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1980 

Como lo había visto hace un año.

Lily en noviembre de 1979 nos aviso por una carta que estaba embarazada. Ninguno de los dos nos sorprendimos ya que le había contado a mi esposo sobre lo vi ese dia.

Ya habían pasado nueve meses y Lily ya había dado a luz a un niño, curiosamente llamado Harry.

Desgraciadamente no pudimos ir a visitar a mi amiga ese año. Ni tampoco ellos pudieron viajar ya que la vida en Londres estaba siendo muy peligrosa. Los casos aumentaban con creces, aun mas los casos de nacidos de Muggles. A pesar de eso Lily me mando muchas fotos de Harry aunque aun era unbebé era idéntico a James, solo faltaban sus anteojos.

Por una carta le dije a Lily que podria darle una de mis casas en donde ella quisiera entre las opciones estaba Latinoamerica y Noruega pero no acepto a mi petición.

Luego de esa carta ella mando muchas mas contándome con lujo de detalles la situación en Londres.

Nos poníamos al tanto de todo por fotos y vociferadores. 

Algo que me sorprendio y me dejo pensando por varios días fue una tal prefesia pero mas de eso no me conto por seguridad, pero que lo tenían totalmente controlado.

Apartir de los diarios de Francia nos avisaron que el Mundo Magico de Francia estaba completamente protegido y que resibirian con los brazos abiertos a cualquier Mago y Bruja que quisiera irse de Londres y alojarse en Francia.

Esa misma protada se la envie a mis amigos pero nunca resibi respuesta.

Coraline crecia y se volvia mas energética aunque noto la ausencia de sus tios el dia de su cumpleaños. Con Regulus intentamos que no se sintiera asi con muchas cosas que hacíamos, entre ellas, Le di una función de violin que ella siguió mientras bailaba y Regulus toco el piano para ella.

Su pelo castaño claro hacían que sus ojos grises resaltaran además de que ellos ya brillaban naturalmente.

A pesar de eso Coraline aun no había dicho una palabra que nosotros no entendiéramos.

Los tres estábamos en el jardín de la casa haciendo un pequeño picnic mientras Coraline jugaba con la escoba y Regulus le enseñaba como se limpiaba. Ella seguía torpemente los pasos sacándole una sonrisa a su padre.

La niña al oir mi risa se gira y corre hacia mi atrapándome en sus minis brazos.

Regulus se acerca también riéndose y se acuesta en el césped. La pequeña salta sobre el.

—Papá.

Lo único que se escucho en ese momento fueron los pajaros pasar.

Mi vista se dirige al pelinegro que miraba el cielo con los ojos abiertos. Coraline comenzo a reir y a golpear el pecho de su padre.

—¿Qué dijiste, Coco? — Le pregunto a la niña con su habitual apodo. Coraline sonrio. Regulus se irgio y tomo a su hija entre los brazos mirándola a la cara. —Repite eso, Coco.

—Papá. —Regulus se levanto del suelo con la niña entre sus brazos.

—Por Merlin, dijiste papá. — La niña solo reia al igual que yo. — ¿La escuchaste, cariño?

—Si, la escuche. — Dije, cuando menos me di cuenta el chico comenzo a correr con la niña entre sus brazos y la hacia girar provocando su carcajada.

(...)

El tiempo libre que tenia gracias a que Regulus pasaba la mayor parte del dia con Coraline. Lo gastaba escribiendo o haciendo pociones.

La puerta del sotano se abre y veo a Regulus apoyado en el marco mirándome.

—¿Ya pudiste dormirla? —Pregunte mientras escribia notas en el diario.

Regulus se acerco a mi mesa y vio mis artefactos.

—Si pude.

—Dentro de unos minutos subo. Ya estoy cansada.

—Podria preguntar ¿que hace mi querida esposa?

Sonrei y asentí. —Estoy perfeccionando una de mis pociones.

—Creo que se pude seguir perfeccionando mañana ¿No crees?—Dijo y despacio comenzo a cerrar mi libro. De algún modo llego a estar detrás mia. Me gire y su cercanía me hizo sonreir.

—Yo podria saber ¿Qué pretende mi esposo?

Su sonrisa ladina provoca que un coquilleo placentero recora mi vientre. Sus manos sostienen mi cintura mientras yo acaricio su cuello.

—Creo que mi esposa ya lo sabe. —Rei y el me beso apretándome mas a el. Se separo de mi.

—Vamos arriba. —Susurro tomando mi mano y llevándome hacia la habitación.

(...)

Ambos estábamos en la habitación. Afuera nevaba y luego de sacar muchas fotos entre los tres en la nieve. Luego nos cansamos y entramos. Regulus preparo chocolatada para los tres y nos acostamos en la cama. Coraline luego de tomar su chocolatada se quedo profundamente dormida en mis brazos.

— ¿Sabes?

— ¿Qué se? —Dije mientras miraba a mi hija en mis brazos.

—No me arrepiento de nada. —Lo miro y sus ojos estaban sobre mí. —Estoy completamente feliz, y eso es gracias a ustedes.

No sabia que decir.

El beso mi frente y en ese momento bese sus labios.

—Te amo, yo tampoco me arrepiento, no cambiaria nada. 

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora