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La castaña suspiro agotada, miro detrás del grupo de chicos con nerviosismo. Volvió su mirada a Malfoy.

— ¿Qué necesitas, Malfoy? — Pregunta ella. Malfoy se acerco ella a paso lento pero Jenna no se inmuto.

— Solo dejarte las cosas más claras, Huffy. — Ella levanto la mirada hacia él, demostrándole que no le tenía miedo. — El señor Tenebroso confía en Regulus, y Regulus jamás le fallara.

Una sonrisa ladeada se dibujo en los labios de la contraria.

— Eso no lo dudo, Malfoy. — Con su mano corrió a Malfoy y comenzó a caminar por donde se había ido su novio.

— Y también moriría por la causa. — Se escucho detrás de ella y como si eso fuera la pieza faltante del rompecabezas, comenzó a correr.

En la cabeza de Jenna los cabos conectaron perfectamente. El "te amo" en la biblioteca y el collar. Sus piernas se movían lo más rápido que podía. El nudo en la garganta le provocaba dolor y las lágrimas saladas llegaron a sus labios.

El moriría por la causa. Estaba completamente segura que Kreacher le conto a Regulus lo que sea que había hecho con Voldemort. Regulus haría lo que sea para arreglar los errores que cometió al unirse a él.

Cuando llego a la Casa de los Gritos, estaba Kreacher y Regulus, este último le daba la mano al elfo.

— ¡¡Regulus!!— El la miro sorprendido mientras corría hacia el. — Lo vi...en el sueño de anoche...No lo harás solo...

— Jenny...Tengo-

— ¡No! Me canse del "tengo"— Ella trago el nudo en sus garganta— Siempre dices "tengo" como si fuese tu deber salvar al mundo...y no es así... si lo fuera no dejare que lo hagas solo...No permitiré que alguien más muera...menos alguien que amo.

El la agarro de la nuca y la beso; un beso desesperado pero lleno de amor. Jenna enredo sus dedos en el cabello negro del chico. Sus lenguas se rozaron una y otra vez, sin aire, se separaron y juntaron sus frentes.

— No dejare...que lo hagas solo...

— Lo sé...— Volvieron a unir sus labios pero esta vez fue lento. — Kreacher. — El elfo se acerco e inclino su cabeza. — Llévanos a los dos.

El elfo domestico obedeció y agarro la mano de los dos. Aparecieron en una cueva, húmeda. Había un gran lago negro dentro de la cueva, y en el medio había una pequeña isla, una tenue luz la alumbraba.

— ¿Está ahí, verdad?— Pregunto Regulus, aun tomado de la mano de Jenna. El elfo asintió con la cabeza gacha.

—El señor Tenebroso uso un bote...— El elfo miro a una orilla del lago— Kreacher y el señor Tenebroso se subieron a un bote que estaba aquí.

Señalo un lugar pero ahí no había ningún bote. Jenna saco su varita e intento con un hechizo, como no funciono, probo con otro y apareció el bote. Regulus empujo el bote para que este sobre el agua.

Ayudo a Jenna a subirse y él se subió último con Kreacher. Mientras Regulus remaba, Jenna miraba el agua oscura y sin tocarla sabía que estaba helada. Llegaron a la isla y Jenna fue la primera en acercarse a la pequeña fuente. Un líquido grisáceo ocultaba algo.

— Cambiaremos el guardapelo pero primero ay que tomarse el líquido. — Regulus agarro el cuenco y antes de comenzar a tomar de la fuente miro a la castaña. — Haga lo que haga, no dejes que pare de tomar.

Jenna asintió dudosa y vio como el líquido pasaba por la garganta de su novio. Regulus se sostuvo de la fuente, volvió a llenar el cuenco y tomo. Cada trago lo dejaba débil y en la quinta el cayó al piso.

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora