Thomas dormía en el asiento de al lado. Viajábamos en primera clase, ya llevábamos varias horas en el avión, yo estaba completamente aburrida así que me dediqué a darle los últimos toques a la canción de Selena, no se que opinaría Justin de eso... Pero ya lo hablaría con él. En cierto modo me sentía mal, podía parecer que me estaba aprovechando de él para conseguir algo, pero no era así, creía que cantar esas canciones servirían a Selena para desahogarse, y lo necesitaba.
Miré por la ventanilla, estaba atardeciendo y el avión estaba aterrizando. Un sentimiento de nerviosismo y emoción me invadieron.
Lo poco que había visto de Ontario, en fotos y desde el avión, era precioso.
Sacudí suavemente a Thomas.
-¿Ya hemos llegado?- Preguntó soñoliento.
-Si, ahora vamos a aterrizar, a coger las maletas y a conocer nuestra nueva casa, y a nuestra nueva familia.- sus ojos se iluminaron con mis palabras.
Atravesamos el túnel que nos sacaba de la pista y nos llevaba hasta el aeropuerto. Era enorme, había muchísima gente, me estaba empezando a agobiar...
-Ni se te ocurra separarte de mi.- le advertí a Thomas, éste asintió con la cabeza, haciéndome saber que me había entendido.
Comenzamos a caminar en busca de las bandas de equipaje, estaba completamente perdida.
Ya las había localizado cuando sentí que unos brazos me rodeaban por la cintura y me acercaban hacia un cuerpo fuertemente. Alguien rió en mi oído, provocando que su aliento chocara contra mi cuello, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Conocía esa risa, la había escuchado un millón de veces.
-Justin.- tartamudeé.
Esos brazos dejaron de rodearme, llevándose con ellos la electricidad.
Thomas se detuvo y dio la vuelta al ver que yo no estaba a su lado. Se estiró para que lo cogiera en brazos y así lo hice. Tomé una fuerte bocanada de aire y me giré.
Me encontré con la sonrisa mas hermosa que había visto nunca. Fue lo único que pude ver de él, llavaba una capucha, una gorra y unas gafas de sol para no ser reconocido.
-Destiny, por fin te conozco, y a ti Thomas, tu hermana me ha hablado mucho de ti.- su voz era hipnótica.
Ni Thomas ni yo respondimos, mi hermano se limitó a esconder su cara en mi cuello, cuando no conocía a la gente era muy tímido.
-Des, ¿puedes decir algo? Me encanta tu sonrisa, pero me estás asustando un poco.- dijo entre risas.
Estaba sonriendo y ni me había dado cuenta.
-¿Que haces aquí? Quiero decir, me encanta conocerte, pero, ¿no deberías estar en Los Ángeles?- pregunté demasiado deprisa.
-Te lo contaré todo esta noche cenando. No te preocupes por Thomas, he hablado con mi madre, ella lo puede cuidar.
Este chico lo había planeado todo.
-No hace falta Jus, en la nueva casa tenemos servicio, hay una niñera, pero no se si será buena idea que deje a Thomas solo la primera noche.- respondí aún algo confusa, no me podía creer que tuviera a Justin en frente.
- Lo hablamos en el coche, vamos a por tus maletas.- parecía muy emocionado.
Thomas se había quedado dormido nada más entrar en el coche de Justin, estaba muy cansado, era normal, estos días había dormido muy poco.
-Por fin nos conocemos.- dijo quitándose todo lo que me impedía ver su rostro.
Mi corazón dio un vuelco, era guapo en foto, pero en persona era un verdadero ángel, lleno de tatuajes, eso si, pero un ángel de todos modos.
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Virtual.
RastgeleDestiny Evans es una chica normal de pueblo de 19 años, que hace las cosas típicas de una chica de su edad, hasta que un desconocido pretende cambiar su vida.