𝑨𝒎𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒓𝒂𝒏ç𝒂𝒊𝒔▪︎George Weasley y Tu ▪︎

LII: ᴄᴜᴍᴘʟᴇᴀñᴏꜱ ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴏꜱ

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Caminábamos por las escaleras juntos, aún George tenía mi mano tomada y nuestros dedos entrelazados.

Solo esperaba que a este punto Eliott no le contara nada a mi padre de la presencia de George en mi habitación.

Por qué si lo había hecho se llevaría unos buenos golpes de mi parte.

Cuando llegamos al final de las escaleras solté la mano de George instantaneamente.

Este me miró algo confundido por mi acción.

No quería que mi padre pasara por ahí y viera nuestras manos juntas.

-¿Que pasa?- pregunto el mientras intentaba tomar de nuevo mi mano.

-Mi padre nos puede ver- le dije mientras jugaba con mis manos.

Estaba algo nerviosa de que nos encontraran aquí, ya tendríamos que haber vuelto al salón con el resto.

-Al menos un último beso- dijo el con una sonrisa de lado.

¿Por qué tenía que ser tan lindo?, no era lindo solo físicamente, si no que también tenía una linda personalidad y por eso me gustaba George.

Me acerqué lentamente a el, tome su mejilla y le di un corto beso en los labios.

Al separarme de él pude ver cono llevaba una gran sonrisa en los labios.

-Tu labios saben a fresa- dijo el con una sonrisa- Mi amortentia ya tiene un nuevo olor definitivamente- añadió mientras tomaba mi mano.

Yo solo me sonroje, George decía algunas cosas locas ciertamente.

-Ya tenemos que volver al salón Romeo- le dije mientras me alejaba de él y comenzaba a caminar al salón.

Esperaba que el me siguiera e hiciera lo mismo que yo.

-¿Que es Romeo?- pregunto el mientras caminaba junto a mi.

-Bueno Romeo es un personaje de un libro- le dije con una sonrisa.

Apenas estábamos cerca del salón y ya se podía oir el leve murmuró de las personas combinado con el sonido de la música.

-¿Es guapo como yo?- pregunto el con una sonrisa divertida.

Yo solo reí ante su comentario, la verdad no estaba segura si Romeo era guapo o no, pero no quería una relación como la que tuvo con Julieta.

Mire a las personas que estaban en el salón, había un par de grupos formados conversando alegremente.

Habían llegado más personas, algunos amigos de mi padre claramente del trabajo y otros que eran viejos amigos, como jugadores de Quidditch.

Ya me imaginaba como estaría Ron con la presencia de ellos.