Alexander seguía en la silla. Por el cansancio me había sentado en el sillón.
Regulus aún estaba de pie detrás de él. Una incómoda presión en mi vientre me hizo removerme en mi asiento. Note el rostro de preocupación de Regulus y la de confusión del chico.
-Tengo hambre. -Dije sin pensar. Al segundo de decir esas dos palabras, un elfo, ósea Kreacher estaba a mi lado tendiéndome un plato con un pedazo de pastel. Sonreí en agradecimiento.
Luego de darle dos mordisco a mi pastel en total silencio, hablo.
-Prosigue por favor.- Pedí mirando al supuesto Alexander.
Alexander aclaro su garganta y solo me hablo a mí.
-Cuando fuiste a mi funeral supongo que no abrieron mi ataúd. -Asentí teniendo un leve recuerdo de ese momento en que mi madre quería ver a su sobrino pero lo negaron. - Pues eso fuer por el simple hecho de que no me encontraba ahí dentro, si no que estaba en alguna calle de Francia, corriendo por mi vida...
-¿Qué? -No entendía ni una palabra de lo que decía el pelirrojo.
-Sí, me echaron de mi casa porque según ellos defendía a los muggles y...bueno tenia ideologías y formas de ser que para mis padres eran completamente de un enfermo mental. -Aclaro con normalidad. En una parte me dolió, porque si era cierto todo eso, significaba que dejaron a un niño de 10 años en la calle.
-Pero...- Me levante del sillón. -Yo vi a tus padres llorar.
Una sonrisa de tristeza se dibujó en los labios de Alexander.
-Pues será porque lloraban a su hijo amado, que no amaban lo suficiente como para aceptarlo. -Sabia, dentro mío, que esa frase decía mucho más que "traidor a la sangre". -Disculpa no pregunte tu nombre, Mademoiselle.
Ese acento me recordaba mucho a mi abuelo.
-Soy Jenna Dupont. -Dije con una sonrisa y el soltó una carcajada, tirándose hacia atrás con una sonrisa.
- Oh mon Dieu... Has crecido muchísimo, JJ -Me reí al escuchar el apodo que a veces me decían, muy pocas veces.
-Me siento muy mal de no haberte reconocido, Alexander. -Confieso. El niega quitándole importancia.
-No te preocupes, me alegra encontrar a alguien que, al menos, me caía bien. -Confiesa esta vez el. Un brillo de nostalgia recorría su rostro.
Regulus escuchaba la conversación con atención pero no agregaba nada a ella.
-Además, Jenna, eras una niña cuando, supuestamente, morí. -Dijo el mientras se removía en su silla.
-Es cierto lo único que recuerdo es que me acompañabas en mis tardes de té con mis muñecas. -El volvió a carcajearse al igual que yo.
-Cómo olvidar esas tardes, tus muñecas de trapo eran horribles. -Jadee con indignación falsa. La confusión en Regulus crecía aún más.
-Mis muñecas eran lindas-
-Esperen un segundo. -Detuvo Regulus hablando por primera vez. -Entonces ¿es un intruso?
La pregunta de Regulus trajo nuevamente la tención entre nosotros. La verdad era que no tenía ni idea si era un intruso o no, me deje llevar por la emoción de haber encontrado, o más bien, que haya entrado a mi casa alguien con quien jugaba de niña.
Alexander me miro esperando mi respuesta. Miro al piso como si la alfombra vieja me diera la respuesta.
-La verdad es que no sé. -Exclame. Regulus resoplo y Alexander frunció el ceño.
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Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈
Fanfiction" Necesito que te vayas" " Jamás te dejare solo" FINALIZADA. Segunda parte: All For Love : En curso. Esta historia esta basada en la saga de Harry Potter de JK Rowling al igual que los personajes son de su creacion a excepcion de algunos que son d...