Al salir de la habitación vimos a dos hombres vestidos con traje negro, a los que Justin saludó con un leve movimiento de cabeza. Supuse que serían sus guardaespaldas pues nos siguieron todo el rato.
-Bien Destiny, dame la mano, manten la mirada en el suelo, y digan lo que digan no contestes a sus preguntas.- me ordenó antes de salir del hotel.- ¿Preparada? Ah, trata de no caerte.
Depositó un suave beso en mi mejilla y comenzamos a caminar. Sentí el aire frío de London sobre mi piel, provocando que mi piel se erizase. La luz de los flashes me cegó, pese a tener la cabeza gacha. Miles de chicas gritaban el nombre de Justin, y algunas otras el mío, la mayoría de ellas lo acompañaban de insultos.
Varios periodistas trataron de acercarse a nosotros, pero el equipo de seguridad se lo impidió. Aún así podía escuchar sus estúpidas preguntas.
¿Sois novios?
¿Es cierto que Destiny y Selena se han pegado?
¿Cuanto tiempo llevan juntos?
Has engordado ¿estás embarazada?
¿Que opina Selena de vuestra relación?
¿Es verdad que ya os habéis casado? ¿Que opinan vuestros padres sobre esto?
Destiny, por favor, cuantanos, ¿cuanto mide la Bieber-conda?
Esta pregunta me escandalizó y me hizo mucha gracia a la vez, de modo que no pude contenerme, y pese a poner la mano en mi boca, tratando de ocultar mi risa, estalle en una sonora carcajada. Intenté tranquilizarme y parar, pero era demasiado tarde, estaba teniendo un ataque de risa.
Justin me fulminó con la mirada y tiró de mi para colocarme delante de él.
Cuando entramos en la furgoneta lo observé de arriba a abajo posando mi mirada en su entrepierna.
-¿Des?- preguntó divertido.
-Estoy tratando de averiguar el tamaño de la "Bieber-conda".- comencé a reír de nuevo.
Llevaba al menos cinco minutos con este ataque de risa, Justin únicamente me miraba sonriendo y de vez en cuando dejaba escapar alguna risilla.
-Venga, Destiny, ya está, al menos no le han llamado Jerry.
Acababa de fastidiarla más, por fin me estaba tranquilizando, pero este nuevo mote provocó otra vez mis carcajadas. Él rodó los ojos poniéndolos en blanco, lo cual me pareció endemoniadamente sexy.
Me acerqué a él, colocando mi mano sobre la parte alta de su pierna, y mis labios estaban tan cerca de su oreja que podía rozarla con ellos si hablaba. Deje escapar un ligero gemido cuando olí su aroma.
-Estoy deseando conocer a la Bieber-conda.- susurré.
Dejó escapar un suspiro y noté como el bulto de sus pantalones crecía. Mordí ligeramente su oreja dos veces y bajé por su mandíbula, tenía los ojos cerrados, pero su boca estaba ligeramente abierta. Podía oír su respiración agitada y sentir su corazón bombeando sangre. Me estaba excitando mucho, pero no podía hacerlo, aún no, y menos en un coche.
Me alejé lentamente de él quitando mi manos de sus pantalones. Abrió los ojos.
-Has activada a Jerry.- dijo mordiendo su labio inferior.
-Drew, no es ni el momento ni el lugar.- contesté con una enorme sonrisa en la cara.
N/A: HOLAAAA! SE QUE DIJE QUE IBA A SUBIR UN CAPITULO LARGO, PERO ESTABA ESCRIBIENDO Y ME DI CUENTA DE QUE ESTE SE MERECÍA SER UN CAPITULO A PARTE, Y ME GUSTÓ TANTO QUE DECIDÍ SUBIRLO AUNQUE NO HAYA CONSEGUIDO AUN LO QUE PEDI EN EL CAPITULO ANTERIOR, ASI QUE SI QUEREIS CAPITULO LARGO YA SABEIS, A VOTAR Y COMENTAR.
MUCHOOOOS BESOOOOS.
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Virtual.
RandomDestiny Evans es una chica normal de pueblo de 19 años, que hace las cosas típicas de una chica de su edad, hasta que un desconocido pretende cambiar su vida.