Kara
Los cascos de nuestros caballos repicaban rápidamente, Luthoria había mandado un grupo de avanzada para atacar el puesto este, el más cercano a Argo, no entendía el propósito de hacer tal cosa, eso no iba a debilitarnos en nada, solo habían logrado hacerme enojar por obligarme a salir de la cama.
…
Estaba acostada abrazando a Lena, nuestra noche de bodas había sido hermosa, mi esposa era una mujer tan apasionada que me dejaba agotada, mis dedos se pasaban acariciando la suave piel de su espalda, ya nada podría separarnos jamás, solo nos hacía falta Liam para estar completas como familia.
Seguí observando a Lena dormir, contando sus lunares y pecas, memorizando cada tramo de su piel, me sentía como la mujer más afortunada del mundo por tener a semejante diosa como esposa, yo una simple mortal tenía a la mejor mujer del mundo, la más dulce y tierna, la más inteligente y creativa y claro la más hermosa.
Mis ojos se estaban cerrando poco a poco, por el cansancio del largo día, acerque más a Lena y me deje llevar por los sueños, no supe cuánto tiempo pasó pero me despertaron los golpes incesantes en la puerta, me levanté cubriendo a mi esposa con las sábanas y tome mi bata de dormir, camine rápido hacia la puerta encontrándome con Samantha.
-Espero que sea algo bueno porque estaba durmiendo realmente bien en mi cama Sam.-la vi asentir y luego se aclaró la garganta nerviosa.
-Luthoria atacó el pues este, mandaron un grupo de avanzada, acaba de llegar la alerta.-Asentí tranquila ese ataque no significaba nada.
-Haz que envíen un grupo de ayuda y déjame dormir Sam por favor.-Mi guardia negó y me detuvo.
-Te acabas de casar, los muchachos quieren que su Reina y alfa gobernante los guíe en una batalla, no puedes negarte Kara.- gruñí molesta y asentí, no tenía otra opción.
-Bien, ve que una doncella encienda la chimenea de la habitación y que le dejen una rosa a Lena para cuando despierte, busca a Diana que ponga a sus mejores hombres a cuidar esta puerta.- Sam asintió y salió rápidamente a cumplir su encargo.
Regresé a la habitación para cambiarme, Lena estaba totalmente dormida con su cabello negro revuelto, me acerque a la cama y besé la frente de mi Omega haciendo que me gruñera, Lena tenía el sueño muy ligero así que la deje descansar y me vestí rápidamente, justo cuando terminaba de arreglar mis botas una doncella tocó la puerta, la dejé pasar para que cumpliera con su encargo, la chica no se me hacía conocida seguramente era nueva.
-Si no regreso antes del amanecer ve que traigan el desayuno para mí esposa.- La doncella asintió a mis palabras y se retiró de la habitación con una reverencia.
Besé la frente de mi Lena por última vez y abandoné la habitación, Bajé hasta mi salón de armas. Ahí ya estaba esperando Kal totalmente vestido con su armadura, lo salude y comencé a vestirme rápidamente, yo solo quería volver a la habitación con Lena, finalmente Kal ajustó las correas de mi armadura y salimos del salón de armas.
Sam estaba sobre su caballo esperando junto con la guardia real, un mozo del establo me entregó mi caballo y subí, elevé una rápida oración a Rao e hice la seña para salir, mis hombres me siguieron fielmente a la batalla.
…
Finalmente divisamos a lo lejos las llamas que se levantaban iluminando la oscura noche, no teníamos un plan para atacar, la mayoría de los hombres solo estaban ahí por el placer de cortar algunas cabezas así que simplemente aceleré la marcha de mi caballo y entramos en el puesto de avanzada.
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El Río Rojo
AventuraLa tierra de krypton era hermosa llena de recursos y habitada por personas buenas que eran regidas por un alfa al que llamaban Rey, lo amaban y respetaban pues este había sido elegido por la luz de Rao para gobernar, o eso era lo que le decían a la...