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Las primeras semanas de clases se habían pasado muy rápido, sin darme cuenta ya estábamos en Noviembre a unos días de mi cumpleaños y el de mi mejor amigo, Sirius.

Si no fuera por mi compañera de cuarto hubiera seguido durmiendo, me levanté de la cama y me cambie como pude agarre lo que necesitaba y salí corriendo hacia la clase de Adivinación. Cuando llegué al salón de clases recordé que hoy me tocaría con los Slytherin, busque por los lugares a Regulus.

- Hola- susurre sentándome al lado suyo- ¿Qué pasó?.

- Hola, nada importante. ¿Te quedaste dormida?- dijo el ojigris.

- Si es que... estoy haciendo un proyecto y me quedé hasta tarde despierta.

- ¿ Que proyecto?- preguntó.

- Luego te cuento, seguro te interesa.

Espere a que termine la clase y agarre la mano de Regulus para llevarlo a la biblioteca y mostrarle mi proyecto.

-Mira...- saque el diario violeta de mi mochila y se lo mostré. El ojeo las escrituras del diario con el ceño fruncido.

- ¿Esto lo hiciste tú?- asentí con orgullo.

- Cada hechizo y poción son de mi creación, y no es el único diario contando este son 3 pero tengo miedo que caiga en manos equivocadas por eso estoy trabajando en un hechizo donde solo yo y mis herederos puedan leerlo.- dije con una sonrisa.

La verdad a veces podía ser más inteligente de lo que parecía por eso soy Prefecta. Regulus me miraba con una sonrisa y sorprendido.

- Estoy muy sorprendido, nunca pensé que podrías hacer estas cosas- dice aun mirando las escrituras.

- De hecho eres el único que lo sabe, ni siquiera mis amigos lo saben.-confesé sacándole el diario para guardarlo- tenemos que ir a pociones ahora, vamos.

Aunque amo Pociones el profesor de esta materia me hacía odiarla. Me senté lejos de Regulus porque sus amigos Slytherins estaban en la clase, en varios momentos podía sentir la mirada de él y también en varias coincidimos dándonos pequeñas sonrisas.

Tenia dos horas libres antes de ir a la ultima clase, así que fui al lago negro a tomar aire. Tiraba piedras al agua haciendo que estas saltarán.

- Dupont ¿ verdad?- dijo una voz detrás mío.

- ¿Si? Lucius Malfoy ¿ verdad?- dije tomando la misma postura que él.

- Exacto, Escucha te pediré amablemente que te alejes de Regulus, no le haces bien, él está en un momento muy importante de su vida, como para...- me miró de arriba a abajo- Distracciones.

- Escucha tu Malfoy... Regulus tiene la madurez suficiente para decirme si quiere que me aleje y también él puede elegir sus amistades, Adiós Malfoy...-pase por su lado pero me agarro fuerte el brazo.

- La próxima vez no avisare- dijo apretando los dientes, me solté fuerte de su agarre y me fui.

Al llegar la última clase lo menos que hice fue prestara atención. ¿A qué se refería con "un momento muy importante de su vida"?.

Faltaba un día para mi cumpleaños (Noviembre 03) y en todo el día no pude hablar con Regulus, no lo encontraba en ningún lugar del castillo. El diario "El Profeta" cada vez notificaba más muertes de Muggles o nacidos de estos y lo que más miedo me daba era que también mataban a Sangres puras.

- Si, mi cumpleaños se celebra en la sala común de Gryffindor- dijo Sirius a una chicas de Ravenclaw. Estábamos en el pasillo. Yo seguía mirando el diario, como si este me dijera donde estaba Regulus.

Hasta que levantó la cabeza y lo veo, estaba con sus amigos hablando en lo que parecían susurros pero empezaron a irse.

- James tomará prestada tu capa.- corrí a buscar la capa y cuando la encontré me la puse y corrí a la sala común de Slytherin.

Espere que alguien abriera la puerta hasta que un niño la abrió. Entre lo más rápido que pude y subí a las habitaciones, lo se, es muy arriesgado pero es donde yo iría si quiero hablar de algo secreto.

Encontré una puerta que solo decía Regulus Black, obviamente no pude pasar ya que llamaría mucho la atención tampoco pude escuchar a través de la puerta seguro pusieron un hechizo silenciador. Casi me caigo cuando alguien abre la puerta Mulciber sale y deja la puerta abierta, entro rápido antes que Malfoy la cierra.

- No quiero obligarte Regulus, ella no es buena, sabes cuales son sus ideales, ya sabes de que lado esta. Alejate de ella, antes que le pase algo malo, al señor Tenebroso no le gustan las distracciones.- dice para luego irse.

Regulus agarra su pelo con desesperación y nerviosismo. Empieza a buscar algo en el escritorio, agarra una pluma y un pergamino y empieza a escribir. Me acerque a él despacio y leí lo que escribía.

En un momento dejó de escribir dejando la pluma en el pergamino. Ay no. Todo pasó muy rápido, Regulus se movió rápido, de un momento a otro estaba contra la pared, sin la capa de invisibilidad con la varita de Regulus apuntando mi garganta.

- ¿Hace cuanto que estas aquí?- dijo bajando la varita.

- Am...¿Eso que importa?- mi voz se quebró- ¿Señor Tenebroso? Eres...

- Jenn...yo.

-Muéstrame tu brazo...por favor- las lágrimas ya salían de mis ojos.

Regulus y yo aunque no quisiéramos habíamos echo un lazo muy grande gracias a las veces que hablábamos y las rondas. Realmente lo quería y que este yendo por ese lado hace un vacío en mi pecho.

Él levantó su brazo, mis manos temblaban. Levantó la manga de su camisa y me largo a llorar cuando veo su piel pálida sin ningún tipo de marca, lo abrazo con toda la fuerza que puedo.

- Por favor no lo hagas, te lo ruego.- digo hundiendo mi rostro en su pecho. Siendo sus brazos rodearme y su mentón apoyarse en mi cabeza.

- Lo siento, es mi deber.- lo miro a los ojos, con una mano en mi cintura y con la otra limpia mis lagrimas.

Estábamos muy cerca pero sin embargo el me volvió a abrazar. Que más quería, si solo somos amigos, creo.

- Lo intentaré, lo prometo pero...no podemos vernos más.

-Encontraré una forma.

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora