada entrante de Destiny♥:

-¿Si?- contesté ansiosamente.

-Drew, lo siento, no te estaba ignorando, solo tenía tu conversación abierta mientras vomitaba.- se le notaba en la voz que seguía borracha.- No me contestas a los mensajes, ¿por que?- parecía estar a punto de llorar.

-Estoy en el aeropuerto Des, voy a coger un avión para ir a visitarte, creo que necesitas ayuda.

-No, no necesito ayuda, ¿por que? ¿por que me emborracho a veces? No soy alcohólica, no necesito ayuda.- gritó entre susurros.

-Porque te quiero Des, y parece que te estás hundiendo, no aceptas que te digan te quiero, en el tiempo que nos conocemos rompiste, volviste y rompiste con Jack, ah y estableciste una nueva relación amorosa... con otro Jack.- ella rió levemente.- Sé que tu vida es una mierda, con perdón, por eso quiero hablar contigo en persona, y ayudarte a ver la luz, a ti y a tu hermano, no quiero que sigáis viviendo con vuestra madre.- no me había dado cuenta de que estaba gritando.

- Vete para casa Drew, no vamos a seguir viviendo con ella, por eso estoy así. Mi madre ha decidido que Thomas y yo somos una carga para ella, así que nos manda a vivir con nuestro verdadero padre, un señor al que no conocemos, y aun por encima, no es que nos vayamos de la ciudad, o del estado, no, nos vamos del país... A Canadá, en Canadá hace frío...

Sus palabras me dejaron completamente en shock, se iba a venir a vivir a Canadá...

-Destiny, puede que sea lo mejor y que ese hombre os cuide como merecéis...- contesté casi susurrando

-Drew, ese hombre nunca se ha interesado por nosotros, mi madre lo conoció en el gimnasio, fueron amantes durante 14 años, él sabía que yo era su hija y jamás quiso saber nada de mi, ¿por que ahora si?

-Destiny, tengo que contarte algo, ¿cuando te vas a vivir a Canadá?- pregunté.

-En un mes y medio.

-Tenemos que hablar, pero no quiero que nada cambie entre nosotros, prometo que la semana que viene te lo contaré, pero prometemelo...

-Está bien Drew, ahora vete a casa, no hace falta que vengas a verme, estoy bien.- no mentía, su voz ya no sonaba ebria, o no tanto.

- Si, será lo mejor, te hablo cuándo llegue, te lo prometo.