El celo

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Lena

Las puertas de la habitación de Lucy estaban cerradas, cuatro guardias las resguardaban mientras yo esperaba afuera a que Kara saliera, llevaba mucho tiempo adentro hablando con Lucy, a una pequeña parte de mi no le gustaba que ella estuviera adentro con una Omega.

Mi celo estaba molestando cada vez más, mi omega quería entrar en esa habitación y sacar a Kara, arrastrarla hasta nuestro nido y suplicarle que me tomara, pero no podía hacer algo así debía comportarme.

-Princesa Lena, creo que debo escoltarla a su habitación.- Diana mi guardia personal se veía preocupada.

-Quiero esperar a la Reina aquí, ella me dijo que no tardaría.-Mi Omega estaba haciéndose cargo de la situación.

-Lo entiendo princesa, pero me temo que si seguimos aquí no podré protegerle de los alfas.- Diana tenía una mano en su espada y miraba a todos cautelosa.

-Tu también eres un alfa, podrías estar tratando de secuestrarme, pero está bien vamos, ustedes, cuando vean a la Reina díganle que la espero.-Los escoltas de Kara asintieron y yo me retiré siendo escoltada por Diana.

Ella veía en todas las esquinas y rincones mientras seguíamos caminando a mi habitación, era una buena escolta, Kara quería ponerme un grupo de alfas fuertes a cuidarme pero yo no deseaba algo así, entonces me asignaron a la mejor guardia después de Samantha, una sola mujer  que podía defenderme igual o mejor que un grupo de Diez o más hombres.

-Princesa estaré vigilando la puerta de su habitación, si necesita algo solo llame -Diana hizo una reverencia y se retiró.

Para distraerme de mi celo busqué mis libros, como ahora me dedicaba a darle clases a Liam, había comenzado a estudiar la historia de krypton, era un pueblo interesante, al parecer los Kryptonianos creían que descendían del dios Rao o sea el sol y para ellos Kara era la representación de su dios, también leí un poco sobre los reyes antes de mi amada, al parecer todo era paz y prosperidad  en la historia de krypton hasta que el abuelo de Kara había ascendido al poder, pues fue cuando mi abuelo apareció en la historia y nos convertimos en los villanos, algo muy extraño tomando en cuenta que krypton juraba que mi abuelo solo había atacado por maldad mientras en Luthoria decían que mi abuelo era un libertador.

Ya no pude seguir leyendo pues mi celo estaba más fuerte y Kara no aparecía por ningún lado, la humedad escurría de entre mis piernas y el dolor en mi abdomen me atormentaba, necesitaba estar llena de Kara y de su esencia, mi sangre había sido reemplazada por lava ardiente que me estaba quemando de adentro hacia afuera, Para apagar un poco mi fuego interno decidí desnudarme, mi cuerpo seguía caliente pero me sentía mejor, al menos, la ropa ya no me atormentaba,

Las horas seguían pasando y Kara no regresaba, yo estaba dentro de la cama recostada bajo las mantas, ella había prometido que vendría a ayudarme con mi celo, pero estaba con otra Omega, con su prometida recibiendo al hijo que ella le daría, esos pensamientos me lastimaban pero mi lado salvaje solo podía pensar en eso mientras mis lágrimas salían sin permiso de mis ojos.

-Princesa Lena, lamento molestarla pero su amigo Winn envío esto para usted, dijo que es un supresor, lo dejaré en su escritorio, ¿Necesita algo más señora?- la voz de Diana se escuchaba extraña, seguramente estaba tapando su nariz para no olerme.

-¿Sabes algo de la Reina?, ¿Ya nació el cachorro?-Mi voz salió cortada por el llanto.

-No se nada señora, he estado aquí en su puerta sin moverme, si la princesa desea puedo buscar a la Reina.- sollocé más fuerte, ¿Dónde estaba Kara?

-Podrías preparar la tina de baño con agua fría por favor y busca en mi ropa un camisón para dormir, se que no es tu trabajo pero no sé a quien más decirle.-Saque mi cabeza de las mantas y vi a Diana, ella estaba cubriendo su rostro para no olerme y se veía preocupada.

El Río RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora