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Vestidos en esa casa no había. Bueno si había, pero de 1800.

Tire el último vestido encima de la cama y suspire agotada. Apenas llegaba unos cuatro meses y ya me cansaba demasiado rápido. Mire el único vestido que pasaba a esta década.

Este era violeta y de una tela suave. Largo con algunos pliegues. Realmente hermoso.

—¿Enserio estas pensando asistir? —la voz de Regulus me saca la sonrisa y suspiro otra vez. Hace unos días habíamos discutido por ir o no ir. —Jen es muy peligroso.

—Ya lo dijiste. —Me acerque a el que estaba en el marco de la puerta. —"Es muy peligro" "Ni el mejor mago del mundo mágico me asegura tu bien estar" Ya lo dijiste, pero no me importa. No estoy discapacitada, estoy con todas mis piezas y puedo pelear.

El peino su pelo soltando un suspiro cansado. —No es que no puedas, se que puedes. Ir a la boda es que nos vean y que nos reconozcan. No sabemos si hay algún traidor en ese círculo.

Lo rodee y salí de la habitación, camine por los pasillos hasta la escalera. Sus pasos y llamados se escuchaban detrás de mí. Cuando llego a la cocina agarro una manzana y comienzo a comerla.

—Es la boda de mis mejores amigos. No puedo no ir. Ademas estará lleno de magos y brujas preparados para algún duelo. —Espete y el estaba por hablar pero levante mi mano indicándole que aun no había terminado. —Si nos hacemos ver, ellos sabrán que no tenemos miedo, no sabemos nada, solo nos escapamos porque nos súper amamos y nuestras familias no nos quería juntos, nos casamos y vivimos felices comiendo perdices.

El frunció el ceño, supongo yo, pensando. Se acerco a mí y beso mi frente. Sonreí victoriosa. Había ganado.

—Está bien, iremos. 

Un pequeño gritito salió de mi y aplaudí con rapidez. Lo abrace mientras el reía. Bese toda su cara y por ultimo sus labios. El me siguió el beso hasta que nos separamos. 

--Pero en el primer momento que note  al extraño,  nos vamos ¿De acuerdo?

--Si, como usted diga. --Me gire hacia el armario para buscar algo que le quedara a el.

(...)

Hace mucho que no iba a una fiesta. Las únicas fiestas a las cuales he ido sin estar en Hogwarts, son las cenas que hacen los sangre pura. Aunque dudo mucho que me vuelvan a invitar a alguna de esas fiestas, y ni siquiera quiero ser invitada.

Alistaba mi vestido lila con mis manos, las cuales se detuvieron en mi vientre un poco crecido ya, aunque no lo suficiente.

Me doy una sonrisa a mi misma y agarro mi bolso de mano. Al bajar a la planta baja, Reggy estaba tratando de arreglar su corbata.

Por suerte el pelinegro no era el típico chico que necesitaba ayuda con su corbata. Su familia estaba acostumbrada a usar corbata o moños, así que supongo que tuvo que aprender.

Al llegar a su lado me aferró a su brazo. El me mira desde arriba y una sonrisa se dibuja en sus labios.

- ¿Lista? - Pregunto mientras acomodaba un mechón de mi largo cabello detrás de mi oreja y besaba mi frente.

Asentí y comenzamos a caminar hacia la chimenea. La boda sería en la Mansion Potter.

Unas llamas verdes nos envolvieron y en cuestión de segundos estábamos en la sala de esa gran Mansión. Ya muchas personas se encontraban allí, algunas miradas se fijaron en nosotros, incomodandome tanto que el pelinegro lo noto y tomo mi mano con fuerza dedicándome una sonrisa.

Caminamos entre la gente hasta que una melena negra y ondulada llama nuestra atención. Sirius al vernos, abre los ojos con sorpresa y juraría que hasta con un poco de enojo.

Se despide de la mujer con la que hablaba y camina hacia nosotros. Me rodea con sus brazos.

-¿Que diablos, Jenn? - Susurra en mi oído y lo único que hago es abrazarlo mas fuerte.

Al separarse de mi, mira interrogante a su hermano menor.

-A mi no me mires, ella quería venir. - responde antes de que haga la pregunta mientras levanta los hombros.

- ¿Lily sabe que estás aquí? ¿James? - Negué mientras agarraba un bocadillo de la mesa en la que estábamos.

- Por cierto ¿dónde está? Quiero verla. - pregunto.

- Aún está arriba con las demás chicas. - No basto más tiempo cuando solté la mano del chico y me encamine hacia las escaleras.

- Jenny... espera. - Llamo pero solo lo mire sobre mi hombro.

- Tranquilo, héroe mío, estare bien.- dije con gracia y comencé a subir la escalera.

Mientras caminaba por los pasillos me encuentro a Peter. Sus pasos se detienen apenas me ve, corro hacia el y lo abrazo, hace mucho que no lo veia.

El responde mi abrazo un poco tímido.

Mi sonrisa era de pura alegría, realmente me gustaba estar de nuevo con mis amigos. Me separó del ya no tan pequeño Peter, me pasaba en altura, además que había adelgazado.

- Jenn...no sabía que vendrías. - Dice dudoso, el temblor en su voz jamás cambiaria.

- Si, pensé lo mismo, pero logré convencer a Regulus. - Dije mientras miraba hacia el pasillo. Algunos gritos de alegría se escuchaban detrás de una puerta.

Peter sigue mi mirada y toca mi hombro.

-A Lily le gustara verte, su hermana no vendrá. - Avisa y luego de eso se va escalera abajo. Mi ánimo cambio un poco.

Conozco a Petunia, era una mujer bastante malhumorada y realmente ella y Lily no se llevaban considerablemente bien pero al fin y al cabo era su hermana.

Abro la puerta y una barrera de cinco mujeres con vestido azul me recibe. Al escucharme estás se apartan y puedo ver a la peliroja con una vestido blanco entallado de encaje.

Una lágrima se escapa de mi mejilla.

- Jenn...- No responde y solo corro hacia sus brazos donde ella me recibió con gusto.

Ella pronto comenzó a llorar en mi hombro y de la misma manera la separó de mi. Paso mi dedo por sus mejillas quitando las lágrimas.

- Tranquila, se te correrá el maquillaje. - Ella rio pero aún caían lágrimas.

- Petunia...

-Shh... Ella se lo pierde.-  Me daba demasiada pena que Petunia no sepa separar la rivalidad para estos momentos tan importantes.

Mire a las damas de honor y les sonreí. Muy fácil pude reconocerlas de Hogwarts.

Las chicas se habían ido un momento, dejandome sola con Lily. Arreglaba su cabello con una cinta blanca mientras ella se miraba en el espejo.

- No debiste venir. - finalmente dice. La miró con el ceño fruncido. - Quiero decir, aún estás en riesgo y ...

- Lo pensé, Lily. - La interrumpí. Pongo mis manos en su hombro y la miro atravez del espejo. - Pensé en todo lo que podría pasar si salía de mi casa, pero me cansé de estar ocultandome. Quiero vivir este momento con ustedes, James es como mi hermano mayor, a quien todavía no pude ver, y tú eres mi hermana.

Otra lágrima cayó por su mejilla y agachó su cabeza mientras quitaba esa lágrima.

Un piano en el exterior comenzó a sonar y aprieto sus hombros.

- Ya es hora, Señora Potter.

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AHHHHHHH 30K ME MUEROOOO ❤️❤️❤️❤️❤️

Lxs amo demaciado encerio, gracias por los votos y todo lo que apoyan a la historia.

Las faltas de ortografía no están corregidas.

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora