Kara me tomó de la mano y juntas caminamos hasta nuestra casa, las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, era el lugar más perfecto que había visto alguna vez y aunque no había pasado ni siquiera una noche en la cabaña, ya la sentía como mi hogar.
Llegamos a la verja de madera que rodeaba la casa, Kara la abrió y me dejó pasar a mi primero, amarró el caballo a uno de los postes de la reja y caminamos juntas hacia la entrada de nuestro hogar.
-Espero que te guste tu nuevo hogar mi amor, lo construí pensando en ti.- Kara sacó de su pantalón una llave y se dispuso a quitar el candado de la puerta.
Si la casa era hermosa por fuera, por dentro lo era más, al entrar fui recibida por un olor dulce como el pan recién horneado, además de un olor fresco como el pasto recién cortado en un día de primavera, era el olor de mi alfa, recorrí el interior con mi vista, a mi lado derecho se encontraba una pequeña cocina, tenía un fogón y varios estantes con platos y vasos, en medio de la cocina se encontraba una mesa con cuatro sillas.
De mi lado izquierdo estaba la chimenea rodeada de unos sillones que se veían muy cómodos sobre estos había cojines y unas mantas, parecía como si pudieras tumbarte sobre ellos todo el día y estarías cálido y cómodo, en el piso Kara había colocado unas pieles que servían como alfombra, había una ventana cerrada pero tenía una cortina blanca al igual que la ventana de la cocina, al fondo se encontraba un pasillo y cuatro puertas.
-Ven te mostraré el resto de la casa.-Kara se quitó sus botas llenas de lodo y me tomó de la mano, y me llevó hacia dentro de la cabaña.
Primero me dirigió hacia una puerta al lado derecho de la casa, la luz del día iluminaba el suelo de madera haciendo que no fuera necesario prender las velas que se encontraban dentro de unos frascos de cristal pegados a la pared.
-Este es el cuarto de baño, siempre que necesites llenar la tina dímelo y yo lo haré.-Kara abrió la puerta dejando ver el interior del cuarto de baño, tenía una pequeña ventana y había una tina pegada a la pared del fondo además del asiento de baño.
-¿Construiste la casa tú sola, desde cero?-Estaba tan sorprendida con la belleza de mi nuevo hogar que me parecía imposible que una sola persona hiciera todo eso.
-Si, encontré este claro poco tiempo después de que me dieran mi libertad, no tenía herramientas ni nada para comenzar así que acepté algunos trabajos en la comunidad, sólo tomaba lo necesario para comer y lo demás lo guardaba, dormí muchas noches en la plaza del pueblo hasta que Olivia me dejó dormir en el hostal, cuando tuve dinero suficiente compré las herramientas necesarias para cortar los árboles y algunas otras cosas y vine nuevamente aquí y comencé a construir, no tenía mucha idea de lo que hacía pero creo que el resultado fue bueno.-No pude contener mi emoción y besé a Kara.
-Es un resultado hermoso, gracias Kara por amarme y hacer todo lo mejor por nosotros.-Volvimos a besarnos.
-Vamos hay más que ver, esta es la habitación de nuestros futuros bebés.-Dimos unos cuantos pasos y mi amada brío la habitación que estaba al lado del baño.
No era muy grande tampoco pequeña, tenía una cama simple con sábanas azules, una ventana y una mesa de noche, además de una piel como alfombra.
-Es muy hermosa, ¿pero cuántos cachorros planeas meter aquí?, Creo que pelearán por la ventana.-mi alfa me tomó por la cintura mientras se reía de mis palabras.
-No lo sé, tal vez uno o dos o seis, todos los que tú quieras darme.-Ahora fui yo la que rió de las palabras de Kara.
-ven, esta parte de la casa la construí única y exclusivamente para ti.-Kara me llevó hacia una de las puertas del lado izquierdo.
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El Río Rojo
AventuraLa tierra de krypton era hermosa llena de recursos y habitada por personas buenas que eran regidas por un alfa al que llamaban Rey, lo amaban y respetaban pues este había sido elegido por la luz de Rao para gobernar, o eso era lo que le decían a la...