-Destiny, despierta.- dijo la voz de Justin suavemente.
Abrí lentamente los ojos y me encontré con su sonrisa, por un momento olvidé todo lo que había pasado ayer y lo besé. Sus manos acariciaron mis mejillas de la forma más dulce del mundo.
- Esto no significa que te haya perdonado.- dije separándome de él.
-¿Entonces qué significa?- preguntó sentándose con las piernas cruzadas sobre la cama.
-Significa que aunque seas un completo idiota no puedo evitar besarte, porque desgraciadamente estoy loca por ti.- contesté sonriendo. ¿Que me pasaba? Yo tenía carácter, al menos antes de conocer a Justin sí lo tenía.
-Nena, lamento haberte hablado así ayer, estaba alterado, había bebido un poco y yo... Solo me puse celoso... Alfredo es como un hermano para mí, sé que nunca me haría eso, y sé que tú tampoco, pero simplemente no lo pude evitar... No controlé mis palabras ni mis acciones.- sonaba realmente arrepentido, y yo lo creí, al fin y al cabo yo había reaccionado casi de la misma forma.
-Puede que yo también haya exagerado un poco, también estaba celosa,esas chicas eran tan guapas...
- Pero ninguna de ellas era tú.- me interrumpió.- Te amo Destiny, a ti y solamente a ti. Eres la única qué tiene mi corazón.- depositó un suave beso sobre mis labios.- Te he hecho el desayuno, te espero abajo.
-¡Justin!- grité tratando de quitarmelo de encima.
-Vamos a la playa.- dijo levantándose.
-Estamos en Marzo, el agua está muy fría.- hice un puchero ocasionando que él riera.
-Podemos comer allí, hacer un picnic...- sugirió agarrando mi mano.
-No, ¿qué tal si vamos de compras o al cine?- pregunté.
-Está bien. Cine y compras suena bien. En realidad cualquier cosa siempre y cuando sea a tu lado es genial.- y este estúpido corazón latió, latió al ritmo de su voz, porque ya no había ninguna otra razón para que lo hiciera.
Sonreí mirándolo a sus hermosos ojos miel y la nube en la qué estaba voló aún más alto. Ninguna sensación se comparaba a Justin Drew Bieber.
-Te amo, Drew.- susurré y pegué mis labios a los suyos.
Thomas se quedaría en casa de Pattie hasta la noche, se había empezado a llevar muy bien con ella, y eso me alegraba.
Las manos de Justin se clavaron en mis caderas y, aprovechando qué mi pelo estaba recogido en una coleta, comenzó a besar mi cuello. Mis piernas flaquearon, no existía nada mejor que los abrazos por la espalda de Justin, aunque esto no era técnicamente un abrazo.
Dejé caer la tapa de la sartén que tenía en la mano y en ese mismo instante Justin me giró para besar ahora mi boca, me alzó y me posó sobre la mesa de la cocina, después de tirar al suelo todo lo que había allí. Sinceramente me dio igual, lo único que quería, lo único que necesitaba era que Justin me hiciese el amor, no me importaba que fuera el sitio menos romántico del mundo.
Desabrochó rápidamente su camisa, la cual llevaba yo puesta, su lengua no tardó en recorrer cada esquina de mi piel. Me besaba y me mordía con una pasión hasta ahora desconocida para mí. Sentí su erección presionandose contra mí y sonreí. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, haciendo que oleadas de electricidad me golpeasen.
Su móvil comenzó a sonar.
-Tengo que contestar.- dijo mirando la pantalla.
Me levanté abrochando mi camisa y observé la comida, se había quemado, pediría una pizza.
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Virtual.
RandomDestiny Evans es una chica normal de pueblo de 19 años, que hace las cosas típicas de una chica de su edad, hasta que un desconocido pretende cambiar su vida.