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Como todos los sábados, Jenna practicaba en la Torre de Astronomía. Eran las 22:30 cuando estaba subiendo a la torre. Subió y coloco el estuche en el piso y sacó el violín, acomodo las partituras, iba a empezar a tocar pero escucho un sollozo. Se quedó en silencio esperando por otro sollozo para saber de dónde venía.

– ¿Regulus...?.

El menor de los Black ni siquiera intentó moverse. Su rostro estaba oculto en sus manos, ahogando los sollozos y sentado en el piso. La francesa soltó su violín, se sentó junto a él y lo abrazó, sin decir nada.

El menor de los Black correspondió el abrazo, escondió el rostro en el pecho de la chica así mojando su ropa. Quedaron abrazados durante unos minutos sin que fuera incómodo.

– Mi mamá siempre dice que una persona de vez en cuando tiene que transformarse en un paño de lágrimas pero... me va muy mal en Transformaciones asi que sere tu humano de lágrimas ¿quieres?- Dice Jenna acariciando el pelo de Regulus.

– Perdón por interrumpir tu práctica- dice el ojigris separándose de la chica.

– No te disculpes Reggi, igualmente no es tan importante.

El corazón de Black dio un vuelco al escuchar el apodo que usaban cuando tenían 11 años.

– Claro, que es importante tocaras en un teatro- Dijo secandose las lagrimas.

– Estoy mejor que nunca, mira- agarró su violín y empezó a tocar lo que tenía preparado para el teatro.

Regulus la miraba tocar el violín con un brillo en los ojos, la tranquilidad que transmitía Jenna le encantaba, le gustaba demasiado. Sentía que podía verla tocar por horas y horas pero en un momento ella se detuvo.

– Eres increíble- dijo él sin dejar de mirarla.

– Gracias...hey ¿ Quieres ir conmigo a Hogsmeade? se que no quieres que tus amigos me vean contigo pero pensé que él la interrumpió.

– Si, nos vemos mañana, Jenny.

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Jenna se despertó agotada. Hoy iban a salir a Hogsmeade. Las primeras horas iban a ser con sus amigos y las últimas con Regulus, no tenía ni idea cómo iba a escapar de sus amigos pero de alguna forma lo lograría.

La castaña hizo la rutina de cada mañana, se puso un pantalón de jean y una camisa con rayas verticales, esta estaba metida dentro del pantalón . Salió de su habitación y de la sala común, es normal que sus amigos a esta hora estén desayunando, eran las 9:30 de la mañana.

Entró al GC y se dirigió hacia sus amigos que lo único que impedía que sus cabezas no chocaran con la mesa eran sus manos.

– Buen dia- dijo la francesa despertando y tomando una taza de café.

Sus amigos miraron a Sirius con las cejas alzadas.

– ¿Podemos hablar, Jenn?- dijo el oji-gris.

– Si, ¿ Que necesitas Black? .- el nombrado cerró los ojos con fuerza, odiaba estar peleado con ella.

– Llamame Sirius o Canuto o como quieras pero no me llames así- rogó el chico, la francesa lo miro a los ojos- Perdoname enserio lo lamento, se que no soy nadie para decirte que hacer pero.

– No digas "pero" porque la cagas, Canuto- dijo con una sonrisa la castaña.

– Genial. ¿Qué hacemos hoy? ¿Las tres escobas?.

– Yo no... me quedaré con ustedes toda la salida- dijo la chica para luego empezar a tragar una tostada.

– ¿Por qué? siempre la hacemos juntos.- dice Peter.

– Colagusano tiene razón, Catty- dijo esta vez James.

– Solo es que tengo cosas que hacer.

– ¿ Tienes una cita?- pregunto directo Remus. La chica casi escupe el café pero después de tragarlo responde.

– Claro que no, Lunatico. No es una cita. Nos vemos en Hogsmeade- se levanto y camino rápido a la salida.

Luego de unas horas los amigos se encontraban en el pequeño pueblo jugando y hablando en Las Tres Escobas.

– Es horrendo ser un gato, escupes bolas de pelos todo el rato- dijo Jenna para luego reir.

– Las pulgas son lo peor- dice el Black.

– Todos tenemos pulgas, Canuto- espeta James y ríen todos juntos. La francesa mira su reloj de mano , ya casi era la hora.

– Voy al baño- miente, sus amigos asienten. Como pudo salió de la ventana del baño.

Arreglo con Regulus que se encontraban en el camino que da hacia La casa de los gritos. La castaña se sentó en unas de las piedras cerca, estaba tranquila hasta que unas manos taparon sus ojos.

– ¿Freddy Mercury?- dijo en chiste y él se rió, dejando ver su hermosa sonrisa.- ¿Cómo lo lograste? yo escape por el baño ¿tu?

– Yo les dije que me sentía mal- se rió- Eres la unica que piensa que es ilegal.

– Es que parece que si me pelee con Sirius por juntarme contigo- dijo comiendo un chocolate que le dio Regulus.

– No me sorprende, ya deje de ser su hermano, me odia- confiesa con tristeza y enojo a la vez.

– El no te odia y sigues siendo su hermano, solo se fue de tu casa por que ya no aguanto. No juzgare a tu familia por que cada familia es un mundo pero...el no te odia- dijo la francesa con rapidez.

Hablaron por unos minutos sobre las clases y materias hasta que la chica ve un anillo en la mano del chico y agarra su mano con delicadeza mirando con detenimiento el anillo, el menor de lo Black se sorprende por la acción de la francesa pero lo permite.

– Es una reliquia familiar ¿verdad?- el chico asintió lento mirándola- ¿puedo?- pregunto y él de nuevo asintió distraído, la chica sacó el anillo y se alejó de él caminando hacia atrás.

Examinó con cuidado el anillo, dentro de este tenía tallado con pequeñas Toujours Pur que significaba siempre puro en francés. Ella solo se rio de la palabra, Regulus se posicionó frente a ella e intentó sacarle el anillo pero Jenna lo esquivo.

Toujours Pur ¿encerio? dice riendo.

–No quería que lo vieras ya que tu...eres...

– Soy...

– Una...sangre...

–¿ Una sangre sucia?- rio- ¿Debería estar ofendida o algo asi? porque no soy nacida de muggles, se podría decir que soy la sangre más limpia de francia... Mais ne m'appelle jamais Sang-de-Bourbe, S'il vous plaît . - ( pero no me llames sangre sucia por favor) Confesó la chica acercándose demasiado a Regulus poniéndolo nervioso.

c'est bien. Je ne savais pas que tu parlais français- Está bien, no sabia que hablabas franceses. dice el Black acariciando la mejilla de la chica.

Cada vez estaban más cerca del otro, sus respiraciones se mezclaban, sus narices rozaron pero se separaron al escuchar unos pasos acercarse. Los dos jóvenes maldijeron por dentro.

– Catty se hace tarde hay que irnos- dijo el licántropo parado a unos metros de ellos.

– Si...am nos vemos en las rondas Reggy- la chica besó la mejilla del pelinegro y se fue con su amigo. Luego de unos minutos caminando con Remus ella hablo- Siempre llegas en los peores momentos, Lunatico.

– Perdón por arruinar tu cita- dice riendo.

– No era una cita o eso creo, nunca dijo que lo fuera- dice la francesa con tristeza.

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora