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Me despierta unos golpecitos en la ventana. Era una lechuza, gris y negro . Al instante supe que era Sirius y James.

Me levanto y abro la venta dejando pasar a la lechuza.

— Hola pequeña, ¿Esas bestias te hacen volar con este frío?– pregunto y ella picotea mi mano. Agarro la carta y le doy una galleta al ave.

Catty.

Hola, buenos días creo. ¿Cómo estás? ¿Tu hermosa madre? ¿ Tus pequeños abuelos? Bueno con James estábamos pensando en ir a tu casa pero la señora Potter nos atrapó. Te queríamos preguntar ¿ Cuando vendrás a nuestra casa? Ya te extrañamos.

Canuto.

PD: James también te extraña.
PD 2: No mires el profeta.
PD 3: Te quiero. Espero que te guste mi regalo de navidad.

Sonrío al leerla, tengo mucha suerte en tenerlos. Mi sonrisa desaparece en el segundo posdata. Dejo la carta en mi cama y bajo a la cocina donde estaba mi mamá y abuelos haciendo el desayuno.

— Buegos dias- dice mi abuelo abrazándome lo cual correspondí.

— ¿Que hacen?– pregunto.

— Panqué...- dice mi mamá. Frunce el ceño, está distraída y tensa, eso no es buena señal.

Yo me siento y veo sobre la mesa el diario, trato de ignorarlo y pensar que hoy es nochebuena. Mi familia se sienta en la mesa y empezamos a comer el desayuno pero mis ojos siguen en el profeta sobre la mesa.

La curiosidad mató el gato. Extiendo mi mano y lo agarro. Cambio las hojas mientras leo pero la sangre de mi cuerpo de vuelve hielo cuando leo mi apellido en primera plana.

— !No!- grita mi mamá y trata de sacarme lo pero yo me alejo.

Y empiezo a leer en vos alta.

— Maximiliano Dupont ha escapado de Azkaban, se dice que con ayuda de un auror. El asesino de más de 20 nacidos de muggles anda suelto en las calles de Londres. Las autoridades de Azkaban lo están buscando.— mis manos temblaban y mi madre se acercaba con delicadeza como si fuese a explotar en cualquier momento.

Mire a mi madre con lágrimas en mis ojos y el diario en mis manos.

— ¿Que es esto mamá?.

— Hija no es lo crees... él

No sabía en qué momento empezamos a hablar en francés. Mis abuelos también están de pie.

— ¡¿EL ES MI PAPÁ? ¿NO ESTABA MUERTO?!— grito saliéndome de control.

— Para mí lo está, cariño- dice con lágrimas en los ojos. Yo estaba temblando de furia.

— ¡ No lo está! Está aquí- señaló el diario— ¡El asesino de más de 20 nacidos de muggles!¡ Hiciste que sintiera orgullo y admiración a un asesino.!

Ella intenta tocarme pero yo me alejo y veo el dolor en sus ojos. Me dirijo a la salida, agarro un abrigo y salgo. El viento frío choca mi rostros pero lo aguanto. Me acerco a una silla que hay en el patio y me siento. Mis lágrimas no tardan en salir.

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora