𝑨𝒎𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒓𝒂𝒏ç𝒂𝒊𝒔▪︎George Weasley y Tu ▪︎

17

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Dos semanas habían pasado desde el baile.

Y aún faltaba mucho para que termine el torneo de los tres magos .

Me encontraba yendo hacia la biblioteca, llevaba puesto el suéter con una enorme G, se había vuelto uno de mis favoritos, ya que era muy cómodo, aún no sabía dónde George lo había comprado o tal vez el lo había hecho.

Esta última semana había estado muy ocupada en clases, por lo tanto no tuve tiempo de ir a la biblioteca.

Así que ahora me dirigía así ella.

Llegue a la puerta y entré vi a algunos alumnos ahí.

Me dirigí hacia el área de criaturas mágicas.

Encontré un libro sobre animales fantásticos.

Lo tomé y me dirigí hacia las mesas.

Ahí vi a Ginny  la hermana de mis amigos pelirrojos.

Me acerqué a ella con una sonrisa, no había tenido muchas pláticas con ella, así que era bueno que tal vez la conozca mejor.

- hola Ginny- dije delante de ella

- Oh hola ________- dijo ella.

Mire su mesa la cual estaba llena de libros y pergaminos.

-¿Puedo sentarme?- pregunte

- Si, claro- dijo ella moviendo algunas de sus cosas

-¿Estas haciendo tareas?- pregunte mirando sus cosas

- Si, es un informe de dos pergaminos para herbologia- dijo ella escribiendo

- Bueno si quieres puedo ayudarte- dije con una sonrisa

- No creo que sea necesario- dijo ella

- Vamos debe haber algo en lo que puedo ayudarte- dije

- Bien, me hace falta un libro, esta en la sección de herbologia- dijo ella- este es su nombre- dijo dándome un papel

Tome el papel y leí el nombre, "Mandrágoras".

- Ahora vuelvo- dije parandome a buscar el libro.

Me dirigí a las estanterías comenzando mi búsqueda.

Pociones, encantamientos, y Herbologia, por fin había encontrado lo que buscaba, el área de herbologia.

Me adentre por las estanterías, y mire los títulos de cada libro.

- hola _______- dijo Neville, que estaba parado junto a uno de los estantes.

- Hola Neville- dije con una sonrisa

- No sabia que te gustaba la herbologia- dijo Neville

- Bueno, en realidad estoy buscando un libro para Ginny- dije enseñándole el papel, que hace poco me había dado la pelirroja.

El lo tomó y comenzó a leerlo.

- creo que he visto ese libro por aquí- dijo el- Ya vuelvo

Yo solo asentí y esperaba que el volviera.

- No sabia que Los Ángeles estaban cayendo del cielo hoy- dijo un chico apoyado a unos estantes era alto, fornido, con un cabello rubio rizado, mirándome con su sonrisa arrogante.

No sé cuántas veces había escuchado ese tipo de frases, cada una más tonta que la otra.

-¿Perdona?- dije algo confundida