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Mis manos se movían de alegría. Miraba la hora cada segundo. Los chicos estaban a mi lado igual de emocionados.

—Ira a Hogwarts. —Dijo James. Lo mire y sonreí.

—Obvio y será Hufflepuff.

Todos hicieron un gesto de asco y los mire enojada.

—Por todo lo que paso, queda claro que será Gryffindor. —Se llenó el pecho de orgullo Sirius al decirlo. —Toda una Black.

—Si una niña valiente y fuerte. —Acompaño James chocando las manos con el pelinegro.

Mientras los demás discutían en que casa iría la pequeña. Regulus tomaba mi cintura pegándome a él. Subo mi mirada y veo sus ojos. Estaban cristalizados. Sonrió y miro la puerta del doctor.

La puerta de cristal blanco se abre dejando ver a la mujer de pelo rojo. Su vista se dirige a nosotros y con una sonrisa nos saluda.

—Buenas tardes. —Ninguno saludo por la sorpresa y el nervio. —Síganme por favor.

Todos la seguimos, casi pisando sus talones. Llegamos a una sala que jamás había visitado. Todos intentaron entrar pero la mujer se gira y niega.

—Solo los padres. —Dijo y Regulus y yo entramos.

Nuestra hija estaba en una pesa junto al doctor. Este anotaba cosas en una libreta.

—Oh buena tardes. —Saludo. Tome la mano de mi esposo y nos acercamos a nuestra hija. —Tienen a una hija fuerte, superó con creces todos los chequeos.

Ambos sonreímos.

— ¿Y podemos...?

—Esperen unos segundos. —Asentimos y esperamos a un lado.

El hombre comenzó a hacer unos toquecitos en las piernas de Coraline y en sobre su piel. Por ultimo con una aguja pincho un poco su piel y al instante esta comienza a llorar.

— ¡¿Por qué llora?! —Escuchamos el grito de varios fuera de la habitación.

Nunca un llanto me hizo sonreír pero este llanto era uno de los primero que escuchaba de mi hija.

—De acuerdo. —El hombre se giró y la pelirroja enrollo a Coraline en una manta. —Necesito sus firmas aquí.

No dude en firmar y el hombre a mi lado tampoco.

—Los felicito. —Dijo con una sonrisa. Me gire y la mujer me extendía a la pequeña.

Mis manos temblaban pero con una sonrisa la tome entre mis brazos. Aun lloraba. Sentí a Regulus a mi lado mirándola igual que yo.

El menique de Regulus acaricio la mano de la niña y esta rápidamente lo tomo entre sus dedos con fuerza.

La risa de Regulus llego a mis oídos. Lo mire con una sonrisa, los labios de Regulus besaron mi frente.

—Las adoro. —Cerré mis ojos disfrutando el momento.

Ambos nos preparábamos para salir y ver a los chicos.

—No te asustes. —Le susurre. Ella había dejado de llorar. —Son un poco insoportables pero se hacen querer.

—Mentira, no los soportaras. —Me reí por el comentario. Regulus abrió la puerta pasando antes que yo.

—No queremos verte a ti, sal. —Escuche a Alexander hablar. Regulus se puso a mi lado y todos se acercaron a verla.

Levante la mirada viendo los rostros de mis amigos. Todos estaban perdidos en el rostro de mi hija.

Definitivamente no podría elegir una mejor familia para ella.

(...)

Todos tomaban te mientras reían y se pasaban a la niña brazos en brazos. Realmente no estaba prestando mucha atención de lo que hablaban, con Lily estábamos haciendo una lista de lo que debía llevar a Francia y en qué casa me convenía quedarme.

— ¿Una casa en medio de la nada o en la ciudad? —Pregunte y Lily pensó por un tiempo.

—Creo que en medio de la nada, en la ciudad te podrían reconocer más rápido. — Asentí y anote.

Los hombres ahora estaban tomando algo más que te ya que sentí el olor. Busque a mi hija con la mirada y la vi en los brazos de Sirius. Me disculpe con la pelirroja y me acerque a mi cuñado.

—Dámela. —Sirius reprocho y se alejó.

—Espera, espera, primero una foto. —No dejaron que sonría cuando sentí el flash. Sirius me dio a la niña luego de eso.

—Sirius eres un inútil. —Hablo Alexander levantándose del sofá. —Dejaste caer el gorro de Coraline.

— ¿Enserio crees que soy un inútil? ¿Seguro? —Note el sonrojo de mi primo luego de las palabras de mi cuñado. Ahí hay algo raro.

Camine hacia la cuna de la niña y la recosté, ya que esta estaba dormida. Luego seguí haciendo la lista con Lily.

La noche caía, y en la mañana debíamos ir al transportador. Mire a mis amigos. Algunos estaban borrachos otros bailaban. Lily trataba de despertar a su esposo y yo buscaba al mío.

Camine hacia la habitación y lo encontré allí, acostado en la cama con la ropa puesta. Me acerque a él y le quite los zapatos. El pelinegro se quejó pero solo me reí.

— ¿Jenny?

—Sí, soy yo. —Dije mientras lo tapaba.

—Ven a dormir. —Dijo entre quejas.

—No puedo debo darle de comer a Coraline.

No recibí respuestas luego de ello. Camine hacia la sala y veo a Lily sosteniendo a James de un brazo. Lily me mira con una sonrisa en sus labios.

— ¿Tú te encargas de los otros tres? —Pregunto y yo asiento. Solo quedaban Sirius, Alex y Remus, Peter se había ido hace una hora. Un pequeño grito se escapó de James y me miro o eso intento.

— ¡Catty! —Me reí. —Algún día deberidías ir a nuestra casa, invito. —Dijo como pudo mientras se iban.

—Tiene razón, aunque este mas dormido que despierto, algún día ven a nuestra casa. —Dijo Lily para luego cerrar la puerta.

Como pude me encargue de los tres dormidos.

Le di de comer a mi hija y luego de hacerla dormir que costo demasiado, me fui a acostar a la cama,donde Regulus apenas me acosté me abrazo.

(...)

Regulus era el padre más pegado a su hija que había visto en toda mi vida.

Ya iba a ser tres meses desde que nos mudamos a Francia y en todo en ese tiempo, Regulus no había pensado en otra cosa que no fuera su hija. Compraba ropa para ella incluso se ponía a hacer caras para que ella riera.

Le hablaba sobre el Quiddich y sus posiciones. Sobre sus años en Hogwarts y como me conoció en el expreso. Aunque Coraline tenía solo un par de meses ella prestaba atención mientras apretaba su dedo menique.

Un día entro a la sala y veo a Regulus con Coraline en su regazo, mientras le hacía caras como siempre.

El me miro con una sonrisa.

—Mi petición se cumplió. —Dijo mientras agarraba a la niña entre sus brazos. —Es igual a ti. —Beso mis labios con rapidez.

Sonreí ante eso.

—Pero tiene tus ojos. —El inflo el pecho orgulloso.

—Claro que si, como toda Black. —Luego de eso se dirigió a la habitación de la niña. 

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora